SEMANA. Esta semana de turismo hubo para todos los gustos, pero lo cierto, es que todos pudimos observar la presencia de muchas caras nuevas de personas que venían a visitar y en algunos casos, a conocer nuestras bellezas naturales.
Claramente se notó el turismo interno en nuestro departamento al salir ayer al mediodía una cantidad importante de ómnibus de pasajeros de la terminal completamente repletos. Pero además, también se notó la presencia de visitantes de países de la región, porque pese a la situación que se vive en su país, los argentinos quieren seguir viniendo a Uruguay, y particularmente en estos días a nuestras aguas termales.
Pudo verse que se trabajó bien tanto desde la faz pública como de la privada a nivel departamental. Por supuesto que quedarán en el balance y análisis fino cosas a corregir para seguir mejorando como destino turístico, pero también digamos las cosas como son, Salto se mostró como una alternativa nada más y nada menos que a la Semana de la Cerveza, que hacía 56 años no tenía nada que le hiciera peso en la región. Se vieron las termas colmadas con variada actividad y un Parque Harriague como hacía tiempo no se veía con espectáculos populares que fueron acompañados por la gente, lo que demuestra un camino posible para seguir consolidando a Salto como destino de visitantes.
ANIVERSARIO. Una personal, permítaseme esta digresión al menos una vez al año, no para vanagloriarnos sino para agradecer la confianza y la alta estima de tantos lectores de EL PUEBLO que nos paran en la calle para decir que leen lo que escribimos.
Un lunes como hoy pero hace 16 años, comenzábamos nuestra relación profesional con este diario. En principio recuerdo que llegamos a un acuerdo de escribir solo dos columnas de opinión y de información semanales, una los domingos y otra los lunes. Y de a poco esa propuesta se fue extendiendo a otros desafíos, al menos para nosotros, que veníamos de otro formato en los medios de comunicación, más orales y audiovisuales que del ambiente de la pluma, hoy trocado por teclas de computadora.
Pasados tantos años, me permito sostener con total humildad que me siento un privilegiado por poder trabajar en lo que me gusta, pero además privilegiado por la confianza depositada en nuestra labor por la Dirección de EL PUEBLO. Tener una columna de opinión compromete esencialmente a quien la firma, lo que hemos hecho desde el primer día, no escondernos en el anonimato, asumiendo con honestidad e integridad que lo que escribimos en el diario estamos dispuesto a mantenerlo donde sea.
Pero también somos sabedores que como hemos venido escribiendo desde hace tiempo de temas políticos, donde la sensibilidad se ve potenciada de manera exponencial, no dudo que hayamos molestado a alguien, de lo que nunca nos hemos enterado porque si bien nos hacemos responsables de lo que escribimos, el diario siempre ha asumido también su responsabilidad de mantenernos dentro de su plantel de periodistas, y eso pudo traerle de pronto algún beneficio como también, por qué no, dolores de cabeza. Y sin embargo, han renovado obstinadamente su permanente confianza en nuestro trabajo. Gracias.
Si alguien se ha molestado por nuestro trabajo, la eterna sugerencia de que si hiciesen las cosas bien nunca tendríamos que criticarlos ni denunciar que andan en malos pasos. Si hemos criticado a alguien injustamente, una vez más pedimos disculpas.
Hasta la semana que viene…