¡Tirando para arriba, quiere ser campeón!

Pasó Durazno. Pasó Florida. Y llegó Lavalleja.
Pero antes, Salto supo ser Campeón del Litoral Norte, a manera de sustento, como para suponer que el futuro a nivel de las secuencias finales en OFI, podría no resultar cosa tan inaccesible.
La verdad de los hechos, es una verdad irreductible. Los hechos en sí mismo, ejercen su propio mandato. Con ellos, no existe doble lectura.
Se es o no se es.
Es verdad entonces que está selección, no solo ha revelado aptitudes (las tiene), sino que frente a determinadas situaciones complejas (entrar perdiendo en Durazno por ejemplo), la reacción resultó esencial y aquel 4 a 0 en el Dickinson, no parece tan lejano en la memoria.
Florida fue un oponente a rabiar. Bueno en la esencia, hasta que en los penales, Regueira silenció la oposición. Mientras que el reparto de puntos en casa ante Lavalleja, generador de incertidumbre. Pero no solo a la cuenta de Salto. De Lavalleja también.
Arriban al duelo de esta noche en suelo serrano, en igualdad de puntos y diferencia de goles. Por lo tanto, es como nacer de nuevo a la chance. O volver a empezar.
Solo que esta vez de prolongarse la igualdad, se apelará a 30 minutos de suplemento. Si así ocurre, es otra historia. Otro caudal sicológico, emocional y hasta físico.
Para ser Campeón del Interior, no es del caso bajar la guardia. Mermar los errores. Potenciar las razones a favor. ¿Es tan cuesta arriba todo?
EL SALTO DE HOY
Las bajas de Tabáres y Suárez en relación a la integración más potencial. Pero hoy, Toriani pega la vuelta después de la sanción automática de un partido por acumulación de amarillas. El técnico no ofreció a cuenta de la revelación, los 11 de pique. No tiene porqué hacerlo.
En circunstancias como estas, no todas las cartas del mazo están sobre la mesa. Aunque es concreto que una o dos variantes no hacen al todo.
El todo de este Salto, es la base que se prolonga: en nombres y en argumentos. A Salto no le ha ido mal en condición de visitante.
Ganó en Artigas. Ganó en Tacuarembó. Empató en Florida. Cuando perdió frente a Rivera, Paysandú y Durazno, fue por diferencia mínima. En ninguno de los casos, hubo dos goles más a cuenta del rival de turno. Siendo gráficos: la consistencia del carácter «naranjero» surge como factor válido. Un condimento más, para nada cuestionable.
DESDE EL SER Y DESDE EL QUERER
Si algo tiene este seleccionado, es la carga anímica y como bloque grupal, la respuesta.
No ha dejado de tirar para arriba y seguro que hoy en la lejanía de Minas, no será la excepción.
Es brava la parada. No solo para Salto. Para Lavalleja también.
Inexistente una gran diferencia de recursos entre uno y otro. Por eso, no es del caso distinguir un favorito, porque simplemente no asiste en los hechos.
La gloria a 90 minutos. O 120 minutos. O hasta después de los penales.
Para Salto, puede ser noche de alcance por cuarta vez de la máxima consagración de OFI. No solo es un tema de ilusión. También de certeza. Y esta selección la fue incorporando.
La fue exponiendo. Cuando la certeza supera a esa ilusión, se aclara el horizonte.
Iluminación del mañana. O de este hoy «naranjero», impregnado de válido querer.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
