Max Verstappen (Red Bull), triple campeón del mundo de Fórmula Uno y líder de este Mundial, que abandonó, por un problema de frenos, el Gran Premio de Australia, el tercero del año, declaró en el circuito de Albert Park de Melbourne que “es una pena”, pero que “hay situaciones que no se pueden controlar” y que “estas cosas pasan”.
“Es desafortunado lo que pasó, pero, por lo que hemos visto en los datos, en el momento en el que se apagaron las luces (en la salida), el freno trasero derecho se quedó enganchad: o y se bloqueó. Era como conducir con el freno de mano puesto y, como consecuencia de ello, la temperatura iba subiendo; hasta que vi que salía humo, porque se había incendiado”, explicó Verstappen, de 26 años, que, a pesar de no haber sumado puntos este domingo, sigue el frente del Mundial, con un total de 51: cuatro más que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari); que terminó segundo este domingo una carrera que ganó de forma brillante su compañero, el español Carlos Sainz.