«Siempre me hablaron para volver»
-Tres años atrás: lo sostenías. A la Liga no más. Ya fue. Sin embargo, algo pasó.
«Es cierto. Tres años atrás decía lo que sentía. O era el pensamiento que tenía, desde el momento que hubo un ciclo que se cumplió».
-Pero el hecho es que hubo margen para este retorno.
«La verdad es una: me agarraron ganas de reintegrarme. Pero, además, me hablaron».
- ¿Fue una decisión simplemente personal?
«No. Fue decisión del grupo de amigos de la Liga, que así le llamamos nosotros. Hablo de quienes integramos el Cuerpo de Neutrales aquella vez y de funcionarios de la Liga». - ¿Un tema de ganas?
«Un tema de ganas. De voluntad. Sin eso, lo demás hubiese sido imposible».
-No parece ser parte de la duda, respecto a tu sentimiento por la Liga»
«Es que la Liga es un afecto especial. Mi familia, Arsenal…y la Liga. Entonces, ese afecto, creo que también jugó. Querer lo que uno hace a partir de lo que está en juego». - ¿Y qué es lo que está en juego?
«El futuro. ¡Tan solo eso!» - ¿En función del presente?
«Todos sabemos cómo medir el presente, a partir de una situación económica adversa, pegando de lleno en la actividad deportiva. ¿Cómo se puede jugar sin público? La búsqueda de recursos…pero es de un día para el otro…definitivamente no». - ¿No es la primera vez que te hablan para volver?
«No es la primera vez. Siempre me hablaron para volver».
-La Liga en tu vida, desde el sentimiento.
«Aprendí a querer la Liga. Esa cuestión afectiva, claro que también jugó»
-Vista desde afuera y conociendo el entorno, ¿no es la Liga que te complace?
«Y no. Pero es una Liga mejorable. Es necesario recuperar imagen, como articuladora de todo el fútbol. La Liga tiene una responsabilidad con su historia, pero también con la sociedad»
-El fútbol es parte de la sociedad.
«Por eso hay que definir qué Liga pretendemos y con qué liga nos vamos a encontrar».
-Siempre habrá un punto de partida. Seguro que en este caso también.
«Primero que nada, comprobar la realidad económica. Ir directo a los números. Los números reflejan una realidad. Saber de primera mano las deudas que tenemos, que se pagó, que hay que pagar. A partir de ese conocimiento, ir contemplando las etapas siguientes». - ¿La base de un calendario de prioridades?
«Sin dudas. El ordenamiento interno de la casa. Es una manera de empezar»
CUANDO LA LIGA ES UN TODO
Los años al margen de la Liga, pero tan solo en funciones directrices, porque después de todo, el afecto que tanto invoca LUIS ALBERTO ARRESEIGOR, permanece inalterable. No se erosiona ni se empalidece en el tiempo. Sabe de qué se trata, porque conoce la Liga. La conoce bien. Ningún rincón le es ajeno. Pero además con EL PUEBLO, admite que el paso del tiempo, propicia la madurez, enriquece los conceptos, amplifica la argumentación en cada caso. Cómo hacer, para descubrir la pretensión que se asocia a la mismísima dignidad. El presidente que volvió, parece tener las cosas en claro. Y juega con todas las cartas.
«Por eso vamos a solucionar aspectos vinculados al BPS, porque alguna irregularidad se planteó, generando un perjuicio al gerente José Luis Sabarrós. Lo que está mal, recomponerlo y lo que está bien, afianzarlo. La Liga tiene que ser parte de una proyección a partir de cada una de sus áreas. Tiene que plantearse un vínculo entre divisionales y Consejos, pero también ajustar lo que haya que ajustar. Por ejemplo, la prestación del Dickinson. Hay que racionalizar y preservar aquello que hace al capital de la Liga, con los cuidados que no deben faltar».
- ¿La clave de la prolijidad administrativa?
«La Liga es un todo. Es la sede, son los clubes, la selección. Los neutrales tampoco pueden estar en todas y partimos de una necesidad: integrar subcomisiones.
Pero como señalaba al inicio: saber qué se quiere y sobre qué base manejarnos. ¿A determinados niveles la Liga tiene que ser mejor y potenciarse más? Pero saber que nos falta. ¿Y las soluciones por dónde llegan o por dónde van?»
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-