«Llegamos a la Liga, para que el fútbol pueda volver».
-Ese fue el punto de partida de Luis Alberto Arreseigor, cuando fue electo nuevo presidente de la Liga Salteña de Fútbol. Al paso de las semanas, plantearon «el peor de los escenarios»: jugar sin público. No por nada las gestiones se encaminaron, sobre todo hacia la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, para ir encontrando las primeras respuestas favorables.
El lunes pasado por la noche en el Consejo Superior, se remarcaron dudas respecto al inicio de la temporada, aunque el mes de setiembre se prolonga como optativo.
Casi cuatro meses de disputa, mientras desde algunas tiendas clubistas, el reino de incertidumbre y una pregunta puntual: «¿qué clientela de fútbol es posible tener después de tanto tiempo de ausencia de un calendario deportivo y con el agravante de ese 15% de desocupación?»
LA MERMA LIGUILLERA
La Comisión Directiva de Salto Uruguay, ideó un proyecto de disputa que apuntaba a dejar sin efecto la liguilla, «porque quedó comprobado al paso de los últimos años, que ya no genera la expectativa de antes en el aficionado».
Los decanos abogaron por el ingreso del Campeón de la Liga Agraria y el Campeón de la Divisional «B» a una instancia de definición con los primeros cuatro del Acumulado. Finalmente la opción no contempló a la mayoría.
El hecho es que no faltan los delegados que enfatizan en lo sucedido en la liguilla del 2013, tratándose de la última ocasión en que «la gente fue y el dinero se recaudó».
La interrogante puntual en tiempos de pandemia, es «cómo rescatar aquello?».
Los 20 mil dólares de promedio en cada una de las fechas y los 100 mil dólares en la suma total.
Nótese el número de entradas en cada una de las etapas. Frente a ese ayer, tantas dudas que se van acumulando. ¿Con qué realidad se irá topando la Liga Salteña de Fútbol a la hora de abrir las canchas, después de casi 20 meses al margen?
¿Qué porcentaje de la clientela es capaz de ser recuperada? Aunque habría que determinar cuál es la CLIENTELA REAL DEL FÚTBOL. Quienes vuelven. Y quienes no vuelven más.