Con el maestro y diputado José Carlos Cardoso
Maestro, sindicalista, periodista, político y diputado, son algunas de las facetas de José Carlos Cardoso, con quien EL PUEBLO dialogó en una de sus recientes visitas a Salto sobre un tema que desde años está en agenda, sobre el cual aún no se ha encontrado una solución consensuada, y que de ella depende el futuro de nuestro país: la educación.
– Fue maestro rural, también fue periodista de radio y de diario El País.
– Sigo siendo porque tengo un medio de prensa, un diario de Rocha, sigo haciendo periodismo desde otro ángulo, desde otro perfil, pero en verdad trabajé muchos años en Difusora Rochense, tuve un programa durante seis años a la mañana, después me dediqué a magisterio cuando me recibí de maestro, después volví al periodismo escrito con El País, trabajé cuatro años y después me dediqué a la política.
– ¿En 1988 ingreso a la juventud del Herrerismo?
– Sí, en realidad mi vuelta al vínculo político fue al final de la dictadura, y a partir de allí empecé a acercarme cada vez más, y en el 88 ya estaba trabajando.
– Acláreme, porque la información que tengo es que en 1984 usted se dedicó de lleno a la actividad gremial, y en 1988 ingresa a la juventud Herrerista con treinta años de edad, ¿con treinta años en la juventud?
– Es así, y bueno, veníamos de la dictadura, ¿qué juventud había a la salida de la dictadura con militancia política? Habíamos tenido diez años sin militancia política, los jóvenes de ese comienzo teníamos esa edad, y los grupos de juventud que se organizaban eran entre 20, 22, 25, 28, 30 años.
– De edil fue electo diputado, estuvo cinco años de edil, y a la siguiente campaña…
– En realidad no estuve cinco años de edil, resulté electo edil en el 89, pero ese fue gobierno del Partido Nacional y en el 91 ingresé al Consejo de Educación Primaria, es un cargo político que me designó el Presidente de la República, yo estuve en Primaria durante todo ese período, 90-94.
– ¿Y de ahí a la diputación?
– Sí, en la campaña del 94 me postulé y fui electo diputado por primera vez.
– ¿Durante el gobierno de Jorge Batlle acompañó a Antonio Mercader en el Ministerio de Educación y Cultura?
– Efectivamente, fui subsecretario.
– O sea que algo de educación sabe, maestro, pasó por las escuelas rurales, la actividad gremial, estuvo en el Consejo, en el Ministerio. Así que podrá contestarme, ¿para qué sirve el Ministerio de Educación y Cultura?
– El Ministerio es un gran recipiente que tiene el Estado donde coloca todas las actividades que no sabe dónde las va a poner, es el Ministerio de Justicia, los fiscales que reportan al Ministerio de Educación, que además es el ministerio que representa al país en todos los eventos vinculados a la Justicia, cuando el gobierno es convocado a eventos judiciales quien representa al Poder Ejecutivo es el Ministerio de Educación, el que tiene un gran escenario vinculado a la ciencia y tecnología, ahí está la Dirección de Ciencias y Tecnología, todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la ciencia en el área de la educación está vinculado al Ministerio de Educación y Cultura.
– ¿Así que el Ministerio de Educación hace todo menos educación?
– Menos educación, como bien decía Mercader, ese ministro reina pero no gobierna. Pasa que Uruguay tiene una larga tradición de educación autónoma, es una larga tradición que está incorporada en la Constitución de la República. Es muy difícil encontrar un país en el mundo que tenga tanta autonomía en materia de educación, y está puesta en la Constitución. Por lo tanto, las competencias políticas del Ministerio de Educación y Cultura en materia de educación son muy relativas, el único vinculo que está establecido en la Constitución es la Comisión Coordinadora de Educación, que la preside el Ministro de Educación y Cultura, que la integra el rector de de la Universidad de la República, el Presidente del CODICEN (Consejo Directivo Central), la educación militar, este es el único punto de contacto que tiene el Ministerio con los organismos autónomos de educación.
– Me han contado los que saben, que antes de la dictadura la educación uruguaya hacia vanguardia en el mundo, pero como no la viví, uno tiene que creer, y uno ve lo que es la educación hoy, digo, ¿vivimos de mitos como el del Maracaná?
– En materia de educación el país ha tenido digamos una especie de congelamiento.
– Bueno, si se congela es bueno, porque venimos en caída.
– No, no, si se congela la educación marchaste, la educación es dinámica.
– Es como tenerla estable en CTI, si el paciente está estable, tiene chance de sobrevivir.
– Seguro, pero con la educación no pasa eso, porque la sociedad que vas a educar va cambiando, y por lo tanto tienes que ir adecuándote a esa nueva sociedad que tiene nuevos parámetros, con nuevas estructuras. Pongamos ejemplos concretos, la educación primaria, el formato de la escuela valeriana, la escuela a la que tú y yo fuimos, ese formato es ampliamente exitoso, que se aplicó a partir de 1870 y que tenía un objetivo por alcanzar que era alfabetizar un Uruguay que era analfabeto y hacer que en el Uruguay se hablara español, en un país que al norte del Río Negro, inclusive Salto, la lengua que se imponía era el portugués. Ese objetivo fue cumplido, y en 1930, es decir 50 años después, el Uruguay estaba alfabetizado y se hablaba español en todo el territorio, eso fue fruto de la educación pública uruguaya y la escuela valeriana.
Ahora, ¿vamos a responder a la realidad de hoy del siglo veintiuno con la escuela del siglo diecinueve? No, el instrumento tiene que ser modificado, tú tienes que cambiar el instrumento para una realidad distinta, hoy tenemos una sociedad fracturada totalmente, tenemos otra estructura, otra dinámica, otros requerimientos, y nosotros seguimos aplicándole la misma respuesta, la educación valeriana. Los maestros siempre nos jactábamos históricamente de decir, “mire, a esta hora en todas las escuelas de Uruguay se está haciendo casi siempre lo mismo, en todo el país, en la escuela de Bella Unión, en la del Chuy, en la de Montevideo, en la de Salto, el maestro de cuarto año seguramente está trabajando en aritmética tal cosa, porque la educación es única en el Uruguay, todos los programas son iguales, todos los docentes hacen lo mismo, todos los docentes dicen lo mismo”.
Eso era un mérito, pero ahora no lo es, eso no es ningún mérito hoy, es decir, el modelo educativo uruguayo no se adecuó a los cambios que el país necesita, y por lo tanto estamos aplicando una receta equivocada para resolver los problemas de hoy, ese es parte de nuestro problema, la educación valeriana es un mito en Uruguay, fue eficaz, pero hoy ya no nos sirve ese modelo.
– ¿Por dónde pasa la solución de la educación de nuestro país hoy?
– Cuando nos miden, no te miden si sabés de Artigas o no, te miden en ciencias, matemáticas y lenguaje, y en esas áreas que son básicas, lo que los maestros llamamos las áreas centrales, andamos mal, hemos venido retrocediendo. Tenemos problemas en el lenguaje notoriamente y cada vez más, y tenemos problemas con las matemáticas. Esos problemas los han resueltos otros, ¿los primeros en el mundo quienes son? Finlandia, Singapur, Corea, nosotros estamos 47, 48, allá abajo. Es decir, nosotros nos quedamos después de haber tenido una educación de punta, también es cierto que si nos comparamos, como se quiere comparar en el gobierno a veces con otros, hay otros peores, por ejemplo, Guatemala nunca tuvo a Varela, por lo tanto en Guatemala no ha pasado lo que pasó en Uruguay, en Guatemala sigue habiendo áreas de territorio con analfabetismo porque nunca aplicaron un programa como el nuestro en el siglo diecinueve, si nos comparamos con ellos, decimos, “¡qué bien que estamos!”
«La ciencia, la matemática y el lenguaje hay que volverlos a tomar como centros de aprendizaje»
– Pero que yo sepa leer y escribir hoy no es ninguna garantía porque si uno va a la juventud de hoy observa que tienen otro lenguaje en los mensajes de texto o en el twitter, no es el que nos enseñan en la escuela, pero si uno va a eso, uno ya es analfabeto si no sabe lo que es una computadora, se habla de analfabetismo digital. Como usted dice, evoluciona todo tan rápido, que el analfabetismo ya no se mide por si uno sabe leer y escribir, pasa por otra cosa. Entonces, con el Plan Ceibal de por medio, muy criticado por Germán Rama, se observa como balance que a los escolares les quedaron los jueguitos, que bajan videos de música y que los maestros no le encontraron la vuelta pedagógica, al menos en el primer año.
– Lo que pasa es que lo que critica Rama es el momento de corregir la brecha digital en la primera infancia, cuando estamos tratando que el niño aprenda correctamente a manejar la lengua materna, porque tú podrás escribir con 140 caracteres en el twitter, podrás escribir en el teléfono, ahora se escribe todo abreviado, ahora no es importante que manejes adecuadamente y conozcas la lengua materna, es decir, que manejes correctamente el lenguaje, la forma correcta de escribir, más allá de que después lo abrevies.
– No digo que esté mal eso, digo que no alcanza.
– Claro, pero ese proceso cuando se hace, se hace en la escuela, y ese proceso está fallando. Nosotros antes para pasar de primero a segundo teníamos que tener lectura silábica seguro por lo menos, en segundo, ya en el primer semestre tenías que tener lectura corriente. Hoy hay chicos de sexto que no tienen lectura corriente, yo tengo un hijo de ocho años que está en segundo de escuela, mi hijo lee corriente el diario, si, pero yo lo hago leer desde que tenía cuatro años, porque eso también importa, cómo trabajan en la casa tus hijos.
– ¿A los cuatro años?
– Por supuesto, los finlandeses aprenden a leer a los cuatro años, mi hijo está en segundo de la escuela, lee correctamente y no es ningún fenómeno, es un niño normal en todo, pero si te dedicas a hacer leer a tu hijo a los cuatro años aprende. La lectura es un código y se aprende perfectamente, es decir si hay una aplicación de lo básico de la lectura, o si le enseñas a tu hijo a sumar y a restar tempranamente y haces que la escuela se ocupe de eso, los aprendizajes posteriores van a estar mucho más asentados, mucho más firmes en la vida de ese niño. Después vendrá todo lo digital por supuesto, la brecha digital en el Uruguay ya no es una cosa tan difícil de corregir porque no la ha corregido el Plan Ceibal, ¿sabes quien la corrigió? El teléfono, porque el que maneja un teléfono, y hoy se ha generalizado el uso del teléfono…
– Sí, somos tres millones doscientos mil uruguayos y tenemos más de cuatro millones de teléfonos celulares en funcionamiento.
– Sí, esto es lo que ha ayudado a corregir la brecha digital, no el Plan Ceibal, porque el que maneja un teléfono, maneja el cajero del Banco República, porque los códigos, la forma de entrar y acceder a una pantalla digital, a un teléfono celular son los mismos que tú aplicas luego en la tecnología, es decir que es aquí donde se corrige la brecha digital, y esto hoy lo manejan los niños, los manejan los sectores más pobres de la población, que antes las brechas del conocimientos estaban muy ranqueadas por el nivel socioeconómico en la sociedad, es decir, los ricos tenían acceso a determinados niveles de conocimiento, a determinados niveles de información que los pobres no lo tenían, hoy con el celular está roto ese sistema, porque el celular funciona en todas las capas sociales, felizmente.
– Está bien, pero no resolvimos el tema de la educación.
– Y no lo vamos a solucionar, yo creo que a la ciencia, la matemática y el lenguaje hay que volverlos a tomar como centros del aprendizaje, hay que volver a creer que la escuela tiene que ocuparse básicamente de eso. Fíjate que tenemos permanentemente una tentación a creer que todos los problemas del país se solucionan con la educación, entonces cada asunto nuevo que aparece lo primero que se le ocurre a todo el mundo es, pero eso tiene que aprenderlo en la escuela. Entonces en la escuela se han incorporado las normas de tránsito, la sexualidad, todos los asuntos que en la sociedad aparecen son incorporados a la escuela, y eso en definitiva termina quitando tiempo a nuestros aprendizajes básicos. Entonces los maestros tiene cada vez menos tiempo de trabajo en matemáticas y en ciencia, y si a eso le agregas que desde la casa no se opera como se operaba antes. Hace cincuenta años era un fenómeno, pero hace cincuenta años, ¿cuánto tiempo les dedicaba la familia a sus hijos? ¿Cuánto tiempo le dedicaban de atención a sus hijos y cuánto tiempo le dedican ahora? ¿Hay educación en la casa como había antes? Yo creo que eso también ha retrocedido, y también se ha perdido. Pero la educación es una cuestión de la escuela, no es una cuestión de la casa, y eso es un déficit que luego aparece en los aprendizajes o aparecen en las mediciones, que lamentablemente nos enfrenta a la realidad.
Entrevista de Leonardo Silva