Amnistía Internacional acusó al gobierno de Cuba de utilizar leyes represivas y el aparato de seguridad del Estado para castigar la actividad disidente y crear la cultura del miedo que inhiba la libertad de expresión. «Las restricciones a los medios de comunicación cubanos son estrictas» sostuvo la directora de Amnistía Kerrie Howard en su informe, donde alude también al deterioro de las condiciones económicas y sociales en la isla. Paralelamente, en Washington, se votó en comisión del Congreso un proyecto de ley que, de ser aprobado en el pleno de las cámaras, levantaría las restricciones a los viajes a Cuba y eliminaría obstáculos a las ventas agrícolas a la isla.
«Hemos tratado de aislar a Cuba por más de 50 años y no ha funcionado», indicó el legislador demócrata Collin Peterson, principal promotor de la iniciativa, que se aprobó en comisión por 25 votos a favor y 20 en contra, iniciando lo que se estima será un largo camino parlamentario.
