Dos de los escritores más importantes de la literatura latinoamericana, pero también con una fuerte incidencia a nivel universal, nacieron en agosto, con quince años de diferencia. Ambos argentinos -pese a que uno en realidad nació en Bélgica- y ambos fallecidos lejos de su patria. Hablamos de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

BORGES
Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899 y falleció en Ginebra el 14 de junio de 1986. Se destacó como cuentista, poeta y ensayista. Fue además bibliotecario, profesor, conferencista, crítico literario y traductor. Sus dos libros más conocidos, Ficciones y El Aleph, publicados en los años cuarenta, son recopilaciones de cuentos conectados por temas comunes, sobre todo asociados a lo fantástico (los sueños, los laberintos, las bibliotecas, los espejos, la mitología). Sus obras han contribuido muchísimo a la literatura filosófica y al género fantástico en general. Según algunos críticos, el comienzo del realismo mágico en la literatura hispanoamericana del siglo XX se debe en gran parte a su obra.
El Remordimiento
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado.

CORTÁZAR
Julio Cortázar nació en Bélgica el 26 de agosto de 1914 y falleció en París el 12 de febrero de 1984. Hijo de padres argentinos, llegó a la Argentina siendo un pequeño niño y allí transcurrió su infancia y juventud, por lo que se lo considera un escritor de esa nacionalidad, la que también obtuvo legalmente. Narrador (tanto cuentista como novelista), poeta, traductor y docente. Como traductor se desempeñó para la Unesco y varias editoriales. En 1981 se nacionaliza francés. Considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, sus novelas inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano al romper moldes clásicos, por ejemplo, mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. La novela “Rayuela” y el libro de cuentos “Octaedro” son algunas de sus obras fundamentales.
Después de las fiestas
Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,
eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.