Hoy, 29 de abril, es el Día Internacional de la Danza, fecha establecida por la Unesco en 1982, tras iniciativa del Comité Internacional de la Danza, perteneciente al Instituto Internacional de Teatro. Se eligió el 29 de abril por ser fecha del natalicio de Jean-Georges Noverre (bailarín francés, 1727), innovador y estudioso de este arte, maestro y creador del ballet moderno.
Y Salto se suma a las celebraciones que seguro se realizarán en las más diversas partes del mundo.
Es así que está previsto que a la hora 17:00 se inaugure una Muestra de Programas (vinculados a la danza) del Teatro Larrañaga, trabajo realizado en conjunto con el Centro de Investigación de Artes Musicales y Escénicas, muestra que permanecerá abierta hasta 29 de mayo. Más tarde, a la hora 18:30, en Plaza Flores tendrá lugar la proyección de un documental sobre Eduardo Piñeiro, bailarín recientemente fallecido y creador de la Escuela de Danzas Folclóricas “Ibirapitá”.
Allí mismo se realizará la muestra de danzas folclóricas rioplatenses a cargo de las docentes María de los Ángeles Arias y Cecilia Lanzieri.
En tanto, para la hora 19:00 está prevista la muestra de danzas españolas a cargo de la profesora Cristina Gaudín en el Auditorio de casa Quiroga.
Asimismo, una muestra de danzas contemporáneas a cargo de academias locales se estará desarrollando desde la hora 19:30 en Plaza Treinta y Tres y una muestra de Tango, a cargo de Angelina Díaz, desde las 20:30 horas en galerías del Ex mercado 18 de Julio.
Un mensaje desde Israel
En este 2018, uno de los varios “Mensajes” por el Día Internacional de la Danza lo escribió el bailarín y coreógrafo israelí Ohad Naharin, director artístico de la compañía de danza Batsheva y creador del lenguaje del movimiento GAGA.
El mensaje es el siguiente:
“Bailar, es ser en el momento.
Es estar atento a las señales emitidas por las sensaciones y dejar que éstas se transformen en la esencia de cualquier sentimiento, cualquier forma y cualquier contenido. Pero sin olvidar nunca de dónde venimos.
Cuando me preguntan de qué trata mi trabajo, lo primero que contesto es que trata de sí mismo.
Trata de cómo todos sus elementos se combinan para crear su propia narrativa.
Una narrativa de danza del volumen, de la delicadeza, del uso del poder explosivo. La búsqueda del movimiento, de la organización y de la estructura.
Reírnos de nosotros mismos, de la dinámica, de la exageración, de la subestimación, del vínculo entre placer y esfuerzo, y de la sublimación de la locura, de la pasión y de la fantasía que expresa cada bailarín hasta alcanzar una forma clara.
En su punto culminante, la danza puede llegar a ser sublime, aunque no alcance la perfección.
Necesitamos resistirnos al pensamiento conservador y convencional que tiene raíces en muchos sistemas educativos y formativos de la danza, y sustituir las viejas ideas por otras nuevas y mejores.
Además no olvidemos nunca de bailar un poco cada día… Además no olvidemos nunca de bailar un poco cada día… y cuando lo hagamos que no sea frente a un espejo”.