Matemáticas y síndrome de down, didáctica para todos
– ¿Qué es necesario para que la educación sea realmente inclusiva?
Esa pregunta no es fácil de responder porque en realidad son muchos los factores que influyen en que la enseñanza sea de facto inclusiva. La transformación debe ser vertical y de doble dirección, es decir, por un lado debe haber una transformación en la percepción que tiene la sociedad en su conjunto de las personas con discapacidad, cambiando un modelo asistencial basado en la caridad a otro modelo que considere a todos los ciudadanos con exactamente los mismos derechos acceder a un sistema educativo de calidad, y por otro lado las administraciones deben transformar de forma estructural el sistema educativo para que en cada aula la enseñanza se pueda realmente acomodar a la diversidad que existe en nuestra sociedad. Para esta última transformación sería necesario comprender que no todos los alumnos tienen que aprender lo mismo en el mismo momento, ni con la misma profundidad ni con los mismos libros y herramientas didácticas. Que los mismos conceptos se pueden aprender en el aula dentro de una gran variabilidad de enfoques y modos de enseñarse, mediante materiales manipulativos, materiales gráficos y audiovisuales, herramientas digitales, y contando con los recursos humanos suficientes para que todos puedan acceder de forma compartida a esos conocimientos. Los profesores deberían por tanto formarse en el uso de todas esas herramientas para poder flexibilizar la enseñanza y saber qué recurso sacar de esa caja de herramientas según las necesidades de cada alumno. Pero todo esto no es ni fácil ni barato.

– En la enseñanza de las matemáticas, ¿qué sugerencias puedes hacerles a los docentes que tienen alumnos con síndrome de Down para su mejor aprendizaje?
Yo creo que lo principal es que nunca den por hecho que los alumnos con síndrome de Down no van a poder comprender un determinado concepto, o que no van a poder desarrollar estrategias propias de resolución, o que determinados problemas son demasiado complejos para ellos, porque cuando uno se detiene a observarlos, dándoles tiempo y herramientas visuales o manipulativas que les permitan realmente comprender la naturaleza de los procedimientos matemáticos, uno descubre que pueden perfectamente razonar y desarrollar estrategias propias para cometer tareas matemáticas. Por otro lado, el lenguaje suele ser un problema importante en el desarrollo de las personas con síndrome de Down, especialmente en su primera infancia, y sin este lenguaje es complicado acceder a los abstractos conceptos matemáticos. Por este motivo y es esencial que se inician los niños con síndrome de Down en el concepto de cantidad no solo desde el conteo de objetos sino utilizando materiales visuales como Numicon o DEDIMAT que les permitan identificar visualmente cantidades y las relaciones entre ellas. Igualmente debemos trabajar la resolución de problemas desde el diseño de situaciones de aprendizaje, en forma de juegos o investigaciones, para evitar que la comprensión lectora sea una barrera para desarrollar su pensamiento lógico.
– En cuanto a los volúmenes, ¿cómo se puede mejorar su relación con la espacialidad?
Mi experiencia es que no tiene una dificultad específica con la especialidad. En general el acceso a la geometría y la medida es mucho más sencillo que al campo numérico, si bien las dificultades numéricas arrastran problemas en todos los campos.

– A veces en la búsqueda de adecuar la enseñanza se opta por bajar de nivel al estudiante, ¿es esta una opción para Ud. o se trata de buscar otra metodología?
Habría que definir el “nivel”. Creo que los docentes tenemos que saber manejar variables didácticas para adaptarnos a todos los alumnos como pueden en ser la dificultad de un problema, la forma de presentarlo, los pasos intermedios que se piden, los materiales que se aportan para que el alumno pueda razonarlo… Esto significa que aunque todos trabajen fracciones, unos pueden llegar mucho más lejos que otros en una misma sesión. Se trata de respetar el ritmo de aprendizaje y hacer llegar a cada alumno la metodología que mejor se adapte a su forma de aprender.
– En cuanto al uso de la tecnología como puede ser el uso de geogebra u otro, ¿son una ayuda para los estudiantes con síndrome de Down?
No solo son una ayuda sino que resultan fundamentales para fomentar su autonomía en el aprendizaje. Aplicaciones con Todomath, thatquiz, Mathingon, recursos diseñados con Genially o liveworksheet, y por supuesto GeoGebra en secundaria, ayudan al alumno a visualizar las instrucciones y las situaciones en contexto, son mucho más motivadores, les permites diferentes formas de expresar respuestas, pueden incluir recursos de ayuda como vídeos o pictogramas y les permiten descubrir su errores de forma anónima e inmediata.
– Por último me gustaría su reflexión sobre qué necesita una sociedad para ser inclusiva.
Necesita convivir con la discapacidad de forma cercana, necesita dejar a un lado la compasión para llegar a la comprensión y el conocimiento del otro desde un plano de igualdad, necesitar entender que la exclusión o segregación por discapacidad es en realidad tan deleznable como la exclusión por sexo, origen o raza. Cada vez hay más presencia en el cine, las series o los medios de comunicación de las personas con diversidad funcional, pero no siempre desde una visión inclusiva. Es necesario que los gobernantes impulsen verdaderas campañas no solo para sensibilizar a la población sino también para convencerla de que la inclusión es posible, necesaria y que supone una gran riqueza para todos.
Arq. Irene Barla Zunini. Dipl. en Innovación y Creatividad en Educación. Dipl. en Defensa Internacional de DDHH. Dipl. en Diseño de Políticas Públicas. Dipl. en Inclusión Social y Acceso a Derechos.