“El nido de los abuelos”, el nuevo libro de Nidia di Giorgio

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POR: JORGE PIGNATARO

Llegó días pasados a nuestra Redacción el recién publicado libro “El nido de los abuelos”, de Nidia di Giorgio, salteña radicada en Montevideo desde hace ya muchos años. Se trata de un volumen de prosa poética en una llamativa edición de 30 x 21 cm, a modo de álbum, con papel satinado y todos los colores. Realmente, una edición estéticamente impecable, además ilustrada por el reconocido artista Maca (Gustavo Wojciechowski). Dieciocho textos conforman esta nueva obra de Nidia. En contratapa, foto de la escritora. En las solapas, biografías de Nidia y Maca. EL PUEBLO comparte hoy con sus lectores el texto “Entre naranjos”; antes, las biografías que allí se leen.

Nidia di Giorgio Médici nació en Salto, Uruguay. Fue profesora de Italiano y desde muy joven participó en distintas actividades artísticas y culturales, llegando a ser secretaria general de la Asociación Horacio Quiroga. Se integró como actriz a grupos teatrales como Decir, Pigmalión, Club de Teatro y Ciudad de Salto, que codirigió junto al actor Arturo Fontalba. En Montevideo se vinculó a Teatro Uno y colaboró en el Ateneo de Uruguay y otras instituciones culturales. Hizo carrera en la Intendencia de Montevideo, en los últimos años en el Departamento de Cultura como Directora de los Museos Municipales. Paralelamente cumplió su vocación literaria como poeta y narradora. Publicó dos libros de relatos, Los últimos geranios (Signos, 1990) y Josephine La Nuit (Hermes Criollo 2007), y dos de poesía, Aquella margarita que escribió mi nombre (Ediciones del Mirador, 2012) y Una fina lengua de olvido (Aldebarán, 2017). Desde la muerte de Marosa, administra su obra. Compiló sus entrevistas en No develarás el misterio (Cuenco de Plata 2010) y los prólogos, reseñas y otros textos dispersos en Otras vidas (Adriana Hidalgo, 2017).

Liliana Castro Automóviles

Maca (Gustavo Wojciechowski) nació en Montevideo en 1956. En 1978 diseñó su primer carátula de disco, desde entonces trabaja como diseñador gráfico e ilustrador en forma independiente. Desde 1996 hadta 2020 se desempeñó como docente en la Universidad ORT Uruguay, de varias materias del área proyectual, así como de diseño editorial y tipografía. Ha realizado varias exposiciones individuales y colectivas, tanto como artista plástico, diseñador gráfico, ilustrador y poeta visual, entre ellas, TAPAS (1979-2019), en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, una exposición de 400 tapas de libros, discos y revistas. Ha sido varias veces jurado tanto a nivel nacional como internacional, entre ellas en la 10a. Bienal Internacional del Cartel de México, 2010, la Quinta Bienal de Tipografía Latinoamericana, Tipos Latinos, 2012 y el III Premio Latinoamericano al Diseño Editorial (Fundación El libro, Feria del libro, Bs. As., Argentina).
www.maca.uy

ENTRE NARANJOS
-¡Buen día! ¿Eres uno de los nuevos residentes?
-Sí, nos trasplantaron ayer a última hora, para evitar el calor del día.
-Bueno, bienvenidos. Que tengan linda estadía junto a nosotros, los naranjos veteranos. Claro, cada edad tiene su encanto. Mira a nosotros lo cargados de frutos que estamos. Esto nos trae mucha alegría por la visita de los pájaros que recibimos a diario, que son los estables porque anidan en nuestras ramas y crían a sus pequeñuelos entre nosotros.
-¡Ah, qué lindo! Donde yo estaba afincado no había muchas novedades. Nos veíamos crecer los unos a los otros. Nada más.
-Aquí hay siempre novedades. Hasta las abejas construyen sus panales en nuestras ramas y hay que ver cuando estamos florecidos, cubiertos de azahares, la variedad de mariposas y de aves que nos visitan. Aunque estar tan cargados de frutos se hace pesado. Algunos se precipitan al suelo. Pero los disfrutan, sobre todo las cabritas, a quienes les agradan mucho las naranjas.
-No sé cuándo daremos frutos nosotros, oí que nos van a injertar para apurar la producción. Yo siento un poco de temor, parece que tienen que cortarnos una ramita y colocarnos una de ustedes.
-No te preocupes, no te va a doler.
Ahora, observa esa pareja de horneros, está edificando su nido sobre una rama bastante sólida que poseo y todos los días, desde temprano, transportan en sus picos grumitos de barro y asimismo algún elemento más firme para darle mayor solidez al nido.
Generalmente eligen sitios menos concurridos para edificar por tranquilidad de los hijuelos. Mas esta pareja me eligió a mí.
-Yo no veo la hora de verme cubierto de azahares y luego de frutos.
-Ten paciencia, todo llega. Luego vas a añorar tu época sin compromisos.
-Puede ser, pero me gusta dar frutos.
-Eres muy jovencito. Luego no te va a gustar que trepen por tu tronco como si fueras una escalera y comiencen a comer tus frutos sentados sobre tus ramas. Además del peso de los frutos debes soportar el peso de los humanos que generalmente son gorditos.
-Bueno, no me desanimes. También me puede suceder una desgracia, como secarme por consecuencia del trasplante o por un verano de sequía.
Vamos a pensar lo mejor. Me parece que a ti los años te han vuelto algo pesimista.
-Pensemos lo mejor, que la vida es bella y que nuestras flores, nuestros frutos y nuestros formatos de árboles son muy hermosos.\

Por algo la ciudad de Salto es muy conocida en el país por la dulzura de sus naranjas. No tienen nada para desmerecer frente a la miel de las abejas.
-Sí, sí, imaginemos que la vida es bella, soñemos. Soñemos.

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