A la luz de los elementos que se manejan a nivel público, el conflicto en CONAPROLE tiene elementos de la posición gremial que resultan absolutamente incomprensibles.
Y hacemos la salvedad de que no hemos tenido acceso a argumentos gremiales que nieguen la posición que maneja la Cooperativa Nacional de Productos de Leche, para proceder al despido de un funcionario de un puesto jerárquico, al que la empresa le ha perdido la confianza.
Explica CONAPROLE, que los hechos denunciados penalmente por la cooperativa, determinaron dos procesamientos con prisión y dos sin prisión, debido a irregularidades en la entrega de productos. El funcionario en cuestión es el quinto que estuvo detenido y a quien la Justicia absolvió por no haber encontrado pruebas suficientes para su procesamiento.
Más allá de la responsabilidad frente a la ley, que queda claramente establecido que no encontró mérito alguno para procesarlo, CONAPROLE sostiene, que hay dos de los procesados que implican a este funcionario en las maniobras.
Que el funcionario procedía a la entrega de leche, sin recibir factura alguna, siempre con los mismos cuatro funcionarios procesados. Que hay videos que prueban esto.
Por lo tanto la cooperativa de productores lecheros argumenta que no puede mantener la calidad de funcionario de esta persona, que se desempeñaba en un cargo de confianza. Por falta de idoneidad para ese cargo o por obvias razones, la empresa ya no le tiene la confianza menester para tenerlo entre sus funcionarios, sostiene CONAPROLE.
La posición difundida por la cooperativa aparece como irrefutable. Reiteramos que no hemos escuchado de parte de los funcionarios argumento alguno para controvertirlos y por lo tanto opinaremos en virtud de la situación, tal como la están planteando desde la cooperativa.
Si los hechos fueron como sostiene públicamente CONAPROLE, aquí no puede haber dos posiciones. La empresa tiene la potestad de prescindir de un trabajador cuando le ha perdido la confianza. Es más diríamos, mal que nos pese a los trabajadores, aún sin dar explicaciones una empresa puede despedir a un empleado, obviamente que tendrá que hacerse cargo de todos sus derechos.
Si lo hace en forma antojadiza, es perfectamente explicable que los trabajadores agremiados asuman la defensa del mismo, por una cuestión de justicia social.
Ahora bien, cuando se asumen posiciones por otros intereses, quien o quienes pierden son los propios trabajadores, dado que se va cayendo en el descrédito frente a la opinión pública.
Ha pasado en varios gremios en los últimos años y quizás el más notorio haya sido el de funcionarios municipales de Montevideo, blanco de tremendas disputas internas y externas.
Es por lo tanto un tema sumamente sensible a la opinión pública, que debe ser tratado y cuidado como corresponde.