Coutinho «dialogando» con Muguruza.
«La ministra y yo quedamos con sabor amargo por lo que pasó», dijo
Germán Coutinho se quedó molesto. Es que tras realizarse la entrega de llaves a los beneficiarios de las viviendas en el complejo «Horacio Quiroga», donde estuvieron presentes algunas autoridades del Gobierno Departamental, el acto central estuvo encabezado por la Ministra de Vivienda, Graciela Muslera, las autoridades locales fueron dejadas de lado en una forma de evitar protagonismos de corte político partidario.
Por esta razón, el intendente, Germán Coutinho, la secretaria general, Cecilia Eguiluz, y algunos directores municipales que estaban presentes en la ocasión, no hicieron uso de la palabra ni entregaron ninguna de las llaves que el protocolo permite que sean entregadas a los nuevos propietarios de las viviendas adjudicadas.
El detalle, es que antes de culminar la entrega de las llaves y de proceder al corte de cinta, Coutinho se retiró raudamente del lugar. Incluso cuando se dirigía hacia el vehículo municipal, por la calle Ituzaingó, mantuvo un diálogo con el senador frenteamplista Eduardo Muguruza, donde no faltaron ademanes, gestos y algunas palabras en alto tono.
Como corolario inexorable, Coutinho no concurrió a la entrega de llaves en el complejo «Julio Emilio Suárez Sedraschi», en cuya ocasión solo estuvieron presentes el director de Obras, Eduardo Minutti y el dirigente colorado Lewis Rochón Sarutte (que participó además del acto en el complejo Horacio Quiroga).
Consultado por EL PUEBLO, sobre este episodio Lewis Rochón manifestó que «si bien no sabe cual es la opinión de Coutinho, le parece que en momentos en que desde el Gobierno Nacional se habla de trabajo en conjunto, y ante la presencia del Intendente en un acto de estas características, hubiera correspondido darle la posibilidad de manifestarse», refiriéndose en ese caso a la entrega de llaves o a la parte oratoria, cosa que no se dio.
Pero el jefe comunal que no perdió tiempo, reivindicó en su página de Facebook su condición de colorado pero bregó por el trabajo en conjunto con todos los sectores.
«Que yo voy de frente…y eso que soy bien colorado!!! ….pero ojalá algunos dejen las banderas de una vez por todas…y que sean primero uruguayos y salteños!!!», expresó el jefe comunal a través de esa red social por Internet.
Más tarde, Coutinho admitió a este diario que porque se «ofendió» con lo sucedido no fue al segundo acto de entrega de viviendas en el Cerro. «Es que me pareció que estuvo mal, yo soy el máximo jerarca del departamento, soy el Intendente de Salto, más allá de que guste o no, fui elegido democráticamente. No me pareció la actitud de los organizadores no dejarme entregar ni siquiera una sola llave. Fui uno de los impulsores y promotores de que este hecho se concretara y me molestó la actitud que hubo con respecto a mi persona».
Pero el Intendente no fue contra la ministra. Sino que advirtió que «a veces a estas cosas, como los actos protocolares no los manejamos ni los ministros ni los intendentes y se arman de una manera que puede no resultar feliz. Porque la actitud de dejarme de lado, no va en consonancia ni con lo que pregona el presidente Mujica ni la propia ministra. Si hasta hubo funcionarios que fueron convocados para la entrega de las llaves ¿por qué no me dejaron a mí hacerlo? Y eso se lo transmití al senador Eduardo Muguruza».
LLAMADA INESPERADA
Más tarde, la ministra de Vivienda, Graciela Muslera, se comunicó en forma telefónica con el jefe comunal salteño. «Pero me quedo con lo que pasó hace pocos minutos (refiriéndose a la noche de ayer) porque la ministra me llamó por teléfono y dialogamos mucho sobre lo ocurrido. Ella me dijo que se quedó con un sabor amargo con lo que pasó y yo le dije que también había sido así para mí. Entonces quedamos que entre lo que ella sintió y yo también sentí por lo ocurrido, surge lo positivo de lo que pasó hoy, de que se concretó la entrega de las viviendas y los salteños que la necesitaban, ahora tienen su techo», comentó Coutinho.
Informó que la ministra de Vivienda por su lado, le dijo que quedaba «de teléfono abierto para seguir trabajando juntos», lo que a juicio de Coutinho «es lo más importante, lo otro ya pasó».
Las viviendas donde tuvo lugar el entredicho.
