Brasil monopoliza las exportaciones de leche en polvo entera
En las últimas ocho semanas Brasil fue el destino del 97% de la leche en polvo entera exportada por Uruguay. De acuerdo con datos de Aduanas en base a solicitudes de exportación, en las últimas ocho semanas hasta la pasada, culminada el 8 de julio, se enviaron a Brasil 19.483 toneladas, 97% de las 20.020 toneladas embarcadas al exterior.
Los precios de los lácteos en Brasil se han mantenido en niveles significativamente más altos que los de los de Uruguay y Argentina y también por encima de los de otros potenciales destinos, por lo que acapara la amplísima mayoría del saldo exportable, y es quien ha permitido sostener los precios de la leche en Uruguay en los niveles actuales, que superan con holgura los U$S 0,40 por litro.
En estas últimas ocho semanas Argelia aparece con 487 toneladas exportadas, en tanto que China suma solo 50 toneladas que fueron embarcadas la semana pasada.
El valor medio de la tonelada de leche en polvo entera exportada a Brasil evolucionó al alza en lo que va del año. Comenzó en el eje de los U$S 3.500 por tonelada y en las últimas cuatro semanas promedió arriba de U$S 4.000 por tonelada.
Una historia de innovación y resiliencia en la lechería, COLEME.
(PRIMERA PARTE)
COLEME, la industria láctea más antigua del Uruguay cumplió 91 años de vida y de casi cerrar en 2017 mira al futuro con un proyecto de reconversión que apunta a mejorar procesos y a la larga, a ganar mercados
Eduardo Tornaría es Presidente de la Cooperativa Lecheros de Melo (COLEME). La industria láctea más antigua del Uruguay cumplió 91 años de vida y de casi cerrar en 2017 mira al futuro con un proyecto de reconversión que apunta a mejorar procesos y a la larga, a ganar mercados. Tornaría explicó que la empresa sufrió “una caída importante de sus remitentes, pero hoy con menos productores mejoró la producción”. Es por eso que entre las metas está continuar fortaleciendo la cuenca lechera “para poder defender la industria”. A futuro, se mira hacia la exportación.
-¿Cuándo se fundó COLEME?
-Es la más antigua del Uruguay y nació en 1932. Su origen está en Ley de 1930 para todo el país que apuntó a promover el consumo de leche pasteurizada en el mercado interno. La pasteurización de la leche es de principios de 1920.
-¿Qué sucedía entonces?
-Los médicos entiendan que la leche cruda, consumida mucho después de su ordeñe en las ciudades, era causa de una lista de enfermedades muy grandes que hay en esa época. Para promover el consumo de leche pasteurizada hay que hacer ese proceso y esa ley de 1930 le encomienda a las escuelas industriales (hoy UTU) que en cada capital departamental, arme una usina pasteurizadora de leche con el doble propósito de pasteurizar para el abasto interno. A su vez, eso sirve para formar gente que pueda ocuparse de ese proceso.
-¿La Escuela de Melo fue la pionera?
-Lo fue. Fue la primera que tomó el guante. El director reúne a los tamberos, que esa época eran muchos tamberos chicos que vendían leche cruda, la escuela compra la maquinaria y arma la usina pasteurizadora. Lo que quedaba era resolver quien ejecutaría la planta.
-Cómo se resolvió ese problema?
– En ese entonces se discutieron tres modelos. El primero era conseguir capitales privados para hacerse cargo de la empresa. El segundo que sea el Estado el que se ocupe de la gestión a través del Municipio y la última, es la cooperativa. Se terminó eligiendo esa última opción porque se entendió que permite la incorporación de nuevos tamberos, porque es de todos y no es de nadie.
– ¿Cómo está la cooperativa en la actualidad?
-Venimos recuperándonos de una crisis bastante importante que en 2017 puso a la cooperativa al borde del cierre. Estamos en un momento de gran fragilidad. Hubo una recuperación bien interesante, tuvimos tres ejercicios con superávit y luego enfrentamos un 2022 que fue muy complicado para las industrias lácteas volcadas al mercado interno.
-¿Qué complicó el año pasado a las industrias lácteas volcadas a la producción de leche consumo (leche fresca)?
-Hubo un atraso con la fijación del precio de la leche tarifada (se fija dos veces al año, en otoño y primavera). Ese valor lo establece el Ministerio de Economía y Finanzas. Ese atraso complicó la existencia de las industrias lácteas que elaboran leche pasteurizada. En caso de COLEME la facturación de leche fluida era el 70% del total. Hubo un descalce entre el precio de compra y el de venta. Cuanto más vendíamos más dinero perdíamos. El 2022 fue difícil y en reconocimiento de esa situación, el sistema político encontró una respuesta que fue la ley votada el 28 de diciembre (Ley 20.112). Fue una salida muy consensuada a la crisis de la industria láctea, a través de una Ley votada por unanimidad y en forma expresa. Esa legislación creó el Fondo para la Reconversión de la Industria Láctea. Lo rápido que se aprobó habla de la conciencia de que había un problema a resolver. (Fuente: en base a El País)
El MJA junto a otras organizaciones impulsan la lechería ovina.
La iniciativa busca facilitar las salas de ordeñe tanto para el desarrollo de la lechería en sí como para la producción de queso.
El Movimiento de la Juventud Agraria (MJA), la Asociación Nacional de Pequeños Criadores Ovinos (Anpco), la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y Mevir, están trabajando en un convenio para el desarrollo de la lechería ovina.
Fredy Martínez, director nacional de Extensión del MJA, y presidente de Aupco, dijo que la iniciativa apunta a facilitar las salas de ordeñe ovino, tanto para el desarrollo de la lechería en sí como para la producción de queso. Está dirigida a pequeños productores de entre 20 y 50 ovejas.
Explicó que el convenio busca que “algunos productores puedan tener su sala de ordeñe a través de un monto determinado de dinero a ejecutar seguramente este año”.
Los productores involucrados “son todos de pequeña y mediana escala que están trabajando con la raza Frisona Milschaff y que lo ven como una oportunidad, como un sub-rubro para sumarle a lo que ya están haciendo”, agregó en declaraciones a Procampo de emisora Radio 41.
La experiencia hoy se centra en Canelones, pero Martínez no descartó que en un futuro pueda ampliarse a otros departamentos del sur, teniendo en cuenta que la raza tuvo un crecimiento y las características que tiene la producción lechera ovina.
Uno de esos departamentos sería San José, donde el MJA ha trabajado: “Hace unos días hicimos unas giras de promoción en escuelas rurales y lo primero que nos preguntaron los gurises es sobre cómo funciona la entrega de ovejas”.
“Es una alternativa, el precio del queso de oveja es muy bueno, además de que no se tiene que ordeñar todo el año, haciéndolo de forma natural, sin usar hormonas ni nada que se parezca, podemos hacer una ordeñe de tres o cuatro meses”. Esa característica de no tener que estar pensando en ordeñar todo el año y son tres o cuatro meses los que llevan un poco más de trabajo para después tener todo el año para vender la producción, hace que el rubro despierte otro interés.
EMILIO GANCEDO