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De a poco, las aguas que inundaron casas de los departamentos de Durazno, Cerro Largo, Canelones y Montevideo, entre otros, están bajando. Evacuados y autoevacuados, estimados en unos 3.500 en todo el país, ya están volviendo a sus casas.Pero el desborde de las cámaras sépticas y la consiguiente contaminación, trae consigo la inevitable aparición de ratas y las enfermedades que estas transmiten, como la leptospirosis.“Las ratas u otros roedores que están enfermos o portan la bacteria, escretan con su orina la leptospira y en las aguas estancadas por las lluvias en terrenos húmedos queda este germen”, advirtió a El Observador el infectólogo Eduardo Savio. La leptospirosis, que puede introducirse por la piel o por las mucosas, puede producir una enfermedad “febril aguda o una hepatitis” que incluso puede ser “más grave” en el caso de que ataque la zona “renal o neurológica”, aseguró Savio. A tener en cuentao para prevenir que la enfermedad se transmita, Savio manifestó que las medidas “son difíciles de tomar” ya que las personas “no deberían tener contacto con terrenos humedecidos, y con agua estancada y no estancada”.
