Para Álvaro Frioni, empresario
EL PUEBLO dialogó con Álvaro Frioni, empresario e integrante del Centro Comercial e Industrial de Salto, para hacer un primer balance de las ventas comerciales que se dieron en el marco de un Día del Niño muy especial, en medio de una crisis sanitaria y económica que golpea duramente a nuestra sociedad.
Sin embargo, y a estar por lo que se esperaba ante esta situación extraordinaria en la que nuestra sociedad está inserta, se estima que aún al comerciante que vendió menos, terminó vendiendo más de lo que esperaba. Además, Frioni aprecia que en materia de ventas, ha beneficiado al comercio local el cierre de la frontera con los países vecinos motivado por la pandemia del COVID 19.
– ¿Qué primer balance se puede hacer en cuanto a las ventas en el Día del Niño?
– Con respecto al Día del Niño en particular, estuve haciendo algunas averiguaciones de sensación y opiniones sobre lo que pasó. La buena noticia es que a la gran mayoría le fue mucho mejor de lo que esperaba, y eso es una muy buena noticia, porque si bien había mucha expectativa y mucho trabajo previo, uno con los números del año pasado, que habían sido números interesantes porque se trata de una zafra muy fuerte que mueve muchos rubros. Entonces había como una preocupación por saber qué iba a pasar, y una apuesta importante a esa fecha. En definitiva, fue mejor de lo que se esperaba.
También podemos decir que algunos pudieron haber vendido más, algunos pueden haber vendido igual y algunos pueden haber vendido menos, pero seguramente vendieron más de lo que esperaban. Seguramente en los próximos días vamos a tener números más específicos y separados también por rubros que nos puede dar un pantallazo más claro de lo que fue el movimiento económico en la ciudad por el Día del Niño.
– Estamos avanzando en este segundo semestre del año, ¿qué puede pasar en lo que queda del año en materia comercial local en esta pandemia?
– Hay algunos informes hechos en mayo o junio con una situación bastante distinta a la que tenemos hoy. En algún momento algunos hablaban de shock, que fue entre marzo y abril, con la caída abrupta de muchos comercios, el índice de desempleo creció fuertemente, pero entonces, igualmente algunos analistas hablaban que el crecimiento iba a ser rápido.
Pienso que eso no se está dando tan así. Sí se ve una recuperación, es verdad, pero es lenta.
Es decir, quizás tuvo un impacto importante por lo que representa la zafra, pero el movimiento comercial, y hablamos de lugares como el shopping o tiendas que han vuelto a trabajar cuidando su situación. Es decir, la cantidad de empleados que tiene, la cantidad de horas que trabajan, el tipo de servicios que prestan. Están mirando con lupa su situación interna, o sea, costos de estar abiertos y el análisis de venta.
Hay mucha incertidumbre todavía, porque, en definitiva, no sabemos en qué momento vamos a estar en buenas condiciones y, además, a todo esto, hay que agregarle la coyuntura particular que ha hecho que muchos comercios hayan trabajado muy bien en este período, por el efecto «puente cerrado».
Hoy podemos hablar con un montón de empresarios en diferentes rubros de toda la ciudad, y nos hablarán de este efecto mejora o de la sensación de mejora de los comercios en los barrios de toda la ciudad, y el consumo evidentemente tiene mucha relación con que los puentes estén cerrados.
Entonces, esa es una situación que es muy particular porque en la medida que se abran los puentes, teniendo la diferencia cambiaria que tenemos, es muy probable que esa situación inusual deje de pasar, porque habrá más consumo del otro lado. Por eso es muy importante que nos preparemos.
Han pasado varias cosas buenas, como que haya habido una reconfiguración de empresas, un análisis bien profundo de su situación.
También podemos apreciar empleos nuevos que se empiezan a crear, es lo que muchos analistas hace algún tiempo anunciaban, y creo que esta pandemia aceleró un montón de procesos. El uso de la tecnología, el comercio electrónico.
Entonces, estamos en un momento de reconfiguración total del comercio, donde lentamente hay una sensación de mejora, pero la incertidumbre sigue estando muy presente.