Mientras ayer en Salto, como en todo el mundo la Iglesia Católica celebró la beatificación del Papa Juan Pablo II, EL PUEBLO, recuerda su visita a tierra salteña 23 años atrás. En la parroquia Nuestra Sra. del Carmen se procedió al descubrimiento de un mural del flamante beato.
Algunos detalles de aquella jornada histórica
Desde el Parque Mattos Netto hace 23 años Juan Pablo II lanzó el desafío de la evangelización nueva
Hace 23 años, en la mañana del 9 de mayo de 1988, el Papa Juan Pablo II visitó la Diócesis de Salto, y nuestra ciudad concretamente. El ahora Beato Karol Wojtyla llegó a nuestra ciudad proveniente de Montevideo en un Boeing 737 de PLUNA (llamado “José Artigas”) sobre las 10 de la mañana, y a pocos metros del “Río de los Pájaros Pintados”, ante una multitud, celebró la Eucaristía junto a fieles de la iglesia católica provenientes de toda la región norte de nuestro país, y de países vecinos. La trascendencia de aquel momento permanece ya que ha sido el único Papa que ha venido al país, y las características de aquella celebración son inolvidables. Desde el lugar erigido para la celebración, un quincho criollo construido de maderas, cañas y paja, hasta las palabras del entonces obispo diocesano, Marcelo Mendiharat, que refirió al “creciente empobrecimiento de la gente”, aquella instancia histórica queda en la retina de muchos salteños que vivieron una verdadera fiesta.
EL QUINCHO CON EUCALIPTUS Y PAJA
El lugar desde donde se celebraría la misa fue construido con materiales autóctonos. Al decir del Obispo Marcelo Mendiharat “es un quincho criollo que es la típica cobertura de las casas de nuestra gente humilde”. El proyecto fue realizado por los arquitectos Alfredo y Gustavo Peirano, quienes dirigieron la obra, que fue construida por la empresa constructora de Héctor Silveira.
El ejército aportó los puentes de metal (bayley) que conformaron la estructura de la plataforma. La estructura principal superior contó con troncos gruesos de eucaliptus, varejones y cañas. El techo era de paja quinchada. La plataforma tenía forma de trapecio y el techo era de 4 aguas. El quincho tenía 25 metros de frente, 13 en la parte posterior y un largo de 20 metros. La altura era de 15 metros. Se trajeron desde Tacuarembó mil mazos de paja y cañas. Los largos troncos de eucaliptus fueron cortados en un monte del establecimiento “El Espinillar”. Lamentablemente el quincho fue objeto del vandalismo de algunas personas que literalmente lo prendieron fuego. En el lugar luce en la actualidad un cruz de hormigón de considerables dimensiones y un monumento que recuerda la visita papal.
EL ALTAR FUE CONSTRUIDO EN QUEBRACHO
El altar propiamente dicho, en donde se produjo la consagración y desde donde Juan Pablo II oficio la misa, fue construido en Villa Quebracho, en base a medidas especiales para permitir la buena visión. Luego de la fiesta volvió al templo de la villa, cuya patrona es Santa Teresita.
ORNAMENTOS E IMPLEMENTOS DE LA MISA
Juan Pablo II lució una casulla confeccionada en tela de hilo dorado y adornado con tapiz de lana. Las estolas de los sacerdotes se confeccionaron en tela de hilo de algodón. Estos ornamentos fueron realizados por la hermanas Cooperatrices Parroquiales de Cristo Rey, de la Casa San José. Los tapices de las casullas del papa y de los obispos los realizaron 12 artesanas de Salto. Las madejas de lana utilizada fueron donadas por PAYLANA. La casulla utilizada por el Papa permanece actualmente en el Obispado, y es utilizada en ocasiones especiales, por ejemplo cuando tomó posesión el actual obispo, Mons. Pablo Galimberti.
Por su parte Juan Pablo II utilizó varios implementos considerados “reliquias” de la Diócesis. De esa forma ocupó el sillón que perteneció al primer Obispo de Salto, Mons. Tomás Camacho, el cáliz del segundo Obispo, Mons. Alfredo Viola, y un copón de plata, perteneciente a la Parroquia del Carmen. El mantel que cubrió el altar fue confeccionado por las Hermanas Siervas de María.
LA MISA Y LAS OFRENDAS
De la misa campal participaron, además del Papa Juan Pablo II, unos 30 obispos (uruguayos, argentinos y brasileños) y más de 130 sacerdotes.
En el momento de las ofrendas se acercó una familia campesina de la zona de la Arena (en Río Negro), con un nido de hornero. Luego pasaron dos obreros de Paysandú (que ofrendaron sus manos), dos jubilados de Nuevo Berlín (que hicieron entrega de una cruz) y finalmente dos laicos comprometidos en la promoción humana (uno de ellos: Armando Aguirre), que entregaron un álbum con fotos de las actividades sociales.
El Coro Cantares, dirigido por la profesora Amalia Zaldúa, entonó tres cánticos ese día: el Mesías de Haendel (en el momento previo a la misa), luego de la comunión entonó la canción “Quédate aquí con nosotros”, y sobre el final, cuando ya el Papa se retiró del altar cantan el “Aleluya” de Haendel.
TRANSMISIÓN PARA TODO EL MUNDO
La misa fue transmitida hacia todo el mundo vía satélite por Canal 12. Los medios contaron con una sala de prensa que funcionó en la Casa Diocesana. Se contó con máquinas de escribir (10), receptores de televisión y equipo para transmisión de fotografías. Funcionaron 3 equipos de Telex operados por funcionarios de ANTEL.
EL PASAJE DE ARGENTINOS POR EL PUENTE
Fue intenso el tránsito vehicular registrado en el puente internacional de Salto Grande. Para ello se agilizaron los trámites del cruce y se reforzó el servicio. Se dispuso desde las 12 horas del día 7 de mayo y hasta el lunes 9 a las 19 hs, la clausura del tránsito desde Salto a Concordia.
OPERATIVO POLICIAL Y SANITARIO
La jefatura de Policía de Salto fue la encargada del operativo de seguridad, para lo que fue necesario disponer de funcionarios de otros departamentos. Fueron 500 los hombres que participaron del operativo. Hubo una zona de exclusión y se delimitó la zona de invitados, coros, orquesta y recorrido con vallas de seguridad.
En virtud de la aglomeración de gente y al tráfico vehicular, unos 200 funcionarios de Salud Pública trabajaron en el denominado operativo sanitario. Funcionaron puestos fijos y móviles en la zona de la concentración, y tuvo como eje central el Hospital. Se instaló un centro de Internación en el edificio de la Obra Don Bosco, y 6 puestos fijos en carpas en el propio parque Mattos Netto (identificados con la bandera de la Cruz Roja). Por su parte se previó la asistencia al Papa y su comitiva. El comité sanitario fue coordinado por el Dr. Néstor Campos.
«Falta de vivienda digna, trabajo y mala distribución de la tierra»
Mons. Mendiharat cuestionó «creciente empobrecimiento de nuestro pueblo»
Las palabras pronunciadas por monseñor Marcelo Mendiharat mostraron la realidad de la región norte del país. En su momento fueron interpretadas desde algunos sectores políticos y de la prensa como “inadecuadas para la ocasión”. Las mismas hicieron referencia al nivel de vida de los habitantes de la diócesis y a las necesidades de dar respuesta desde la promoción humana. Juan Pablo II refirió a la tarea diaria de todos los cristianos en búsqueda de la justicia y dignidad humana.
¿QUE DIJO MENDIHARAT?
El obispo diocesano, Mons. Marcelo Mendiharat al dar la bienvenida al Papa pronunció unas palabras que, al decir de algunos medios locales y nacionales en aquella época, “levantaron polvareda por el cariz político que se les endilgó”. Mendiharat hizo mención a “que después de largos y duros años de dictadura luchamos por vivir en plenitud la democracia reconquistada”. Recordemos que hacía apenas tres años de la salida democrática de 1985, y que el obispo permaneció exilado en Argentina por muchos años durante la dictadura. Agregó Mendiharat que “nos sigue preocupando el creciente empobrecimiento de nuestro pueblo. Con sus manifestaciones de falta de vivienda digna, de salarios insuficientes y alimentación y salud inadecuados. De falta de trabajo, de mala distribución de la tierra, de pérdida de noción del pecado y de los valores morales”. También hizo referencia a la construcción de “una iglesia orante, servicial y fraterna, que privilegie la pastoral social liberadora como respuesta”.
¿QUÉ DIJO JUAN PABLO II?
Por su parte el Papa en su homilía indicó que hay que “llevar adelante una evangelización nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión”. Refirió además a que “la evangelización tiene su proyección necesaria también en la preocupación por el bienestar material del prójimo y por hallar el remedio a sus necesidades”. Por ello “la evangelización es tarea de todos los cristianos en su entorno familiar, laboral y social, con el buen ejemplo de la conducta diaria”. Finalmente indicó que “la nueva evangelización debe preocuparse por el pan para el hombre, símbolo de las necesidades temporales, y debe promocionar la justicia y el desarrollo, como también la justa distribución de la riqueza y el respeto por la dignidad de la persona”.
La venida de Juan Pablo II en el recuerdo del Padre Carcabelos
“La evangelización nueva es una gran tarea que aún no hemos realizado”
El padre José A. Carcabelos, sacerdote que actualmente cumple su servicio pastoral en la Parroquia Santa Rosa de Bella Unión, estuvo presente en aquella ocasión, y el día de la misa formó parte “de la seguridad, que estaba divida en varias partes: el ejército tenía una tarea, la policía uniformada otra e investigaciones otra”. Relató a EL PUEBLO algunos detalles de la jornada del 9 de mayo de 1988, y de los momentos previos desde la organización.
A VUELTA DE LA GENTE A LOS BARRIOS
Consultado por EL PUEBLO señaló algunas cosas puntuales que recuerda de aquel hecho. Indicó que “casi todo el mundo estaba jugado a que iba a venir cantidad de delegaciones de otros lados, y eso no pasó”. Al decir de Carcabelos “la gran respuesta la dio la gente de los barrios de Salto, y me quedo con una imagen guardada en mi retina y en mi corazón: terminado todo ver volver a pie la gente para todos los barrios de Salto, desde el Parque Mattos Netto, fue fuera de serie”.
LA VIGILIA DE LOS ADOLESCENTES
Recordó que la vigilia previa al lunes 9 de mayo “estuvo a cargo de la Pastoral de Adolescentes, con Mons.
Carlos Nicolini y la gente del secretariado de la época. Estuvo muy buena y a ella vino mucha gente de otras partes de la diócesis, que amanecó en el lugar”. Había mucha confianza en “que argentinos y brasileños iban a venir muchísimos, y no fue así”.
Los puestos de ventas de comidas y similares “fracasaron todos, y eso fue una prueba de que la gente iba a comer a su casa luego”.
LAS PALABRAS DE MENDIHARAT
Carcabelos rescata de las expresiones del entonces obispo, “que le dolió a algún político del momento fue el creciente empobrecimiento de nuestro pueblo.
Esa frase formaba parte de las respuestas que la gente había dado en el diagnóstico pastoral que se había hecho previo al primer plan pastoral que se hacía en la diócesis, de manera textual”.
Agregó que “a los pocos días, a nivel oficial, fuera de la Iglesia, se presentó un famoso mapa rojo, donde los departamentos con mayor pobreza eran los que formaban parte de la diócesis de Salto, y fue la prueba clarísima de que muchas veces la gente ciertos problemas los tiene a flor de piel”.
PALABRAS DEL PAPA SIGUEN LATIENDO HOY
Para el párroco de Bella Unión, “en el tiempo anterior a la venida del Papa se hizo una especie de encuesta sobre la expectativa de su presencia, y la gente manifestó que quería verlo de cerca, quería tocarlo, escucharlo de cerca. Y, el 9 de mayo, se encontró con una misa organizada y estructurada, con lugares seleccionados y como que no sé si al común de la gente fue muy accesible”.
A nivel interno de la iglesia manifestó el sacerdote que “nos agarró en un momento muy bueno.
El Papa abordó temas que nosotros le propusimos y él accedió a eso. Se le mandó previamente cosas que el podía señalar en la homilía y su aporte fue correctísimo en el sentido de que pocas veces la gente puede señalar por escrito y ver que el Papa toma y con su autoridad y su palabra lo presenta en ese momento nada menos”. Lo central de las palabras de Juan Pablo II fue “la evangelización nueva: nueva en su ardor, en sus métodos y en su contenido.
Es una gran tarea que todavía, yo diría, no hemos realizado ni hemos consolidado”. Pasado el tiempo, agrega Carcabelos, “uno puede ver las constantes en las cuales el Papa ha trabajado y ha impulsado y las fallas e inconstancias que hemos tenido nosotros”.
UNA ANÉCDOTA: QUE PASA SI EL PAPA SE DESVANECE
Carcabelos manifestó que “hubo varios ensayos previos al día de la celebración”.
Recordó una anécdota puntual respecto del ensayo realizado sobre una eventual situación en la que se debiera de asistir puntualmente en el caso de un episodio que afectara la salud del Papa. Para ello “el encargado de esa situación era el Dr. Juan José Leal, y en un momento del ensayo, este debía recorrer los metros desde donde él estaba hasta donde el Papa se desvanecía, y al correr el señor Walter Nessi (de la Secretaría de la Presidencia de la República) le dijo – “No doctor, si usted corre así se nos muere el Papa”. La organización previa y los detalles mínimos “fueron un trabajo sensacional de las fuerzas vivas de Salto”, destacó finalmente el sacerdote.