IX Bienal de Arte
Como ya se ha informado, este fin de semana que pasó las actividades que forman parte de la IX Bienal de Arte tuvieron su centro a unos 190 kilómetros de nuestra ciudad, en Pueblo Fernández, localidad con una población de entre 300 y 400 habitantes y hermosos paisajes naturales, con imponente presencia de cerros. El domingo en horas de la mañana partió hacia allá un ómnibus dispuesto por la propia organización del evento. Y en el lugar aguardaban los artistas participantes, así como otras personas de la organización y el Presidente de la Junta Departamental de Salto, que habían arribado uno o dos días antes. Al mediodía, en el salón comunal del pueblo, se compartió un almuerzo criollo con artistas, residentes y público en general. El mismo estuvo preparado por la aparcería Puntas de Mataojo, con la colaboración de personal del Ejército, que también contribuyó en otras tareas.
SAFARI FOTOGRÁFICO
Y OBRAS EN LOS
ALREDEDORES
DEL PUEBLO
Dos actividades concentraron la mayor atención el domingo. Por un lado se presentó la serie de fotografías tomadas por dieciocho integrantes del Foto Club Uruguayo, algunos salteños y otros provenientes de diferentes puntos del país. Después de algunos días de recorridas por la zona de Pueblo Fernández, incluyendo otros pueblos cercanos, registrando con sus cámaras diferentes paisajes naturales, así como algunas construcciones (capillas, escuelas, etc.) y varios aspectos más de la vida del lugar, y tras una intensa tarea de edición del material (realizada el propio domingo en el salón comunal del pueblo) los fotógrafos exhibieron al público las imágenes. Se realizó la exhibición en una pantalla que fue rodeada por los asistentes, y las imágenes se presentaron acompañadas de música, incluso, en determinado momento la música se hizo con guitarra en vivo.
Por otra parte, la artista salteña María Ángela Juanena presentó y explicó una obra realizada al aire libre, en uno de los cerros de la zona. La misma consiste principalmente en la creación de animales que bien podría denominarse “mitológicos”, a partir de diferentes partes de animales reales: plumas, aletas, huesos, cueros, etc. A estos seres fantásticos, Juanena llama “protos”, en general, aunque identifica a algunos con otros nombres particulares.
EL PUEBLO, que estuvo presente en el lugar durante toda la jornada del domingo, dialogó con la artista sobre el trabajo realizado.
¿Cómo surge esta idea de una intervención artística en Pueblo Fernández?
Cuando en el foco me propusieron Pueblo Fernández dije sí sin dudar, porque mi obra tiene mucho que ver con el campo. Me pareció una buena idea proponer a los niños de acá a que me juntaran huesos y yo poder armar mis protos en este lugar. Aparte es un lugar retirado, que me parece que necesita de esto, del arte con la gente.
Para quien no vio la obra, ¿cómo se explica qué son los protos?
Los protos son seres creados, inventados por mí. Son huesos, ramas, espinas…, unidos por poliuretano. Así armo unos bichos, unos seres con nombres, resignifico el hueso, por ejemplo una pata puede ser cabeza, le doy otra mirada. En cierta forma reciclo también.
¿Cuándo empezó este trabajo?
En realidad mi trabajo arranca hace mucho tiempo con la tinta, empecé a hacer animales en tinta y después los pasé al volumen. Y con este trabajo hace un año que estoy metida, trabajando, tengo muchos protos, acá traje algunos que hice con elementos de la playa, animales, pescados…, y acá me quedé un fin de semana a trabajar.
Hablaba del aporte de los niños, es decir que la gente del pueblo también colaboró en la creación de la obra…
Sí, los niños colaboraron. La colaboración de la gente fue perfecta, divina, colaboraron con patas, huesos, y ahora los vieron. El lunes los niños van a ir a recorrer conmigo y van a armar sus propios seres, que eso es parte de la terminación de mi obra, o sea, no sólo armé la obra acá y la vieron, sino que ahora también los niños van a poder jugar con hacer esos protoseres.
¿Conforme entonces con la tarea?
Totalmente, me parece fantástico y divino el lugar.