- espacio publicitario -ACTIVAradio - Streaming Generación X Liliana Castro -Automóviles

    Las aulas escolares se recrean con añoranzas de «Los Largos Veranos», de Amalia Zaldúa

    1
    - espacio publicitario -
    Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/aazd

    Precisamente, en el transcurso del pasado verano, el Consejo de Educación Primaria promulgó la necesaria autorización para incorporar a las bibliotecas de aulas de todo nuestro país, el libro «Los Largos Veranos», de la maestra salteña Amalia Zaldúa.

    Las consideraciones realizadas hablan de que «se trata de textos elaborados con un lenguaje llano y directo donde va enlazando descripciones que configuran recuerdos, estampas descriptivas de una infancia pueblerina tierna y querible, constituyen una evocación de personas y cosas que integran una identidad de un tiempo y un país que es necesario rescatar…».

    - espacio publicitario -

    Nada más directo, nada más preciso, aún en la fría presentación del documento sellado que oficializa la decisión, porque esta autora coterránea y lugareña, atesorada en el sentir común de nosotros -sus vecinos ciudadanos- como reconocida maestra directora de canto, ha logrado su propósito de mostrar un pasado de vivencias que reúne el sinnúmero de sensaciones recogidas en vacaciones, en el campo, en los largos veranos, el mejor de los tiempos de la niñez…

    En una clara demostración de la solidez de su memoria y la gran fuerza de sus recuerdos, Amalia Zaldúa narra tiempos felices y desencantos de una niñez a través de las vivencias de Raquel, personaje central y relatante de «Los largos veranos» y «Otros veranos». El ordenamiento de los textos en esta última publicación conjunta, permitió a la autora destacar al primero como un gran prólogo cargado de todo lo recogido en la memoria de las ocurrencias infantiles en el campo, bajo la protección de la familia, constituída en torno al comercio del padre. Allí se mezclan la providencia, la naturaleza y el estado real de sobrevivencia en el ejercicio de una actividad para sustentarse: «El día de lluvia era tranquilo en el comercio. No llegaba gente y el padre aprovechaba a poner orden en los estantes de la sección tienda y mercería. Llamaba a las mayores para que lo ayudaran, ante las miradas de las más pequeñas que morían de ganas de meter sus manos entre las cosas».

    No hay relato más directo que el de las verdades, que según pasa el tiempo, se magnifican o sólo se desaperciben; sin embargo, para quien rescata de las fuertes sensaciones de la infancia los detalles de costumbres pueblerinas fusionadas con los imperativos e imprevistos acontecimientos naturales, todo tiene o adquiere el sabor de lo real. «Un horizonte ondulante deforma el contorno de los cerros lejanos… Nada es igual… El campo gime pardamente, sin su alfombra de hierba…», es el tiempo de la sequía, circunstancia notable y provocativa para los ojos de una niña: «Nada es igual… todos los días se habla de lo mismo… Los rostros de los grandes parecen de madera tallada…».

    Zaldúa no muestra interés en la comparación continuada de la vida ciudadana y la campestre, prefiere que el relato lleve implícita esa condición de observación de las cosas que son distintas, provocando en quien lo lea, el encuentro con esas sensaciones de algo diferente, que a no todos ocurre y que al final nos resulta -de alguna forma- intemporal, despertando nuestros propios recuerdos de la niñez.

    La lectura resultará sencilla, clara para los niños y recreativa para los mayores, y esto -sin duda- es una virtud que se mejora cuando lo relatado se ha vivido. Para esto, no se necesita un orden especial, pero Amalia lo ha buscado y hecho con la precisión que le permitió el desarrollo natural de la niña que versa la serie de anécdotas. Raquel creció y la sucesión de veranos en el campo llegó a su fin. Y un día, «cuando asomaba apenas la luz…», junto a su familia, convirtió aquello en la memoria de sus más fuertes experiencias infantiles, «sin darse cuenta todavía que aquel lugar y aquel tiempo viajarían siempre con ella…».

    RODRIGO JARDIM

    Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/aazd
    - espacio publicitario -