El conflicto en la industria frigorífica uruguaya se mantiene activo con posturas enfrentadas entre trabajadores, empresas y el gobierno. Mientras la Federación de Obreros de la Industria Cárnica y Afines (Foica) analiza intensificar las medidas, el gobierno ha descartado decretar la esencialidad en el sector.
Foica denuncia falta de avances y evalúa nuevas medidas
Durante una asamblea realizada el martes, la Foica decidió continuar con el conflicto debido a la falta de avances en las negociaciones salariales en los Consejos de Salarios. Según el presidente del sindicato, Martín Cardozo, las empresas buscan “impopularizar a los trabajadores y dar una mala imagen de este conflicto” (Medios Públicos).
El sindicato ha implementado paros que afectaron la faena en frigoríficos y no descarta otras acciones, como paros aleatorios y trabajo a reglamento. Además, Cardozo respondió a las preocupaciones del Instituto de Bienestar Animal (Inba) sobre la salubridad de los animales, argumentando que esta es responsabilidad de la industria.
El gobierno y el impacto internacional del conflicto
Por su parte, el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, afirmó que el Ejecutivo no decretará la esencialidad en la industria frigorífica, ya que no se cumplen los criterios necesarios, como desabastecimiento o riesgos para la salud pública. Sin embargo, Mattos destacó que el conflicto afecta tanto a los productores rurales como a la imagen internacional del país, comprometiendo acuerdos comerciales en el exterior (Montevideo Portal).
El ministro señaló que “cuando las medidas tienen una afectación a terceros de tal magnitud, hay que llamar a la reflexión”, y reiteró que la negociación continúa en el ámbito del Ministerio de Trabajo.
Reflexión presidencial y posibles decretos
El presidente Luis Lacalle Pou, consultado sobre la situación, confirmó que el gobierno monitorea el conflicto y evalúa diversas opciones. Si bien descartó medidas inmediatas, no excluyó la posibilidad de decretar la esencialidad, como solicitaron la Asociación Rural del Uruguay y otros actores del sector agroexportador.
El conflicto, que comenzó antes de las fiestas de fin de año, sigue generando tensiones, con la Foica manteniendo su postura de reclamos salariales y el gobierno abogando por el diálogo como única solución viable.