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martes, 20 de mayo de 2025
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– El mundo del emprendedurismo en tiempo de pandemia

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Entrevista a Diego Hernández

El Lic. Diego Hernández está relacionado al emprendedurismo desde hace nueve años, hoy trabaja en GEPIÁN y aceptó dialogar con LINK para contarnos cómo se ha venido trabajando desde la virtualidad, lo que abre las puertas a un futuro lleno de expectativas.Diego Hernández

– ¿Desde cuándo está involucrado en el emprendedurismo?
– (Piensa) Arranqué muy temprano con Salto Emprende, en 2011, y como técnico para el Centro Comercial en aquel programa de Apoyo a PYMES, que todavía sigue.

– Para promover el emprendedurismo, ¿hay que ser emprendedor?
– Pienso que sí. Incluso a veces nos hacemos esa pregunta con mis colegas. En realidad, yo me considero un emprendedor, como profesional independiente uno tiene que ser emprendedor, buscar oportunidades, y esto no implica necesariamente tener que poner una empresa, porque uno emprende en cualquier ámbito. Cuando uno genera una nueva actividad, cuando hace algo aprovechando una oportunidad o incluso algo nuevo que por ahí no lo hacía antes y lo empieza a desarrollar ahora, creo que está emprendiendo.

En definitiva y yendo a tu pregunta, no necesariamente se tiene que ser emprendedor, pero sí tener algunas características que te definan como alguien proactivo, con iniciativa, buscar oportunidades. Tampoco es para cualquiera ser emprendedor…

– Iba a preguntar justamente eso, ¿si cualquiera puede tener aptitudes para ser emprendedor?
– No, lo hemos comprobado. Todos estos años me ha servido como experiencia para poder llegar a esa conclusión.

– ¿Se aprende o se nace emprendedor?
– Yo creo que se aprende a ser emprendedor. Hay mucha gente que en realidad no tiene un perfil de emprendedor fuerte desde los inicios porque nunca estuvo motivado o a veces las condiciones no lo llevan a emprender, porque ese bichito no se despierta. Ahora, cuando ese bichito de emprender se despierta, la gente va viendo el camino de cómo hacer para ser emprendedor, y mucha gente adquiere habilidades que nosotros, principalmente en GEPIÁN tratamos de inculcar, como la planificación, el hecho de prever o medir los riesgos, corriendo riesgos calculados, tomar decisiones, tener iniciativa, ser proactivo, buscar oportunidades, son características que no todo el mundo las tiene y que algunos tienen, pero menos desarrolladas. Y cuando uno se ve como emprendedor, tiene la conciencia que tiene que desarrollar eso para poder llevar a cabo un proyecto.

No es fácil llevar adelante un emprendimiento, aunque viéndolo de afuera lo pareciera, no es para cualquiera, hay que tener, como decimos, la mentalidad de emprendedor para entrar en ese mundo de incertidumbre, tener que estar en muchas decisiones y dimensiones del negocio a la vez, y a veces tener que afrontar los riesgos esa persona o un equipo. Como digo, no es para cualquiera la mentalidad de emprendedor, pero se desarrolla.

– Uno a veces piensa que ya está todo inventado, pero veo en GEPIÁN el ejemplo de que eso no es así…
– Sí. En realidad, no necesariamente ya todo está inventado, siempre el mercado, que está compuesto por personas, somos nosotros los que estamos en ese mercado, y permanentemente estamos cambiando nuestras necesidades y demandamos cosas o queremos que las cosas (nuestros servicios y productos) mejoren. En ese campo es donde el emprendedor que está atento a cómo cambian las necesidades o las tendencias que se van dando, porque se trata también de tener visión de algo que capaz no está pasando hoy o no hay una necesidad concreta hoy, pero se tiene la visión que si hay determinadas condiciones que puedan darse en determinado tiempo, se puede generar una oportunidad. En ese sentido, el emprendedor no necesita inventar algo nuevo, solo con que visualice alguna dimensión del negocio que puede mejorar sustancialmente en el proceso o en la forma de vender o de organizar la venta del producto, porque es ahí donde uno puede mejorar e innovar incluso con un mismo producto, pero innovando, por ejemplo, llegando a otro mercado que está descubierto, llegando a una necesidad concreta y puntual que no está siendo resuelta del todo bien por alguna empresa de la competencia en un mercado que existe.

Así que no, no está todo inventado, siempre hay oportunidades de mejorar lo que existe, eso también está bueno. Porque nosotros, por ejemplo, si bien nos enfocamos mucho en encontrar cosas nuevas y que sean una novedad en nuestro entorno, que es la región y el departamento, también nos enfocamos en buscar cosas que sean diferentes. En ese sentido, el ser diferente es también hacia dónde va el mercado, porque es difícil hoy competir donde hay muchas propuestas, donde incluso es más fácil emprender desde tu casa. Entonces, el hecho de emprender y ser diferente es como un chip que le ponemos a todos nuestros proyectos.

Es decir, entraste a GEPIÁN, ese chip tiene que estar instalado, y la búsqueda siempre de la mejora, que es una de las cosas que ponemos siempre dentro de nuestros planes de trabajo con cada emprendedor. «¿Desarrollaste este producto? Ahora, ¿qué otro producto se puede desarrollar o qué podemos mejorar del producto que ya tenés? ¿Qué características nuevas le agregamos? ¿Cómo podemos resolver mejor el problema de un mercado concreto?», y siempre buscando diferenciar, única forma de cualquier empresa de hoy que se mantenga, en un mercado que está muy fuerte en lo que es la competencia. No existe el mercado en el que uno esté solo, que es un aspecto que siempre trabajamos.

– Cada vez que he venido a GEPIÁN me he encontrado con sus instalaciones colmadas de emprendedores. ¿Cómo es trabajar en tiempo de pandemia?
– Pah, ahí lo estás viendo (señala las oficinas vacías). Acá teníamos todos estos escritorios ocupados con emprendedores, gente que alquilaba oficinas. Allá teníamos a una empresa de software, acá teníamos a unos profesionales que estaban trabajando en un producto concreto. Teníamos emprendedores girando todo el tiempo. Hoy en día nos llevó a algo que ya veníamos ensayando mucho antes, te diría que casi dos años antes, no por un tema de emergencia sanitaria ni previendo que pudiera llegar una pandemia, sino porque al definirnos como una incubadora de empresas para el norte del país, ya estábamos ensayando mucho la virtualidad. Incluso en 2018 empezamos el desarrollo de un campus que se llama Campus PROMAS que es llevar la formación de emprendedores y nuestro programa de incubación al entorno más virtual, donde hacíamos clases virtuales.

Así que en realidad para nosotros no fue tanto el problema, sino que fue irnos de las oficinas trabajando en nuestras casas con reuniones todo el día, porque todo lo que hacíamos acá tuvimos que reagendarlo y llevarlo al mundo virtual, y que por comodidad de todos a veces terminábamos las reuniones a eso de las 9 o 10 de la noche, y esas son las cosas que tiene. Recién hace unos dos meses que retomamos la actividad acá.

Todo esto nos impone el desafío de repensar la forma en la que apoyamos a los emprendedores. Instancias presenciales quién sabe hasta cuándo no tendremos, y sobre todo pensando en nuestros emprendedores cuya mayoría están desperdigados por el norte, por Artigas, Paysandú. O sea, es un riesgo también movilizar esa gente y traerlos acá, a la incubadora. Pero la venimos llevando bastante bien. Tan es así que logramos mayor participación, por ejemplo, en las capacitaciones virtuales que en las actividades presenciales, porque la gente está más cómoda, los horarios son mejores o incluso el consultor se adapta a los horarios en los que los emprendedores antes no podían.

– ¿Esto marca el trabajo a futuro, luego de la pandemia?
– Y sí. A la larga estamos aprendiendo todos. Las instituciones de enseñanza están aprendiendo cómo debería o puede funcionar, y nosotros también. Incluso ya lo venimos pensando, es decir, que nuestro programa sea, no te voy a decir una incubadora virtual donde nunca nos vamos a ver las caras, pero sí tratar que la gente que tenga un emprendimiento que está incubando en Tacuarembó, por ejemplo, no vamos a hacer venir al emprendedor por una reunión o una consultoría, es ilógico con los medios que hay hoy. También como efecto pandemia en la gente, ahora está más abierta, les decís zoom o Skype y ahora saben lo que es. Incluso ayer terminamos de hacer el cierre de un programa de pre incubación, o sea, proyecto que está en etapa de idea, que quieren comenzar a poner en marcha un negocio, y teníamos un emprendimiento que estaba en la zona rural entre Rivera y Tacuarembó, conectado a zoom desde su celular.
Quizás hace dos años no nos imaginábamos eso, aparte hablamos de emprendedores que no son tan jóvenes, pero entonces ya saben que existe esa herramienta y que funciona con el celular, porque estamos acostumbrados a verlo en la computadora. Y todas estas cosas nos va marcando un paso que ya la virtualidad en realidad no es algo extraño.

– ¿Eso es parte del Emprendedurismo 2.0?
– Y sí, es parte de lo que creo vamos a empezar a ver más adelante. El programa de Emprendedores 2.0 que justo hace una hora cerró, que es un programa de Empresario – Emprendedor, que es algo parecido a algo que venía trabajando la Cámara de Industria que tuvo nueve convocatorias, donde lo que hacían era buscar vincular a empresarios de carrera con experiencia y gente que ya tenía un emprendimiento en alguna industria, y vincularlo con emprendedores que estaban en etapas iniciales o de crecimiento, para que esos empresarios les dieran sus perspectivas, su experiencia y sus contactos incluso. Como eso funcionó con los programas presenciales, hoy estamos pasando a un 2.0 donde incluso vamos a tener algunas reuniones presenciales, pero la mayoría serán virtuales.

Tratamos que ese programa que se hacía en Montevideo, y a veces muy limitado a algunos emprendedores que quedaban en el sur del país, hoy se tenga la capacidad de llevar ese programa a todo el país. Otra cosa que destacamos de eso es que en el programa hay un pilar que es formar mentores, es decir, que otros mentores que no son de Montevideo o capaz que no venían prestando servicios de mentoría, puedan hacerlo y entender cómo funcionan, que es muy diferente a lo que hacemos nosotros con los emprendedores, que es la tutoría, el seguimiento. El mentor ya es alguien que generalmente entra en el final de una etapa de incubación, donde el emprendedor necesita apoyo, contactos, entrar en algún negocio puntual y entender cómo funciona para empezar a desarrollar mejor el emprendimiento. Y eso generalmente se lo da alguien que viene ya con una experiencia y conocimiento que lo hizo en el proceso mismo de emprendedor que tuvo antes.

Eso es lo que hacemos con la Cámara de Industria. Esta es la primera edición, la segunda arranca con el llamado el año que viene. Roxana (Oliveri) me decía recién que cerraba el llamado con cerca de 40 proyectos, y se capacitaron alrededor de 30 mentores en todo el país, de los que hay 3 mentores de GEPIÁN, que postulamos para que se formen en la metodología de mentoría, tratando así de mejorar cada uno de los proyectos, que es en definitiva lo que buscamos con este programa.

 

PORTFOLIO DE DE DIEGO HERNÁNDEZ
En pareja. Es del signo de Virgo. De chiquito quería ser jugador de fútbol. Es hincha de Peñarol.

¿Una asignatura pendiente? Poner mi propio negocio.
¿Una comida? La napolitana.
¿Un libro? Padre rico, padre pobre.
¿Una película? El niño que domó el viento.
¿Un hobby? El mundo de las finanzas personales y leer sobre inversiones y nuevos negocios.
¿Qué música escucha? Pop latino.
¿Qué le gusta de la gente? La sinceridad, la transparencia, que sea confiable.
¿Qué no le gusta de la gente? Lo contrario, que sea falso o que aparente ser una cosa que no es.

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