Los salteños fuimos en alguna medida dividiendo las aguas, cuando se suman en la escena reflexiva los casos de Luis Suárez y Edinson Cavani. ¡Cómo si uno, mejor salteño que otro!
A Cavani se lo asocia más «a lo bien nuestro», mientras Suárez aflora distante de este solar «naranjero», sobre todo en el plano de los afectos.
Aunque en verdad los primeros años de los dos, han sido opuestos, desde el momento que a los 7 años, Luis Suárez se fue a Montevideo, cuando su familia emigró.
Por lo tanto, ¿cual es su simiente emocional con respecto a Salto?.
Lo de Edinson Cavani, sabe de una elocuencia superior a ese nivel y el nombre de Salto, «me tira por todos lados, más allá de la imponencia del primer mundo que conocí», como alguna vez sentenció cuando hubo quienes especularon con su retorno al fútbol de estos lares.
Pero son todos vaivenes humanos, y cada quien con su cada cual
Lo que no está en discusión es que en este domingo 31 de julio, los ojos del fútbol se depositan en un salteño. Y ese salteño es Luis Alberto Suárez.

Sobre las 11 horas llega a Montevideo. Caravana «a lo Nacional», hasta desembocar en el Gran Parque Central, el que lucirá una escenografía a la medida del tiempo mágico, para quienes han convertido al delantero, en auténtico ídolo.
Con 35 años en su espalda, es el reencuentro. Por tres meses en Uruguay y después al Mundial, para sumarse a la historia: será el cuarto torneo universal del que participará, igualando la marca del memorable por siempre, Pedro Virgilio «Daro» Rocha.
Luis Suárez es hoy. Más allá de todo el fútbol que se juega en el país, se convierte en el hecho más saliente del domingo. Y es un salteño.
Aquel mismo guri que jugó en el Baby Fútbol de Deportivo Artigas, para crecer después. Para acreditarse un rol en el fútbol a partir de su clase y de sus goles.
Salteñismo más y salteñismo menos. Pero un hecho es inapelable.
Suáez: es de aquí.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-