back to top
martes, 3 de junio de 2025
14.4 C
Salto

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

- espacio publicitario -
Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/bwrr

Todo tiempo pasado fue mejor» es una famosa frase del escritor español Jorge Manrique (h. 1440-1479). Incluyó tales palabras en Coplas sobre la Muerte de su Padre, el caballero hispano don Rodrigo Manrique.Informe
Es una expresión que se usa muy frecuentemente., considerando y añorando épocas pasadas como mejores que las actuales.
Seguramente con una carga subjetiva enorme dependiendo de cada historia vivida y la percepción de la misma.
Hoy recurrimos a la memoria de salteños que tienen mucho para contar, transmitir, para que conozcamos o recordemos otra época de nuestro Salto.
Sin duda cada lector tendrá su propia respuesta

 

«Hacer una apreciación sobre que todo tiempo
pasado fue mejor, me parece muy arriesgada»

- espacio publicitario -ASISPER

Para Enrique Cesio

Siempre es un gusto poder dialogar con un claro referente de nuestra sociedad, el Profesor y Escribano Enrique Cesio, a quien EL PUEBLO consultó sobre su experiencia en cuanto a la consigna del informe dominical de esta semana.cesio quique

– ¿Todo tiempo pasado fue mejor?
– En realidad no hay una opinión sola, hay cosas que son completamente mejores que antes. Es decir, es incomparable la capacidad de comunicación que un hombre tiene con sus relaciones, sus amistades, sus familiares. Tuve hace treinta años a una hija estudiando en Alemania y para comunicarme tenía que solicitar hora por el teléfono y esperar bastante. Hoy con un celular en la mano te comunicás con cualquier cosa. Pongo esto como ejemplo, incluso cómo algunas técnicas nuevas van quedando para atrás. Hoy los muchachos no usan mucho la vieja computadora fija y están con sus elementos portátiles.
Pero hay otras cosas en las que la sociedad no sé si ha retrocedido, pero tiene problemas que antes no existían como el tema de la seguridad. Es decir, andar de noche por Salto era una costumbre que cuando funcionaban los cines, hasta las doce de la noche las confiterías estaban abiertas. Miro ahora acá en Uruguay al 800 donde estaba el Cine Ariel y la Confitería Ideal con sus mesas llenas de la gente que salía de ver dos películas en la noche, y hoy no veo a nadie, todas las ventanas bajas y cero gente caminando, y en este ejemplo no me podrán decir que es por lo de la pandemia porque lo que digo pasa desde antes de la llegada del coronavirus al país.
O sea, hacer una apreciación sobre si todo tiempo pasado fue mejor, me parece muy arriesgada. Hay algunas cosas que eran mejores, había más comunicación familiar presencial, hoy los hijos se van temprano del hogar y forman su propia familia. En fin, mi opinión no es tajante en cuanto a que todo tiempo pasado fue mejor, sino que hay muchas cosas que la civilización y el progreso han sido realmente impresionantes. Es más, el adelanto tecnológico se mide cada vez en menor tiempo entre una cosa y la otra. Pasaron siglos para encontrar una vacuna contra la viruela, ahora parece que contra el coronavirus en unos meses o en un año ya va a estar pronta. Son algunas cosas que se me ocurren en una entrevista imprevista e improvisada.

– Usted mencionó al pasar el tema de la familia. ¿Cómo ha visto este tema particular con el transcurrir del tiempo?
– Ha cambiado el relacionamiento entre generaciones. Es decir, el trato que yo le daba a mi padre no es el mismo que me dan mis hijos. O sea, no porque haya falta de respeto ni nada de eso, al contrario, muchas veces hay intercambio de opiniones que son perfectamente válidas para cualquiera de las partes. Además, hay mucha más movilidad de la gente. Le doy un ejemplo, mi mujer y yo somos hijos únicos, y tenemos tres hijos, once nietos y siete bisnietos, pero acá en Salto salvo los conocidos Juan Pablo y su mujer, los demás están en Montevideo y nos vemos muy poco porque cada uno tiene su trabajo, sus obligaciones, no es solamente por la pandemia que no es fácil manejarse.
– Desde el punto de vista religioso, hoy puede verse una proliferación de la oferta espiritual, ¿cómo era antes?
– Yo me desarrollé en un colegio católico, estuve vinculado a la Iglesia siempre y evidentemente hay una crisis de la religión católica respecto a las demás. La aparición de las numerosas organizaciones religiosas de todo tipo, sean evangélicas o de las otras, ni se soñaba en la época nuestra. En eso hay, no sé si una disminución de la fe o una división en sectores de los que creen o no creen en la existencia de un ser supremo.

 

 

Carlos Ardaix cree que el pasado «Era diferente…Y se extraña»

Periodista, comunicador, animador de eventos, hombre de larga trayectoria en nuestro medio, Carlos Ardaix es sin dudas un referente a la hora de hablar de espectáculos artísticos que han pasado por Salto a lo largo del tiempo. Así transcurrió parte del diálogo con EL PUEBLO para este informe:FullSizeRender-11

-¿Qué décadas que le tocó vivir destacaría como de mayor esplendor en cuanto a espectáculos artísticos en Salto?
Las décadas del 70 y 80 fueron pródigas en lo que a espectáculos artísticos respecta. Uno de los elementos fue, sin dudas, la construcción de la represa de Salto Grande. Otro tiene que ver con la actividad social de los clubes deportivos ubicados en la zona céntrica de la ciudad. En lo personal, destacaría el rol de los medios de comunicación por determinadas razones. Artistas de todos los géneros se difundían en las emisoras del medio. Esa difusión creaba expectativa en la gente. Así se generaba un marco muy apropiado para recibir las figuras consagradas. Canal 8, único en el medio y las tres emisoras AM fogoneaban esta actividad. Los bailes animados por orquestas recibían miles de personas, los espectáculos en el Harriague como «Cosquín en Salto» promediaban cinco mil personas en cada noche…
-Justamente, ¿qué espectáculos le quedaron grabados por su importancia y magnitud?
Salto recibió figuras de primer nivel europeo: Rafaela Carrá, Los Parchís, Roque Narvaja, por citar algunos de los que actuaron en Parque Harriague. En Salto Uruguay y Universitario desfilaron Serrat, Los Gavilanes de España, Xavier Cugat, Palito Ortega, Iracundos, Pasteles Verdes, Los Náufragos, Sergio Denis, Los Wawancó, Cuarteto Imperial, Estela Rabal, Roberto Goyeneche, Hugo del Carril, Los Linces, Ángeles Negros, Alberto Arbizu, Abracadabra y muchos más. Las mesas se vendían anticipadamente con cuatro sillas por mesa. Era normal que se agotaran antes del baile. Estas reuniones se hacían con luz, es decir la sala iluminada, costumbre que la discoteca cambió. La diversión cambió, o el modo de divertirse.
-Mencionó hace un momento el Parque Harriague, ¿fue ese el escenario principal de esa época?
La dimensión del espectáculo está directamente relacionada al artista. Como el Harriague es el lugar que por su capacidad locativa recibe más gente, fueron éxito Rafaela Carrá, Palito Ortega y Soledad. Los festivales de Festilindo, que permitieron a niños salteños cantar en la TV de Buenos Aires…
-Lugar que ha decaído notoriamente…
Este lugar emblemático de Salto y del Uruguay todo, ha padecido de falta de continuidad. Por estar en la órbita municipal, las distintas administraciones lo gestionaron con políticas diferentes. Nunca tuvo protocolo -palabra de moda– y de tanto en tanto, como el ave Fénix, resurge de las cenizas y luce en su real dimensión.
-¿Y qué pasa actualmente? ¿Por qué ya no es posible en Salto esos espectáculos mundialmente de primer nivel?
Hoy día, el gran espectáculo depende fundamentalmente del cachet del artista. Es difícil traer un gran número a cualquier parte. Los rubros de sonido e iluminación, imprescindibles, y otros detalles conexos, no pueden faltar. Una simple operación matemática expone al realizador a una operación condenada, o casi, al fracaso. Los grandes festivales que se hacen en nuestro país interior están organizados por las administraciones departamentales. Ganancias o pérdidas son su responsabilidad. Una institución, que busca rubros para subsistir o un empresario privado, están sujetos al resultado del evento. El costo de los artistas nacionales, para no mirar más lejos, obliga a pensar en un valor de entradas que mucha gente no puede pagar. Aunque cada uno tiene todo el derecho de tarifar su trabajo, la pregunta es: ¿hasta cuánto puede pagarse una entrada?
-Parece desprenderse de sus palabras que antes todo esto era mejor…
¿Si era mejor? Era diferente. Las orquestas iniciaban su actuación a las 22.00. El público concurría entre 22 y 23. No había previas, ni porros. No se amanecía en un baile. El espectáculo artístico, por lo general, se realizaba entre 21.00 y 24.00 horas. El Cosquín en Salto era una excepción en razón de que actuaban cuatro figuras por noche. Ejemplo: Los Chalchaleros, Chango Nieto, Los cuatro de Córdoba y Luis Landriscina. Las tres noches se extendían hasta las cuatro de la madrugada o más. Hoy es imposible organizar un espectáculo con una grilla artística de ese nivel. Salir de casa y volver era rutina. Dejar bajos los vidrios de un auto. Recuperar una cartera, documentos o una prenda. Se apreciaba la convivencia y el relacionarse favorecía la amistad y el noviazgo. Cuando decías «buen día» o «buenas noches» te respondían y si estornudabas surgía un «¡salud!» Era diferente…Y se extraña.

 

«Algo o alguien hizo un giro en ese caleidoscopio bizarro que es la vida…»

Víctor H. Silveira:

Al empezar a conversar, se le entreveran algunas ideas y recuerdos, entonces confiesa: «me pasa cuando hablo de cosas que me gustan y me emocionan». Es Víctor H. Silveira, poeta, dramaturgo, actor, de intensa participación en el movimiento cultural salteño de décadas atrás, integrante del emblemático conjunto «Decir», de Nydia Arenas. Empieza Silveira por comentar que el pasado 13 de marzo estuvo en el patio del Teatro Larrañaga en un homenaje a Elder Silva y Juancho Martínez y «desde la mesa donde me ubicaron, recordé el año 1968, cuando allá por diciembre, estrenábamos para todo Uruguay, Los Prójimos, de Carlos Gorostiza. Previamente Marosa di Giorgio quiso salir a fumar un cigarrillo. Nos asomamos, yo, ella y Juancho, apoyados en esa baranda de hierro que comunica dicho patio con las instalaciones… Estábamos por salir al escenario, serían las 20:45 del 18 de diciembre. Cuando bajábamos la escalera, alcancé a decirle que estaba parecida a Jayne Mansfield (star rubia de los años 50), y ella se sonrió… Deduzco que en 1968 estaba finalizando una época e iniciando otra. Así como también ese viernes 13 de marzo de este año, casual o causalmente, estaba terminando una etapa para dar comienzo a otra que se da con la primera pandemia del S. XXI…».

V. Silveira

1968: año históricamente complejo: «Pero vuelvo a 1968 –prosigue narrando-, históricamente fue un año complejo. No sólo por lo que se denominó ‘el mayo francés’, que después se extendería por toda Europa, y hasta Latinoamérica, sino por los dos asesinatos, magnicidios diría, de Robert Kennedy y Martin Luther King. Me decía a mí mismo: como todo incide en todo, esto va a incidir en la Historia, en el futuro que nos aguarda, si nos atenemos a eso del ‘efecto mariposa’, del que ya se hablaba por entonces, cuando la primera gran guerra, que se inició como una reacción en cadena por un error del conductor del auto que llevaba al Archiduque Francisco Fernando de Austria. ¡Una eclosión en cadena a raíz de un conductor equivocándose, un asesinato, y toda Europa en guerra!…»

Ni mejor, ni peor… distinto: ¿Todo tiempo pasado fue mejor?, le preguntamos. Y respondió: «Ni mejor ni peor, distinto. Algo así como un caleidoscopio, que sería el tiempo/lugar, que con los mismos elementos en su interior va formando nuevas figuras, nuevos paisajes, nuevas luces y sombras. Y hasta nuevos colores insospechados, ¡que los vería solamente el ojo de un colibrí!, que combinándose dan inéditos matices.
A veces bellos, a veces feos, a veces trágicos, a veces terribles. A épocas de una paz idílica, siguen guerras brutales como la mencionada, o en 1939 la 2da. Guerra Mundial, más devastadora aún…». Pero piensa un momento y reflexiona: «Aquellos polvos trajeron estos barros…O sea que tanto aquel tiempo ‘presente’ de 1968, como el presente de 2020 son, serán, consecuencia de lo que antes se hizo…».

El teatro con Nydia Arenas: Al solicitársele recuerdos de aquel tiempo de furor teatral, piensa y dice: «a fines de los 60, integrando el Conjunto Decir, con Nydia Steinfeld Arenas, dirigiendo los ensayos en su casa de calle Sarandí 17, o en el salón del Liceo Nocturno donde dictaba clases de Arte Escénico, y también Taquigrafía ese año, comentábamos entre clase y clase, o en las pausas, otros temas que tenían que ver con el quehacer artístico. Por ejemplo, el cine.
Ella era aficionada al Séptimo Arte, había visto casi todos los filmes de Bette Davis, una gran estrella que inició su carrera en el Teatro de EE.UU., contratada enseguida para cine, y dirigida por grandes de la industria, como Wyler, Huston, Capra, y tantos más. Dejó soberbias actuaciones como «Jezabel», «La Carta», «El Cielo y Tú», «La Malvada»… En «Qué Pasó con Baby Jane?» fue candidata al Oscar». Cuando habla de estos temas, Silveira recuerda también con afecto al poeta Rolando Faget: «Rolando y Nydia Arenas con su esposo Bernardo, se habían conocido y tratado en el año 1963, en una confitería céntrica, igual que con Marosa. Creo recordar que «La Oriental» o el «Café Sorocabana», donde acostumbraban a reunirse artistas y escritores de la movida salteña y noctámbula, de aquella época dorada para la cultura local».

Los Cines: Víctor recuerda que esa última película nombrada, «vino al Cine Ariel, que era cine y teatro, allá por 1963, pero yo pude verla recién en un reestreno, sería en 1966.
El Cine Ariel estaba en calle Uruguay al 800, enfrente a donde nació Quiroga y al lado de donde nació Víctor Lima». Sobre otros cines rememora: «En la cuadra donde vivía Nydia, había dos cines más: el Sarandí y el Metropol. O sea que Nydia Arenas no se perdía estreno. Además, me dijo cierto día de abril: «Víctor, y si en el Microcine –se le decía así al cine callejero- dan algo que me gusta, vamos al barrio que sea, en el ‘Ford T’ de Bernardo. Se refería a ‘Varón’ Silva y Rosas, su compañero y esposo». En este momento Silveira se acuerda de esta anécdota: «a fines de diciembre del 68 vino un circo a la zona de Barrio Artigas. Entre los números, aún estaba el teatro.
Fuimos en el Ford marrón, en grupo, a ver el circo y la obra teatral que cerró la función se llamaba La Venganza del Arriero. Además había otras dos salas de cine: el Plaza, frente a Plaza de Deportes, y el Salto, en Avda. Blandengues, este fue el cine de mi niñez y adolescencia, años 60, la época de las matinés a las que el viento también se llevó cuando la TV empezaba a ganar espacio. Solíamos comentar con Nydia, ya entonces, la ausencia de espectadores tanto al teatro como al cine. Era frecuente hacer funciones teatrales con escasos espectadores en las salas, fuera el Ateneo, el Larrañaga u otros locales».

Bibliotecas y lecturas:
«Leíamos mucho e intercambiábamos libros de poesía, novelas, teatro», rememora. Y luego cuenta: «La Biblioteca Municipal estaba en la planta alta del Ateneo, allí recurríamos algunos alumnos a retirar libros prestados.
También estaba la Biblioteca Artigas-Washington, que prestaba libros, revistas y discos de vinilo. El primer recital de Marosa di Giorgio al que asistí fue allí, en esa biblioteca que estaba en Uruguay 1035, donde actualmente hay una residencia para ancianos. Fue en julio de 1967 y recuerdo el primer poema que recitó: «Noche de mayo y de magnolias. La luna inventa un pueblo blanco en las colinas…».
¿Cambió? ¿O murió todo aquello?: Fue la pregunta que hicimos y dijo Víctor: «Ni lo uno ni lo otro. Salvo que ’Algo’ o ‘Alguien’ hizo un giro en ese caleidoscopio bizarro que es la vida, el globo terráqueo, el mundo, el tiempo y el espacio.
Creo que todo está en ese crisol o caleidoscopio. Un pequeño giro apenas, de grados, y nace un rostro, una figura, un cielo, un sol nuevo, otra tierra…con su extraña luna. Pequeñas mutaciones que allá estaban, y aquí continúan, formando eslabón para lo que vendrá». Finalmente, quiso compartir un poema de su autoría que, entiende, refleja ese devenir del tiempo en la cultura local:

MEDIO SIGLO DEL MAYO FRANCÉS, MEDIO SIGLO DEL MAYO ORIENTAL
Mayo de 1968. El ‘Mayo Francés’…Aunque hubo también un mayo uruguayo, un mayo muy salteño, y un mayo oriental. Si lo ensamblo y recuerdo ‘at my way’: el Reloj nocturno de esa cornisa marca la hora de los artistas y los poetas, los pintores, los actores, los noctámbulos duendes de Fulvio Nelson Maddalena, en las «ondas del éter, a las veintidós…» Por estas nocturnas calles -Sarandí y Uruguay- el Sorocabana, La Ideal, La Cosechera, La Oriental, cruzan trabajadores, viajantes, noctámbulos. Y los estudiantes del Liceo Nocturno: Secundario… o Dactilografía, Taquigrafía, Arte Escénico en el «Decir.» Es decir: Nydia S. Arenas y su Elenco desde 1947, Calle Sarandí número 17: haciendo cruz frente a ese mágico Reloj marcando -ya casi- la hora veintidós… En el año ‘68 buscábamos un lugar al sol mientras decíamos: -»¿Qué le pasa al Mundo?» Hace medio siglo: marzo, abril, mayo, junio, julio con sus vientos helados y nuestros abrigos pobres. ¡Ricos de ilusiones: parches de algún azul, rebelde e indeleble! Agosto, setiembre, octubre, y noviembre del Salto Oriental…Ayer con ‘Nocturno’ de ayer: Si hasta «yesterday» nos animamos a cantar entonces sin ser Lennon ni Mc Cartney… Ensayos para estreno de «Los Prójimos», allí o en Salón del Liceo Nocturno.
Los aspirantes a poetas-actores cargados de sueños e ilusiones…
Y junto a una Marosa desplegando ya sus alas -diamelas, humo y esmeraldas- para eterno vuelo en tríada: Falena… Poetisa… Actriz: (SPOT DE LUZ AZULADA SOBRE ELLA. EL VUELO ES REAL). MAROSA (Mientras cae el telón): – «Quizás vuelva… convertida en mariposa».

 

A nivel cultural el tiempo pasado fue mejor considera el profesor Jorge Cabral Vinci

El profesor Jorge Cabral Vinci aportó su punto de vista sobre los cambios a nivel educativo, político y cultural en nuestro departamento.
A NIVEL EDUCATIVOCabralVinci-2009
A nivel educativo, si bien hace varios años que no ejerce la docencia, considera que hay un cambio importante en cuanto a planes de estudio donde toda la parte histórica del país se va dejando de lado y no es lo mismo que hace años atrás «cuando íbamos a la escuela hasta el liceo siempre teníamos un respeto muy grande por todas las fechas patrias; sabíamos todas y hoy la mayoría de los jóvenes no saben», comentó.
Por otro lado, destacó que el cambio de orientación es significativo porque «nuestra educación anterior era una educación humanista donde se cultivaba mucho la cultura en general, la parte literaria, la parte histórica, había una cantidad de actividades importantes, y después con el tiempo al cambiar todo esto, esa visión humanista – que quizás haya gente que diga que pasó de moda- que se tenía dentro de la enseñanza fue desapareciendo y hoy la enseñanza es ‘por arriba, no hay un conocimiento o un intento de que los jóvenes tengan un conocimiento profundo», remarcó.
Cabral Vinci destacó que hoy se dice que lo importante son aquellas carreras que permiten a los jóvenes insertarse laboralmente como por ejemplo las relacionadas a la tecnología, «veo que hay una muchachada importante en este país que agarró para el lado de la investigación, como los que están en el Instituto Pasteur que tienen 30 y pocos años y son los pilares que se sustentaron el enfrentamiento al Covid 19».
Los cambios se van transformando y todo esto comenzó con la globalización, indicó y agregó que la tecnología, Internet y las redes sociales, han sido favorables en la vida, ya que por ejemplo ahora con el surgimiento de la pandemia, y la suspensión de las clases, fue importantísimo que los profesores y maestros pudieran comunicarse a través de estas vías con sus alumnos.
«Mucha gente piensa que hay que seguir las carreras que le dan opción de trabajo, otros están siguiendo carreras que cada vez se hacen más difíciles por lo costosas como por ejemplo química o arquitectura».
De esta forma Cabral Vinci entiende que la educación ha cambiado, hubo cosas mejores en épocas anteriores y hoy hay cosas –como el Plan Ceibal- que hacen la diferencia.

A NIVEL POLÍTICO
A nivel político manifestó que también tiene sus cambios, en este aspecto indicó que hoy le asombra que mucha gente que son políticos siempre están buscando un lugar donde poder desde la política hacer su vida personal también.
Mencionó que antes, conoció intendentes de primer orden, que impulsaban a Salto, lo tenían en lugares de primer orden, «recuerdo que para mí era una satisfacción, un orgullo ir a otro departamento donde me encontraba con gente que no era de Salto y me preguntaban de dónde era y cuando les decía que era Salto, destacaban las termas y otras virtudes». Explicó que en ese momento, había un respeto y una admiración muy grande por el departamento «después, no interesa cuáles son las administraciones, pero fue perdiendo prácticamente un 60 o 70% de todo lo que era prestigio y admiración que se tenía por el departamento».
Por otra parte resaltó que hoy, el Covid 19 ha dado una sorpresa muy grande y la política se tuvo que adaptar al tema y son las cosas que llaman la atención.
Mencionó por ejemplo que en el Parlamento las primeras reuniones se realizaron a través de Zoom. «Antes quizás no había tanta comunicación como hoy con las redes sociales las cuales si bien algunos las utilizan para insultar, denigrar y mentir contra alguna persona, en general es un elemento bueno para poder conocer el pensamiento (de los políticos), los programas de gobierno, y como en este caso la Ley de Urgente Consideración (LUC) que hace muchos meses que anda dando vueltas, pero la gente ya tiene conocimiento pleno de lo que contiene».
Cabral Vinci resalta que el cambio más importante a nivel político es que ya no es como antes «que tomábamos conocimiento de todas las actividades porque estábamos permanente, o en las departamentales o en los actos sino que todo eso fue perdiendo, ahora los estamos viendo en la televisión o viendo sus opiniones en las redes sociales, es decir que la actividad política se ha transformado totalmente».
A NIVEL CULTURAL
Para Cabral Vinci a nivel cultural, sí hay una gran diferencia entre el pasado y la actualidad, porque antes había una cantidad enorme de actividades culturales que permitían a los salteños estar vinculados en forma permanente a todas las actividades se hacían y además se contaban con cantidad de espectáculos por ejemplo en el Teatro, con compañías muy buenas, incluso de España, los coros, y el ballet, «era una actividad muy profunda, incluso vino una sinfónica hermosa que tocó en el Parque Harriague que fue brillante».
Entiende que es un error haber quitado el Departamento de Cultura y agrega que, «si uno empieza a recorrer la historia de Salto a nivel cultural era algo impresionante».
A propósito de ello recordó que cada quince días aproximadamente venían artistas famosos y resaltó que acá salieron artistas destacados como Marosa di Giorgio y Víctor Lima entre otros.
En este ámbito sí tenemos una diferencia indicó y explicó que «la cultura no puede ir atada a nada, hace años juntaron cultura con acción social y fue un desastre, ahora vamos rumboa a eso, porque además con el Covid 19 no hay más actos». Por lo tanto en este caso «sí los tiempos pasados fueron mejores».

 

«A los 80 años, puedo mirar el tiempo con buena perspectiva»

Dr. Hertz Ganzo

EL PUEBLO dialogó con el Dr. Hertz Ganzo, galeno reconocido y de amplia trayectoria en nuestro medio, quien recordó la importancia del tiempo vivido, y la proyección que se tiene en la vida, haciendo hincapié en resaltar el valor de la familia, los amigos y el servicio a la sociedad.INFORME Dr. Hertz Ganzo

AQUÍ Y AHORA
El vivir nos hace una especie de filtro donde, los recuerdos lindos, afloran a cada rato; uno los cuenta en la mesa, los cuenta en las reuniones de amigos: te acordás aquella vez… Todas esas cosas lindas uno las retiene porque, lo mantienen a uno vivo, sano, optimista. Y, a las cosas feas, a lo malo que nos ha pasado en esta vida, el tiempo hace que uno achique el problema, lo olvide si es posible y, por lo tanto, posibilita que uno no se amargue, nos permite tener una vida linda, distendida y alegre.
Los filósofos insisten mucho en el aquí y en el ahora; ayer ya pasó, mañana no está, así que estamos solo aquí y ahora. Esta noche será esta noche, pero, no sé si llego.
En la vida del ser humano, de todos los credos, religiones y razas, todos somos iguales, valemos lo mismo. El hombre en sí, la vida humana, la forma de pensar de cada uno, es única e irrepetible y, nos merece el máximo de respeto.

TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR
Yendo a la pregunta, de si todo tiempo pasado fue mejor, le puedo decir que es una pregunta preciosa y difícil. Quien le habla ya tiene 80 años, entonces, muchas veces he repasado mí vida y, la comparo, irremediablemente, con la de otros. Creo que, la década que va desde los 35 a los 45 años, más o menos, se puede abrir esa brecha un poco más o estrecharla, según cada uno, es donde uno ya ha aprendido a vivir, a ubicarse en la sociedad, a tener ya una profesión u oficio, etc., y, está en el máximo de su rendimiento dado que, la juventud dentro de los 35 a los 45 años, nos permite tener, todavía, una cabeza libre, dinámica, pensamientos optimistas; y, a su vez, el hombre a esa edad, ya está conformando o ha conformado su familia.
Qué quiero decir con esto. Que esa época, a mi entender, es la más provechosa para sí mismo y para los demás. Recordando aquello que decíamos, que incluimos en la vida del hombre, no sólo la familia y los amigos, sino, también, el servicio.
Familia y amigos que son, en definitiva, lo mismo. Con unos hay consanguinidad, con otros no, pero, los valores de cada uno, se miden con el mismo metro, y, cuando uno se va de éste mundo, deja familia y amigos y nada más. Lo otro que pueda dejar, como fortunas, por ejemplo, todo eso va y viene con una facilidad mucho más rápida, que hace que, individuos que tienen mucho dinero queden en nada, y que quien no tiene nada, se encuentre en un momento con mucho que le dejó alguien o lo adquirió por otro lado.
Por eso, entonces, podría caber un sí en su pregunta. Pero no que todo tiempo pasado fue mejor, sino que, el tiempo pasado en general, lo fue, no todo, obviamente. Porque, a los 80 años, que puedo mirar el tiempo con buena perspectiva, teniendo recuerdos de cuando tenía dos años, aunque parezca mentira, pero son recuerdos muy salpicados como se dice, pero recuerdos al fin; puedo decir que fueron etapas muy lindas, la escolar, la liceal, la de los estudios superiores, fueron tiempos de disfrute de la vida misma, una belleza. Y, como se lo mencioné, de los 35 a los 45 años, uno ya sabe lo que tiene que saber para enfrentar al mundo, y, en la experiencia de vida hasta los 35, uno ha aprendido a acomodar el perfil en la sociedad donde está inserto. Reitero esto porque, creo que, es en ese lapso de tiempo, donde el hombre se proyecta más, donde resaltan más.
PROYECTARSE A LOS 80 AÑOS
Ahora realizamos una pregunta contraria; ¿el hombre a los 80, no puede proyectarse positivamente? Sí, como no. Con mucha más experiencia y todo. Pero, con mucha menos potencia, con un intelecto que uno ya nota deteriorado. Un ejemplo, el poder de lectura, y soy un lector asiduo, diario, ha disminuido sensiblemente.
El poder de investigación, que siempre me acompañó, lo tengo interiormente pero, cuando deseo llevarlo a la práctica, queda en proyectos. Diría que de 100, 99 y medio quedan por el camino.
Por qué pasa esto. Porque no tengo tiempo. No, al contrario, tengo todo el tiempo del mundo, al no tener trabajo ni otra obligación; los hijos y los nietos son independientes y, los bisnietos, también.
Entonces, qué hago con mi tiempo, bueno… ¿lo malgasto? No, lo ocupo, lo invierto en la familia. Eso es lo mejor.

 

«Si yo no hubiese tenido una mentalidad profesional en la historia, muy posiblemente no hubiera podido analizar la actualidad»

Prof. Ofelia Piegas

«Tengo una preferencia, evidentemente, con una sociedad mucho más organizada, con una familia organizada; aunque, en ese sentido, no conviene, tampoco, hacer juicios de valoración, por cuanto, lo que no tiene remedio, remediado está».INFORME Prof. Ofelia Piegas

Así analizó sintéticamente la actualidad, la reconocida historiadora y docente salteña, Ofelia Piegas, en diálogo con EL PUEBLO.

CAMBIOS REVOLUCIONARIOS

La pregunta es capciosa. Yo la puedo contestar desde el punto de vista personal o desde el punto de vista profesional.
Que, en mi persona, se confunden y se entreveran.
En realidad, hay de una cosa de la cual hay que partir. Y es del momento actual, siglo XX, XXI, en la cual estamos viviendo una etapa revolucionaria desde un punto de vista total, de lo social, de lo político, de lo económico. Abarca a todo. Y que, corresponde a una etapa en la historia, que viene a ser la gran, la enorme revolución. La primera fue la aparición del fuego; la segunda fue la Revolución Industrial, que conmovió las bases de toda la sociedad occidental; y, esta tercera, que es la tecnológica, que se caracteriza por su velocidad.
Es tan grande la velocidad de los cambios, que es imposible una adaptación si no es por personas muy hábiles y muy capacitadas. Lo cual, lleva a todos esos trastornos en lo político y en lo social que, evidentemente, han modificado el mundo a través de esos cambios tremendos.
Los cambios pueden ser paulatinos o violentos. Nosotros, en este momento, estamos en cambios violentos, que se originan, prácticamente, a mediados del siglo XX, con la gran guerra del 40, la Segunda Guerra Mundial, la que cambió totalmente los cimientos de la civilización occidental, siendo un poco la que lidera, acompañada de otras cultura como puede ser la china o la árabe.

Pero, lo importante a resaltar, es el cambio violento, que no permite una adaptación fisiológica; el ser humano no está capacitado para asimilar ese borbollón que le viene encima de cambios, y que, lo que hoy vale, mañana, no, y pasado, tampoco.

LOS JUICIOS LOS HACE LA HISTORIA

En historia no se hacen juicios, se hacen análisis, meramente. Porque, el juicio, es siempre tardío. Un acontecimiento histórico contemporáneo, tendrá una equivocación si se le va a hacer un juicio sobre ellos. El juicio, lo hace, después, la historia.
Lo que sí uno tiene que hacer, es observar esos cambios. Ahora, para mí, lo grave es lo que mencioné recién, la incapacidad fisiológica, casi diría, del ser humano, de adaptarse a esos cambios de tremenda celeridad. Claro, nosotros tomamos cambios puntuales; hay que tomarlos en forma abarcativa.

EL MAYOR IMPACTO

Qué es lo que más nos impacta, lo que a mí en lo personal me impacta, es el tema de la familia. Para mí se ha destruido totalmente el concepto de familia. Evidentemente que tenía elementos negativos: un paternalismo extremo, un feminismo muy pobre y castigado a través de los siglos; todo eso es evidente pero, esos cambios violentos, son difíciles de asimilar, porque, siempre, la transición violenta, siempre trae consecuencias negativas.
Por eso, en historia, se camina por evolución o por revolución. La evolución es paulatina y se va asimilando; la revolución es violenta y enquista toda clase de problemas, que es lo existente actualmente.
Lo grave de todo esto, es que tenemos una juventud que viene conformada para estos nuevos tiempos. La revolución se da, ya, desde que el niño nace, pareciendo que este viene con capacidades diferentes a las de las culturas anteriores.

Pero cuál es el problema; la desorientación. Esa adolescencia, esa juventud, no tiene parámetros en los cuales pararse y orientarse. Por qué; porque la inmediata generación anterior, no está capacitada para darle los elementos que esa juventud necesita. Para mí es, tal vez, el problema más grave en lo inmediato. Los demás problemas se van adaptando.
Por ejemplo, en lo político, vemos que es un maremágnum mundial, y no solamente un problema de un determinado país. En lo social, es gravísimo, se van polarizando las clases sociales en una diferenciación tremenda que, únicamente, lo puede salvar un elemento: la educación. Es lo único igualitario que puede hacernos desarrollar como sociedad.
Por eso repito, juzgar, no; analizar, sí. ¿Preferencias? Sí; tengo una preferencia, evidentemente, con una sociedad mucho más organizada, con una familia organizada; aunque, en ese sentido, no conviene, tampoco, hacer juicios de valoración, por cuanto, lo que no tiene remedio, remediado está.

Si yo no hubiese tenido una mentalidad profesional en la historia, muy posiblemente no hubiera podido analizar la actualidad. Me ha costado muchísimo el aggiornamiento; hay cosas que, todavía, me rechinan pero, lo trato de analizar desde lo intelectual y llego a la conclusión de por qué se van dando.

 

 

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/bwrr