En estos momentos, en que la mayoría de los uruguayos nos aprovechamos de los precios bajos del vecino país y sacamos provecho de la horrenda situación en que se hallan nuestros vecinos, deberíamos aprender y tomar medidas para que no nos vaya a pasar a nosotros.
En estos momentos ha trascendido que la moneda uruguaya es de las más sobrevaloradas en el mundo.
Es que cuando crece el inconformismo. Cuando se rompe las esperanzas de un pueblo, cuando campea la decepción (o la ignorancia) en lo que se confió, es el mejor escenario para que crezcan los gobiernos de facto, para que “alguien” piense en que los “salvadores” son los que difunden la violencia, la anarquía y el “que se vayan todos” para volver a repetir los errores del pasado.
Si alguien piensa que a nosotros nunca nos llegará la situación que viven los países hermanos, se equivoca.
Cuando se va a la Argentina – y todos lo hacemos- se hace mal, se está cultivando una situación que tarde o temprano nos arrastrará a todos. Es mala consejera aquella máxima popular que indica que como todo el mundo lo ideal es sacar provecho de la situación actual e ir a la Argentina (porque es lo que queda más a mano).
Con esta actitud nos hacemos mal nosotros mismo y les hacemos mal a ellos porque podemos confundirlos en la valoración de la realidad.
Cualquier empresario uruguayo le puede verificar lo que decimos. Cuando se trabaja o se “vive” de lo que se obtiene en un país y se consume de otro, lo que se está haciendo es sepultando al país donde genera sus recursos, debería de saber y considerar que no hay Estado que genere sus propios recursos sino es por los aportes de sus ciudadanos. Cuando se consume fuera de fronteras, se está aportando a un país ajeno y “castigando” al propio.
Cuando se acerca el 24 de Agosto, la tradicional noche en que más salen los uruguayos, no podemos dejar de pensar en “que pasara”.
No queremos decir aquello que todos hemos oído alguna vez “pan para hoy y hambre para mañana”.
Poco a poco se va manifestando también aquí la difícil situación por la que atraviesan nuestros hermanos es hora que lo aprendamos y ¿en que puede desembocar esta situación? Precisamente en que todo el país quede en manos de grandes multinacionales, capaces de soportar situaciones como las presentes y aguardar tiempos mejores (para ellos).
A.R.D.
