El grupo yihadista intensificó sus ataques contra el patrimonio histórico de Irak y fue por las ruinas de Nimrud, ciudad del imperio asirio.
Después de que en febrero pasado el grupo terrorista Estado Islámico (EI) destruyera de manera sistemática los tesoros de Mosul y prendiera fuego a una valiosa biblioteca, los yihadistas comenzaron este jueves a destruir con excavadoras las ruinas asirias de Nimrud, informó el ministerio iraquí de Turismo.
Las autoridades estimaron que la maquinaria de demolición comenzó a colocarse en torno a las ruinas la semana pasada.
La destrucción del patrimonio en Irak por los yihadistas del grupo EI demuestra la impotencia de la comunidad internacional, aunque la población local todavía puede hacer algo, dijo este viernes la jefa de la sección árabe de la Unesco, Nada al Hassan, en una entrevista a la agencia AFP.
«Estas destrucciones intencionales y deliberadas del patrimonio iraquí mostraron la impotencia que sufre la comunidad internacional», dijo a la AFP al Hassan.
La experta explicó que si bien es posible luchar contra el tráfico que surgió en Irak y en Siria tras la rápida ofensiva que inició el grupo yihadista en 2014, es muy difícil proteger las edificaciones que están en la línea del frente.
«Las poblaciones locales todavía tienen un papel que jugar y éste es el último bastión», dijo la responsable de la Unesco.
La experta mencionó la ocasión en que los habitantes de Mosul formaron una cadena humana el pasado verano, con el objetivo de impedir que los yihadistas destruyeran un minarete del siglo XII, con una forma ligeramente inclinada, muy típico de la ciudad.
Esta edificación conocida como «el jorobado» fue protegida por la gente, después de que el grupo radical hubiera destruido el 24 de julio la tumba del profeta Jonás, un símbolo para las tres religiones monoteístas.
Nimrud, fundada en el siglo XIII antes de Cristo, era considerada como la segunda ciudad del Imperio Asirio.
La mayor parte de los objetos de este importante yacimiento ya no estaban en el lugar, ya que tras las primeras excavaciones fueron llevados a los museos de varios países, incluido Irak. Sin embargo, en Nimrud todavía había grandes estructuras como frisos y estatuas, como las representaciones de toros alados con cabezas humanas.
Pese a «su gran importancia», Nimrud todavía no había sido declarado como Patrimonio de la Humanidad, pero sí estaba en el catálogo de la Unesco, para ser propuesto, dijo la experta.
La funcionaria dijo que debido a que Irak está «en guerra desde 1979», en referencia a los conflictos internacionales e internos que ha sufrido el país, la labor de investigación está rezagada y sólo cuatro emplazamientos gozan del estatuto de Patrimonio de la Unesco.
«Crimen de guerra»
La Unesco denunció este viernes que la destrucción de la antigua ciudad asiria es un «crimen de guerra» y dijo que informó al Consejo de Seguridad de la ONU.
Al Hassan precisó que las informaciones sobre la destrucción de Nimrud llegaban a cuentagotas, después de que las autoridades iraquíes denunciaran que los yihadistas usaron excavadoras para arrasar con las ruinas.
La funcionaria dijo que hay reportes de medios que afirman que algunos bajorrelieves y esculturas fueron transportados en un camión fuera del emplazamiento, pero es muy difícil comprobar la «veracidad» de la informaciones.
«Hay mucho cinismo, porque hay destrucción, pero también todo lo que puede venderse, transportarse y generar dinero, se conserva», destacó la responsable de la Unesco, quien señaló que el tráfico de piezas arqueológicas, como estatuillas y monedas, es muy «lucrativo» para los yihadistas.
Sin embargo, advirtió que este tipo de comercio requiere una manipulación muy delicada, que duda que tenga el Estado Islámico.
«Es verdad que esto financia el terrorismo, pero a una escala limitada», matizó.
En última instancia, Al Hassan dijo que quizás no todas las piezas se hayan perdido.
«Después del pillaje que sufrió el Museo de Bagdad en 2003 (tras la caída del régimen de Sadam Husein), más de 800 piezas fueron restituidas», destacó.
La Casa Blanca condenó
La Casa Blanca expresó su indignación este viernes por la demolición «incompresible» de restos históricos en la antigua ciudad de Nimrud en Irak por parte del grupo Estado Islámico (EI).
Estamos «profundamente entristecidos por la incomprensible destrucción de objetos históricos, culturales y religiosos en Irak, incluyendo los recientes ataques en Nimrud», indicó a través de su cuenta Twitter el Consejo Nacional de Seguridad.
Las autoridades en antigüedades de Irak dijeron que militantes del EI movieron camiones la semana pasada hacia Nimrud, con vistas al río Tigris, 30 km al sureste de su principal centro de Mosul.
Estados Unidos calificó la demolición como un crimen de guerra.
Cuna de la civilización asiria
Los vestigios de la ciudad de Nimrud, que según el gobierno de Irak fueron destruidos por los yihadistas, fue la cuna de la civilización asiria y su tesoro está considerado como uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo XX.
La ciudad está situada a orillas del río Tigris, a unos 30 kilómetros al sureste de Mosul, y fue fundada en el siglo XIII antes de nuestra era.
«Nimrud era la capital de Asiria en la nueva época» de esta civilización, recuerda Abdulamir Hamdani, un arqueólogo de la universidad Stony Brook de Nueva York.
El nombre de esta ciudad, que está en la lista indicativa del patrimonio mundial de la Unesco, es el último nombre árabe de un asentamiento que primero se llamó Kalhu. Los vestigios fueron descritos en 1820 y fueron saqueados por exploradores occidentales durante décadas. También resultaron dañados durante la invasión de Irak en 2003 por parte de Estados Unidos.
Los responsables iraquíes todavía no han podido evaluar los daños causados por los yihadistas, que el jueves pasado destruyeron parte de las antiguas ruinas.
Las piezas más valiosas halladas en Nimrud están desde hace tiempo en museos de Mosul, Bagdad y París, pero las estatuas gigantes llamadas «lamassu», que representan toros alados con cabezas humanas, siguen en el lugar.
La destrucción se dio a conocer una semana después de que se publicara un vídeo en el que yihadistas del EI aparecen destruyendo estatuas a golpes de martillo en un museo de Mosul, muchas de ellas procedentes de Nimrud.
«Es realmente un lugar muy importante en la historia de Mesopotamia» dijo Hamdani, y recordó que «muchos de los grandes tesoros artísticos» vienen de allí.
El llamado «tesoro de Nimrud», descubierto en 1988, es una colección de 613 objetos, incluyendo piedras, joyas de oro y varios ornamentos que algunos arqueólogos han descrito como el descubrimiento más importante desde que en 1923 salió a la luz la tumba de Tutankamón.
El tesoro, fechado hace unos 2.800 años, en el momento de esplendor del imperio asirio, fue expuesto brevemente en el museo nacional de Bagdad antes de que Irak invadiera Kuwait en 1991.
Luego fue escondido y su paradero se mantuvo desconocido hasta 2003, cuando las tropas de Estados Unidos derrocaron al régimen de Sadam Husein y lo descubrieron entre las ruinas de un edificio del banco central.