MEDIO AMBIENTE.
La medida adoptada por la Intendencia de Salto y el Centro Comercial e Industrial de Salto de cobrar las bolsas de nylon a los clientes de los supermercados, generó que mucha gente decidiera no comprarlas más y eso ha atenuado la contaminación ambiental haciendo de nuestra ciudad, un lugar más limpio. Aunque la mayoría opina que solo esta medida no es suficiente para cuidar el ecosistema.
Cobrar la bolsita para cuidar el ambiente
A dos semanas de la aplicación de la campaña del cobro de las bolsas en los comercios de Salto, opinan comerciantes y clientes
Una bolsa de nylon de las que se entregan en los supermercados o boliches del barrio cada vez que hacemos una compra, tarda 150 años en degradarse. Mientras tanto, permanece junto a un montón de basura en los vertederos o a veces en la ladera de ríos y arroyos contaminando el ambiente. Además provocan inconvenientes a los productores hortícolas, citrícolas y ganaderos.
Con la finalidad de disminuir su uso, Salto se convirtió en el primer departamento del país en hallar una medida para minimizar su consumo.
De esta forma, en el mes de abril se puso en marcha la campaña “Somos limpios, somos felices” que llevan adelante el Centro Comercial e Industrial de Salto y la Intendencia de Salto, destinada a minimizar el consumo de bolsas de nylon y similares.
Como es sabido, las bolsas degradan el ambiente y Salto es la primera ciudad del país en implementar una campaña de este tipo, con la que se busca tener una ciudad limpia y disminuir la contaminación ambiental.
La propuesta, puede ser cuestionada como insuficiente porque no soluciona el problema de fondo de la contaminación, no resuelve la cuestión del vertedero a cielo abierto, no apunta a algo fundamental para un adecuado manejo de los residuos domésticos como lo sería la clasificación de la basura para un mejor reciclaje de la misma. Además, no implica un descarte de las bolsas sino el pago por su uso, lo que lleva a que determinado público siga consumiéndolas. Incluso, hasta resulta conveniente para los comerciantes que las compran por menos de un peso y las venden a dos o tres pesos cada una. Esta situación, generó quejas y molestias en muchos consumidores que se ven obligados a pagar algunos pesos más en sus compras si no tienen en que llevar los productos adquiridos. El hábito de llevar un bolso cada vez que se va de compras todavía resulta difícil de adquirir para los salteños y muchos continúan llevando las mercaderías en bolsas de nylon, pagando por ellas.
Más allá de eso, los comercios consultados por EL PUEBLO para este informe, aseguran que el consumo de bolsas de nylon disminuyó notoriamente en las primeras semanas de aplicación de la medida. Si bien, hay gente que todavía solicita la bolsa de nylon y paga por ella, en general, los clientes acuden a hacer las compras con un bolso propio o quienes van en vehículo cargan los carros de los supermercados y luego vuelcan los productos sueltos en el baúl del auto para no llevar bolsas.
La medida, que no es obligatoria porque no está refrendada en ninguna ley sino que implica un acuerdo de los grandes comercios y otros que se han venido adhiriendo, evidentemente no soluciona el problema de fondo, pero contribuye a la disminución del uso de las bolsas de nylon y con ello al cuidado del medio ambiente.
Sin embargo, evitar el uso de las bolsas de nylon debería hacerse con la conciencia de que de esa manera se contribuye al cuidado del ambiente y no por el hecho de que “nos tocan el bolsillo” y hay que pagar por ellas, porque si se hace solamente por eso, evidentemente estamos lejos todavía de haber tomado conciencia de como con nuestras acciones podemos influir en el medio en que vivimos.
A partir de esta campaña, cada bolsa común tiene un costo de 2 pesos y de 3 pesos si es de mayor tamaño y en el presente informe buscamos recoger la opinión de los comerciantes sobre este tema, de los clientes y analizar su repercusión en el medio.
“Creo que en el correr de los meses se podrá ver el impacto de la nueva medida”
Fernando González – Encargado del Área de Recolección de Residuos de la IMS
A poco de comenzar a regir la campaña del cobro de las bolsas de plástico en los comercios de nuestro departamento el encargado del área de la recolección de residuos Fernando González fue consultado por EL PUEBLO sobre el impacto que ha generado esta medida.
“A dos semanas de la implementación del cobro de la bolsa de nylon considero que es muy pronto tener una evaluación acerca del impacto que puede llegar a tener esta medida en la recolección.
Sí podemos ver que se está reflejando un poco en la cantidad de bolsas plásticas que encontramos – por ejemplo – en la vía pública, veredas y demás.
Se nota sobre todo en las zonas donde se hace barrido… ha disminuido significativamente la bolsa en la vía pública.
Se advierte un cambio a su vez en las bolsas con residuos que re recogen a diario.
Creo que habría que esperar unos seis meses para tener un análisis completo y ver el impacto no solamente en la recolección” – manifestó el jerarca.
En cuando al vertedero – todavía se está implementando el cambio de exposición final, donde los residuos no se están volcando ya a cielo abierto. El nuevo sistema permite mitigar los riesgos de incendio. A su vez el tapado de dichos residuos disminuye el riesgo de que la bolsa de nylon ante la presencia de un viento fuerte pueda salir volando hacia los sitios linderos.
González explicó que ya se han recibido unos cuantos reclamos por la cantidad de bolsas que vuelan a causa del viento.
“Mantenemos las expectativas de que esta medida dará lugar a un impacto muy fuerte no solamente a nivel local sino también nacional” – aseveró González.
“LLEVAMOS MÁS DE VEINTE AÑOS TIRANDO BASURA EN UN MISMO LUGAR SIN NINGÚN TIPO DE CONTROL”
-Desde su experiencia… ¿Qué otras medidas piensa usted que se podrían adoptar para mejorar la situación de los vertederos y colaborar con la preservación del medioambiente?
-«Como otra medida, la principal meta de este gobierno es terminar con el vertedero a cielo abierto. Es algo que no se puede sostener y menos cuando tenemos cerca de veinte años sin tirar basura sin ningún tipo de control en el mismo lugar con todas las consecuencias que genera no solamente en el medioambiente, sino en las zonas que circundan el vertedero donde hay chacras y donde se crían animales. Nosotros desde este gobierno tenemos la responsabilidad de terminar con este problema y no seguir mandándolo para adelante o darle la responsabilidad a otros.
Si no tomamos conciencia de ello no vamos a poder crecer como sociedad”.
Se ha abierto la licitación que en curso para la presentación de todos los proyectos para el cierre del vertedero y la apertura de un relleno sanitario en nuestro departamento. Recientemente se han recibido las propuestas que serán estudiadas a la brevedad para luego elegir cuáles serán ejecutadas.
Disminuyó en el orden del 80% la compra de bolsas de nylon en comercios desde que se las cobran a los clientes
Algunos comerciantes no aplican la medida porque no la consideran efectiva
Desde que comenzó a aplicarse la medida que busca disminuir el uso de bolsas de nylon en los supermercados, han sido cada vez más los comercios que se han adherido a la misma. Muchos clientes han incorporado el mecanismo de llevar su bolso propio a hacer sus compras y aunque el comercio al que acuden no está aplicando la medida y de todas maneras le quiere dar una bolsa, hay personas que directamente la rechazan, con la conciencia en que así contribuyen al cuidado del medio ambiente y se suman a la campaña para disminuir el uso de las bolsas de nylon.
En la mayoría de los comercios céntricos consultados por EL PUEBLO, se cobra la bolsa a $ 2 y $ 3, según su tamaño y todos coinciden en que su uso ha disminuido y que la población contribuye a llevar adelante la campaña en buena forma.
Uno de los comercios consultados aseguró que desde que comenzó a aplicarse la medida del cobro de las bolsas, su compra semanal disminuyó de 12.500 a 2.500 bolsas, lo que significa una disminución entre el 70 % y 80 %.
En otros comercios, si bien no especificaron cuantas bolsas adquieren ahora, aseguraron que su consumo disminuyó notoriamente y reconocieron que compran menos de la mitad de lo que compraban antes.
RETIRAN LA MERCADERÍA EN BOLSOS PROPIOS O LLEVAN EN LA MANO
“La mayoría de los clientes traen su bolso propio, de los que hemos entregado al inicio de la campaña”, dijo la responsable de uno de los supermercados adheridos. “Ya no se compran tantas bolsas de nylon. Si son pocos productos, la gente prefiere llevar las cosas en la mano o traen su bolso. A veces piden alguna caja y se la damos, pero la mayoría trae bolso”, comentaron de forma casi reiterada.
Durante la recorrida que hizo EL PUEBLO por algunos comercios, pudo observar que los clientes que hacen el surtido en algunos supermercados del centro de la ciudad y concurren a hacer sus compras en vehículos optan por colocar la mercadería en los carritos y llevarlos hasta su auto. Allí, vuelcan todo en el baúl y se retiran sin haber solicitado bolsas. De esta forma, evidentemente contribuyen a la disminución del uso de las populares “bolsitas”, porque de lo contrario “tendríamos que entregar muchas bolsas en cada surtido y eso ya casi no se hace”, comentaron en el comercio consultado.
TODAVÍA HAY CLIENTES QUE SE MOLESTAN POR PAGAR LA BOLSA
Si bien al principio, cuando comenzó a aplicarse la medida la situación fue un poco más compleja porque debía informarse a la población el inicio de su aplicación, nunca se presentaron grandes dificultades.
“Desde el principio, la gente estaba bastante informada y en algunos casos no había ni que explicar el nuevo sistema porque ya venían directamente con su bolso. En otros casos, a veces, se volvía un poco más complicado. Algunas personas se molestaban si les cobrabas la bolsa y algunos todavía te dicen algo si les decís que le tenes que cobrar la bolsa, pero son los menos”, relataron algunas cajeras en lo que es su tarea diaria al frente de los clientes.
ALGUNOS COMERCIOS SIGUEN ENTREGANDO LA BOLSA GRATIS
Si bien la mayoría de los supermercados y grandes superficies se adhirieron al convenio que implementó el Centro Comercial e Industrial de Salto junto a la Intendencia de Salto para contribuir con el cuidado del medio ambiente a través del uso racional de las bolsas de nylon, algunos comercios no aplicaron la medida y se mostraron reticentes con la misma. En estos casos, aducen que la medida fue prácticamente impuesta por las autoridades y no es efectiva contra la contaminación ambiental. “Si realmente quisieran disminuir la contaminación atacarían otras cosas que son realmente graves como el basurero municipal o buscarían la manera de empezar a clasificar o reciclar los residuos. Yo mismo tiro la yerba junto con el resto de la basura, por darte un ejemplo. Y así lo hace toda la gente”, comentó uno de los encargados de un comercio que entrega la bolsa sin cobrarla directamente a sus clientes. “Además, esto se resuelve con plata, porque si yo hago un surtido y quiero pagar $ 20 por las bolsitas lo pago y nadie me puede decir nada. Y si vamos al caso, en el mismo supermercado se siguen entregando bolsas en las carnicerías, en las fiambrerías, se venden cosas en bandejas de espuma plast, están las latas y las botellas que también contaminan”, agregó el entrevistado.
No faltó tampoco comerciantes que opinaron que esta media es un “negocio, ¿no se para quién?”, o un “discurso para la tribuna, para decir que se hace algo por el medio ambiente”, pero en realidad no se eliminan los basurales, no se aplica la medida de reciclar los residuos y si los supermercados no entregan las bolsas “la gente va a tener que comprar bolsas para los residuos porque si uno mira en la noche todas las casas sacan la basura en bolsas de los supermercados”, comentó el encargado de otro comercio consultado.
Tabla del tiempo en que demoran los elementos en degradarse
No todos los materiales tardan la misma cantidad de tiempo en degradarse en la naturaleza. Algunos incluso no lo van a lograr nunca del todo.1 año: papeles. Si están en contacto con la tierra y la lluvia, se degradan rápidamente.1 a 2 años: colillas de cigarrillo. El filtro es de acetato de celulosa, lo que demora su degradación.5 años: chicles. Son una mezcla de gomas de resinas naturales, sintéticas, azúcar, aromatizantes y colorantes artificiales que, por efecto del oxígeno se van endureciendo hasta resquebrajarse y desaparecer.10 años: Latas de gaseosa o cerveza. Es el tiempo que necesitan para convertirse en óxido de hierro.30 años: Latas de aerosol, tapitas de botellas (parte metálica) y envases tetra-brik.100 años: Encendedores descartables. El plástico tarda mucho en descomponerse, el acero no tanto. También el telgopor, que no es biodegradable pero puede dividirse en partículas mínimas, y los corchos de plástico, que son de polipropileno, más fácil de reciclar que las botellas de agua mineral (de PVC o de PET).150 años: Bolsas de plástico. Se degradan más rápido que las botellas, porque son más finas. 100 a 1.000 años: botellas de plástico de PVC o PET. 1.000 años: vasos descartables de polipropileno. Tampoco son biodegradables y se dividen en partículas mínimas como el telgopor. También las pilas (compuestas por mercurio, cinc, cromo, arsénico, plomo y cadmio, todos materiales extremadamente contaminantes). 4.000 años: botellas de vidrio. Pero al estar compuesta por arena y carbonatos de sodio y calcio, es reciclable en un 100%.
NI BOLSAS DE PLÁSTICO NI DE PAPEL.
Si vamos al supermercado y pensamos que las bolsas de papel son más ecológicas que las de plástico,estamos en un error. En la producción de bolsas de papel se gastan muchos recursos, aunque posteriormente tienen más posibilidades de reciclarse o de romperse cuando llegan al basurero. Si bien las bolsas de plástico son más baratas de manufacturar y generan menos desperdicios, son más difíciles de destruir.Y sólo se recicla el 1% de las bolsas de plástico de todo el mundo. Lo mejor es portar bolsas reutilizables, para no tener que consumir de papel ni de plástico.
Algunos datos sobre el consumo de bolsas de plástico son realmente preocupantes:
Se consumen dos millones de bolsas por minuto.
Para su elaboración se consumen grandes cantidades de energía.Estados Unidos y la Unión Europea consumen más del 80% de la producción mundial.Las bolsas de plástico con un espesor inferior a 50 micras (las más utilizadas) se reutilizan con mucha menos frecuencia que las más gruesas, convirtiéndose en residuos y dispersándose en el Medio Ambiente.
Se calcula que aproximadamente 54 pedazos de plástico flotan en mares y océanos por cada metro cuadrado. Se vierten a los mares 675.000 kilos de basura y la mitad son plásticos, que pueden llegar a tardar 500 años en degradarse. Suponen una trampa mortal para la fauna marina, aves y tortugas, esenciales para el equilibrio del ecosistema marino, mueren por enredo o ingestión.En su proceso de producción se le añaden al plástico una serie de aditivos químicos para aportarle elasticidad, color, durabilidad, etc. Muchos de ellos siguen sin ser identificados a día de hoy debido a la falta de transparencia de las empresas productoras. Muchos estudios científicos demuestran que la exposición repetida a algunos de estos aditivos puede provocar efectos nocivos para la salud y el medio ambiente. Existen alternativas al uso de las bolsas de plástico, simplemente es cuestión de acostumbrarnos a reducir su consumo. Gracias a las campañas de sensibilización se ha conseguido reducir su utilización hasta en un 20 %, no obstante es tarea de todos continuar reduciendo su consumo y sustituirlas por otras alternativas con mayor duración en el tiempo y menor impacto en el medio ambiente.
“La evaluación, al día de hoy, es positiva”
Atilio Minervine – Srio. Gral. del Centro Comercial e Industrial de Salto
20 días de puesta en marcha la campaña que procura evitar la proliferación de las bolsas de nylon, reduciendo la utilización de las mismas, cuya forma de disuasión aplicada es el cobro de $ 2 por cada una que se solicite en los comercios adheridos; EL PUEBLO dialogó con el Secretario General del Centro Comercial e Industrial de Salto (institución impulsora de la idea), Atilio Minervine, quien manifestó que el mundo va en dirección del cuidado y protección del medio ambiente, siendo ese el espíritu de la iniciativa.
¿Qué evaluación haría de estas primeras semanas de implementación de la campaña?
Tenemos varias semanas trabajando en esto, comenzó el 2 de abril y hoy estamos a 22, y le puedo decir que, estamos bien, conformes, contentos. Al principio, a uno se le genera la expectativa de qué va a pasar; pero, creo que hoy ya tenemos el doble de comercios adheridos, de los 30 primeros.El espíritu de la idea, el principio -y creo que el mundo va hacia ese rumbo-, es el cuidado del medio ambiente. En nuestro caso, además de eso, procuramos embellecer un poco más la ciudad, porque a la vista está que, cuando tenemos inundaciones, baja el río y vemos que los árboles están tapizados de bolsas, ejemplo que sirve para que la gente vea lo mucho que nos afecta a todos. Otro ejemplo, es el tema del vertedero municipal; existen filmaciones realizadas por los vecinos del lugar, en donde se observa la zona y parecería que hay nieve y en realidad son las miles de bolsas de nylon desparramadas. Al respecto, la Intendencia nos dice que más del 30% de los residuos domiciliarios, el volumen, corresponde a las bolsas de nylon. Al respecto, en el día de hoy habrá un movimiento, el que va relacionado con lo que hablamos, promovido por los vecinos de la zona del Hipódromo, quienes se acercaron hasta nuestra institución, para contarnos la situación de los que viven alrededor y en el cauce del San Antonio, principalmente cuando suceden los incendios, cuyo humo se afecta a todos. Por tal motivo, acompañamos a los mismos en dicha temática, y en los cambios necesarios a realizar en el vertedero. Este, desde hace 20 años se encuentra en el lugar; se hizo en un momento en el que no había la conciencia de hoy, ni la evolución sobre el reciclaje y que ya no sea a cielo abierto; pero, hoy por hoy, es un tema que se está manejando y va enganchado con todo lo demás. Ojalá que dentro de diez años podamos tener solucionado el asunto, con contenedores verdes, rojos y amarillos en las esquinas, y un vertedero en condiciones, aunque sobre este punto los recursos deberían aparecer para solucionarse cuanto antes. Por lo tanto, volviendo a la pregunta, la evaluación al día de hoy, es positiva.
¿Cuál ha sido la receptibilidad por parte de los comerciantes?
Cada vez se irán sumando más comercios, quienes están también evaluando el tema, informándose; porque que sucede, al principio, muchos vecinos se sorprendieron cuando se les manifestaba que tenían que llevar ellos la bolsa o abonar $ 2; claro, la cultura cambió, antes cada uno iba con su chismosa, una bolsa de tela o llevaban la mercadería en un papel de estraza, y luego nos acostumbramos a la bolsa de nylon. Pero, creo que de a poco va a ir cambiando; la gente verá que ronda en beneficio para el medio ambiente, para el vecino, el comerciante, o sea, para todos. Esto comienza con la concientización, la formación desde la casa, enseñándoles a nuestros hijos desde no arrojar en la calle un papel, en adelante (educación pública, instituciones, etc.). Es un proyecto a largo plazo.
¿Se ha considerado la posibilidad de utilizar embalajes de otros materiales de forma general, o correría por cuenta de cada comerciante?
Bueno, es una alternativa. Así como hoy está surgiendo, se está incentivando el uso nuevamente de la chismosa, de repente, en algún otro momento, la bolsa de papel sea una opción. Lo que pasa es que en todos estos temas, también hay un punto de costos en la importación, por ejemplo. Hay un mundo detrás de todos estos movimientos, que se hacen, como siempre sucede, ante los cambios. Más allá de una concepción de, cuidemos el medio ambiente, hay muchas herramientas que acarrean una logística, ejemplo, el sistema de recolección de residuos. Con el tiempo, y poco a poco, creo que se va a ir tomando conciencia y logrando; hay que cambiar la mentalidad. El lugar por dónde comenzar: los niños. Explíquenos la finalidad del cobro de $ 2 por cada bolsa de nylon que se otorga en los comercios adheridos a la campaña.
Hace poco tiempo escuché un comentario jocoso, en el que decía que, si se pagaba $ 2 pesos, la bolsa no contamina.
Esos $ 2 pesos, podrían haber sido $ 10; el tema es desestimular el uso de la bolsa.
Es una medida simbólica; se busca que la gente reflexione que si tiene que pagar por esa bolsa, opte por no utilizarla, ya que luego de usarla específicamente para transportar mercadería, no le servirá más.
Clientes en general se muestran de acuerdo con la medida aunque reconocen que no es suficiente para bajar la contaminación
EL PUEBLO consultó a algunos clientes para conocer su opinión acerca de la medida; y en general se mostraron de acuerdo. En el día a día al hacer nuestras compras ya sea en un supermercado o en un comercio de barrio vemos diferentes reacciones cuando se les pregunta a los clientes si lleva (paga) bolsa, algunos ya entran con su bolso para evitar pagar, otros hacen bromas y otros dicen que es una viveza del comerciante y se muestran molestos, en tanto que otros aunque estando de acuerdo en que se cobre la bolsa, prefieren pagar porque en sus casas para uso cotidiano, las utilizan y si tuvieran que comprar por ejemplo para los residuos, seguramente les sale más caro.
ALBERTO CONSIDERA QUE VA HABRÁ MENOS BASURA EN LA CALLE
“Estoy de acuerdo, creo que siendo así se va a aminorar la mugre en la calle”, dijo Alberto. Consultado sobre si paga, dijo que por ahora, cada vez que hace las compras paga la bolsa; “cuando no tenga (dinero) voy a llevar el bolsito”, bromeó.
JOSÉ: A LA LARGA VA A DAR RESULTADO
“Por lo menos nos obliga a salir con la bolsita a nosotros”, respondió José al ser consultado acerca de la medida. Dijo que en su caso, siempre que pudo, sale con el bolso para llevar sus compras, “porque sé que (la bolsa) ensucia. A mi me tocaba muchas veces tener que tirar montones de bolsitas que de una u otra manera llegaban a mi casa, y a veces sacaba la basura y una bolsa solo con bolsitas”.
“Estoy de acuerdo, creo que va a dar resultado y va a ir formando conciencia en la gente”. Ve poca conciencia, “pero hay que trabajar” más para lograrlo.
VIVIANA: LA MEDIDA AYUDA PERO HAY MUCHOS OTROS ELEMENTOS QUE CONTAMINAN Y NO SE COBRAN
Viviana está de acuerdo en que haya que bajar el uso de bolsas. Si bien en su caso colabora para que haya menos basura y enseña a sus hijos a no tirar siquiera los papeles de caramelo en la calle (se los guarda en la cartera), entiende que es muy difícil crear conciencia porque a la mayoría de la gente no le importa tirar la basura en la calle, comen algo y tiran el papel, pasan en los autos y tiran las botellas… de hecho ella trabaja en un lugar donde hacen viandas y allí todos los días se utilizan cientos de recipientes descartables que no son reutilizados.
Considera que es muy difícil que esto se pueda cambiar, porque al menos que la gente lleve un tupper para llevar la comida, es imposible colocar los alimentos en otro tipo de recipientes que los que usan, por ejemplo en algo de cartón, porque no son adecuados para el transporte de ciertos alimentos.
FACUNDO, ROMINA Y AYLEN
Los adolescentes también están al tanto de la medida porque desde los centros educativos se insiste con el reciclaje se trata de concientizarlos. Un grupo de adolescentes consultados, dijeron que pagar dos pesos no influye demasiado, la gente lo paga y continúa contaminando. Yo no pago, prefiero llevar las cosas en la mano, respondió una joven, porque cree que pagar por la bolsa no aporta.
Aumentó la venta de las clásicas bolsas “chismosas” y de tnt
Hebron es uno de los locales donde se venden las bolsas, así como otros envases descartables. Consultados para este informe, indicaron que por el momento la medida no les ha afectado la venta, y de hecho para el comerciante la bolsa ahora no es un gasto que pierden sino que ahora lo cobra. En cuanto al resto de envases como son bandejas y potes para viandas entre otros envases descartables, cuya venta aún no ha sido reglamentada, se nos comentó que en Montevideo ya empezó un movimiento encabezado por el gerente de Darnel; Alberto Brause que es pionero en el reciclaje de bandejas, vasos y potes de poliestireno expandido (espuma), que tiene el objetivo de poner contenedores afuera de los supermercados , shopping, complejos habitacionales, entre otros para que se puedan depositar estos productos para luego ser reciclados. En Hebron por estos días ha aumentado significativamente la venta de la clásica bolsa “chismosa” que ahora ya no es tan chismosa porque el material no es tan transparente, y también se vende mucho bolsas de tnt.
También muchos comercios ya comenzaron a pedir las bolsas impresas con material biodegradable que es un poco más caro. En cuanto al costo de las bolsas camiseta que son las que se entregan en los comercios, se nos indicó que van desde los 320 y los 400 pesos las mil, según la calidad y el tamaño.