Hoy por: Jorge Pignataro
La Asociación de Plásticos de Salto (APLAS), dejó inaugurada el pasado martes en la noche, su muestra anual de talleres. La sede de 19 de abril y Julio Delgado se vio colmada de trabajos en diferentes disciplinas, como pintura, expresión plástica, cerámica, vitrofusión, tallado en madera, restauración de muebles y acabados, escultura, expresión infantil y plástica infantil.
Como es normal que ocurra cuando se trata de una muestra colectiva de muchos exponentes, el nivel es muy dispar, pero vale destacar que en algunos casos se han logrado obras de importante valor artístico.
Los alumnos son de variada edad y formación.
Por otra parte, llama la atención el notorio incremento en los asistentes a estos talleres que se constata cada año.
EL PUEBLO dialogó sobre diversos aspectos con la Presidenta de la Asociación, María Ambrosoni, quien explicó que asumió el cargo el año pasado y estará en él por dos años. Anteriormente fue Presidenta Vilma Texeira Núñez, que se desempeñó en dicho cargo desde los inicios de la Asociación, en 1988. Ambrosoni dice sentirse satisfecha no sólo por el incremento de personas interesadas en concurrir como alumnos a los diversos talleres, sino además por la permanente incorporación de nuevas propuestas para brindar al público. Para el presente año 2010 se contará con cursos nuevos como por ejemplo el de fotografía artística.
Cabe recordar que esta muestra anual que quedó inaugurada el martes, debió ser suspendida a fines del año anterior a causa de las inundaciones, que incluso ocasionaron importantes pérdidas en el local de APLAS. La Presidenta dijo a este medio que pese a lo negativo de aquella situación están “muy contentos porque sirvió para que se acercara más gente, trabajar en equipo y lograr la renovación de la sede”.
APLAS agradece a todos quienes hicieron posible la restauración de la sala, en especial a la Intendencia de Salto y la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Expresó además que “aparte de los talleres tratamos de fomentar la cultura con exposiciones y charlas de otros artistas, de otros lugares…”, y aprovechó la ocasión para adelantar que el próximo sábado (aunque falta mayor confirmación), Manuel Nébes estará realizando una disertación sobre “El arte pop en el Uruguay en los años 60”.
La muestra permanecerá abierta hasta el 25 del corriente mes.
La opinión de los orientadores:
EL PUEBLO dialogó además con algunos de los docentes orientadores de los cursos que brinda la Asociación de Plásticos:
Jorge Roldán, maestro de profesión, es el docente orientador de uno de los cursos de pintura. Su taller se dirige principalmente a gente adulta. Explica que los alumnos “primero aprenden las técnicas básicas y después hay libertad de elegir el tema de trabajo”. Hay una parte teórica y otra práctica. En cuanto a técnica, se trabaja básicamente en óleo y grafito. Sostiene que un orientador sólo indica el camino a través de algunas técnicas pero “artista no es quien quiere sino quien puede”.
Daniel Bernaola, orientador del curso de tallado en madera explica que su grupo está conformado por personas de edad variada aunque reconoce que “las personas mayores son las que más se dedican”. Manifiesta que “aunque el curso tiende a la parte artística, al principio la gente tiene que aprender a dominar lo más sencillo, como reconocer las maderas y las herramientas”. Su principal objetivo, dice, es que “la gente que siente el gusto por la madera pueda expresarse por ese medio”.
Beatriz Barros es quien orienta el curso de cerámica; consultada sobre su trayectoria informa que en APLAS hace sólo un año que dicta clases pero que su experiencia es bastante más amplia: “vengo de Bellas Artes y antes estuve muchos años en Brasil, en el Museo de Arte Moderno de Río”.
En este caso los alumnos son mayores, jóvenes y niños; sucede, al decir de Beatriz Barros, que la cerámica “debe ser, en el arte, la disciplina donde la gente se mezcla y se iguala con más facilidad”. Sostiene que su meta fundamental es lograr el desarrollo personal, y explica: “cada persona ya viene con una idea, a veces cambia, a veces se enamora de la técnica, a veces se enamora del proceso y a veces le sirve para saber en qué mundo está parada, pero en realidad esto es un proceso humano y nada más”.
