El consumo de carne roja en Brasil cayó un 5% en 2020, completando cuatro años consecutivos de descenso y alcanzando su nivel más bajo desde 2008, según datos compilados por la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carnes.
La investigación muestra que los brasileños han estado buscando opciones de proteínas más baratas. Las razones son el aumento de los costes de los insumos, muchos de ellos importados, para la cría de animales y la alta demanda externa de países como China.
El consumo de huevos aumentó un 9% en 2020. El consumo de pollo aumentó un 7%. Los números son de la Asociación Brasileña de Proteína Animal. La carne de cerdo tuvo un aumento de precio del 29,5%, mientras que la carne de vacuno, del 16,2%.
En el sitio web, el presidente de ABPA, Ricardo Santin, asegura que este escenario se mantendrá incluso después de la pandemia: «Habrá un boom aún mayor en el consumo de pollo, cerdo y huevos».
Para el experto, la crisis económica provocó un re ordenamiento en el carrito de compras de la población. Según la estimación de la Compañía Nacional de Abastecimiento, el brasileño consumirá este año la menor cantidad de carne roja por persona en 25 años.
