(Uypress)- En un chat con el escribano imputado por los pasaportes a rusos, Astesiano apuntó a la responsabilidad de Carolina Ache, cuando era vicecanciller “por algo que hizo cuando estábamos en Dubai”, según informa La Diaria.
Las investigaciones judiciales por los casos que involucran a Alejandro Astesiano y Sebastián Marset se llevan adelante, como se sabe, en diferentes fiscalías. La titular de Flagrancia de 12º turno, Sabrina Flores, está al frente de la causa del exjefe de la seguridad presidencial desde marzo de 2023 y el fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Alejandro Machado, tomó el caso de la entrega del pasaporte Marset en diciembre de 2022, y casi un año después abrió una segunda línea de investigación, tras la denuncia de la exvicecanciller Carolina Ache por la presunta destrucción de documentos públicos.
Son dos casos distintos y cada uno tiene su cronología, con «puntos de inicio» separados por casi un año de distancia. A Marset lo detuvieron el 10 de setiembre de 2021 en el aeropuerto internacional de Dubai con un pasaporte falso paraguayo, mientras intentaba embarcar en un vuelo de Emirates hacia Turquía. Astesiano, en tanto, fue arrestado el 25 de setiembre de 2022 en la residencia de Suárez y Reyes, después de un viaje a Costa Rica con el presidente Luis Lacalle Pou y su familia.
En los meses anteriores a su detención, Astesiano llegó a compartir con algunos allegados sus primeras impresiones sobre los impactos públicos del «caso Marset», según consta en conversaciones de Whatsapp a las que accedió la diaria.
El 22 de agosto de 2022, la polémica por la entrega del pasaporte al narcotraficante uruguayo estaba en uno de sus puntos más altos, por la interpelación a los ministros Luis Alberto Heber y Francisco Bustillo. Cuatro días antes, Marset había enviado un video en tono amenazante al informativo Telenoche y en las horas previas a la sesión parlamentaria hubo varios encuentros de la cúpula del gobierno en la casona que tiene el Ministerio del Interior en el Prado. Más acá en la línea de tiempo, Ache denunciaría que en esas reuniones se decidió ocultar ante el Parlamento las conversaciones de Whatsapp que ella había tenido con el viceministro Guillermo Maciel, ya que comprometían la versión que intentaba defender el gobierno ante la oposición.
El mismo día de la interpelación al canciller y al ministro del Interior, Astesiano recibió un mensaje de Whatsapp del escribano Álvaro Fernández, uno de sus contactos más frecuentes, especialmente por las gestiones y trámites vinculados a los ciudadanos rusos que querían acceder a documentación uruguaya.
«Buenas!!! Cómo estás? Cómo está todo? Imagino que un poco complicado por este caso que saltó ahora, no??? Abrazo», preguntó Fernández, el profesional de Maldonado que unos meses después se convertiría en uno de los primeros imputados por la «causa de los pasaportes».
El entonces jefe de la seguridad presidencial le contestó que no había complicaciones y lo fundamentó con un mensaje de audio. «Está todo bien. Ahí la que va a comer es la viceministra [Ache], por algo que hizo. Y todavía lo hizo estando nosotros allá en Dubai», explicó Astesiano. La conversación entre Fernández y Astesiano siguió adelante, pero ya no hablaron del caso Marset, sino sobre un posible inversor ruso que tenía intenciones de tramitar la documentación uruguaya para instalarse en Uruguay.