No podemos menos que aplaudir la iniciativa del Ministro del Interior de convocar a su despacho a todos los líderes y representantes de los partidos con representación parlamentaria para que compartieran el compromiso de bregar por una campaña de elecciones departamentales, en paz, tranquilidad y orden.
Esto ha sido también un intento de desterrar la violencia que desdichadamente se ha manifestado en las últimas semanas en el país con hechos realmente lamentables, como ha sido el apuñalamiento de un militante que colocaba carteles en Salto y el ataque a otros dos de sus compañeros.
Creemos que nadie en su sano juicio tiene interés en empañar con estas manifestaciones de violencia e intolerancia política, una campaña que entra prácticamente en su último mes y debería de ser muestra de todo el sistema democrático uruguayo.
En esta reunión convocada por el ministerio del Interior vimos prácticamente a todas las principales figuras de cada partido político. Sin embargo su participación ha sido muy diferente, desde quienes abrazaron la idea con entusiasmo, entendiendo que el destierro de la violencia no debe quedar en palabras, sino que debe de expresarse en toda y cada oportunidad que sea posible, hasta quienes daban a entender que concurrían casi “obligados” a manifestar algo que no compartían plenamente.
Es con respecto a este segundo caso que queremos manifestarnos. Esto no debe politizarse, porque no importan las ideas que profesen las víctimas de semejante atentado, como tampoco importa la filiación o supuesta filiación de quien o quienes lo concreten.
Jamás caeremos en el error de atribuir a un partido político concreto la instigación de un hecho de esta naturaleza, aunque hemos dicho y sabemos que en toda campaña política han sido, son y seguramente serán usuales los gritos, insultos, agravios y hasta pedreas entre manifestantes.
Pero un apuñalamiento, sólo puede atribuirse a una persona anormal, fuera de sus cabales, capaz de tratar de atacar y quizás matar a quien no piensa igual.
De todas formas también lo hemos expresado en estas columnas. No debiera haber dos posiciones en este sentido y la condena debiera hacerse fuertemente y por parte de todos los partidos representados por sus líderes en toda ocasión.
En esto, quien calla otorga o cobija al menos y es una forma de apañar las acciones. Sabemos que las expresiones que recogen los medios masivos son siempre digitados y se trata de dar a conocer los más representativos, pero no es este el caso, porque aquí deben estar todos, aparecer todos, porque en este caso más que nunca el silencio es cómplice…
A.R.D.