El 15 de mayo del año 2007, nacían en Florida los Centros MEC, el programa de descentralización cultural más importante de la historia del país, poniendo en el centro la periferia, priorizando el siempre olvidado interior del interior.
Se crearon los Centros MEC como una casa del MEC en todas las localidades del interior, como espacios para el desarrollo de actividades culturales, educativas, de participación social y de acceso a las tecnologías de la Información y la comunicación (tics). Desde el punto de vista de la circulación de contenidos culturales en el interior, se apostó a la circulación de espectáculos artísticos, talleres, exhibición de películas uruguayas y actividades tendientes a la popularización de la ciencia y la tecnología.
Hoy los Centros MEC ya son historia, fueron desmantelados por el Gobierno Nacional para supuestamente crear Centros Culturales que hasta el día de hoy no aparecen. Pensemos en la desigualdad en el acceso a las políticas culturales con la no existencia de estos centros, principalmente para los ciudadanos del interior profundo.
En nuestro departamento si no hubieran existido los Centros MEC: ¿Cuántas personas en Belén podrían haber accedido a una obra de teatro en su propia localidad? ¿Cuántos niños y niñas de Pueblo Fernández podrían haber accedido a un taller de Robótica Educativa? ¿Cuántos vecinos de Pueblo Quintana y Pepe Nuñez podrían haber viajado a Montevideo por primera vez a disfrutar una obra de teatro en el Solís?
Señor presidente, parece que a los actuales integrantes del gobierno nacional se le vuelven a olvidar los uruguayos que viven en el interior del interior, que los tuvieron durante muchos años de lado, pero que las políticas culturales desarrolladas desde los Centros MEC los pusieron en el centro.
Este nuevo escenario que se genera con el cierre de estos Centros, nos plantea un gran desafío para el Gobierno Departamental, que deberá asumir en solitario la construcción de políticas culturales amplias y permanentes.
Construir políticas departamentales de cultura que tengan como eje la democratización de la cultura como un derecho humano en donde todos somos actores culturales, con derecho a crear, producir, compartir, consumir cultura en sus más diversas expresiones y a tener una identidad cultural propia.
Por esto, señor Presidente, entendemos necesario abrir espacios a la participación de la ciudadanía, evitando que la misma sea un privilegio de algún sector de la sociedad que imponga una visión parcial.
Por lo anteriormente expuesto, solicito que mis palabras pasen a la Comisión de Cultura de esta Junta Departamental y a la coordinación de Cultura de la Intendencia de Salto y me gustaría que llegaran a las “oficinas del MEC en Salto”, pero lamentablemente no hay más.
Prof. Gabriel Scabino
Edil Departamental del Frente Amplio