La calidad de una persona depende de la calidad de su relación con el mundo. Su calidad de vida profesional, emocional, social, sentimental, intelectual; desde todos los puntos de vista», afirma Julio Fontán creador del método FRE.
El Método de Educación Relacional Fontán (FRE), presenta una propuesta de innovación educativa. Nacido en Colombia, hoy éste método está presente además en Chile, Estados Unidos, Costa Rica, México y España. Julio Fontán es el Director pedagógico de FRE, educador e investigador, Presidente de la Fundación Learning one to one (aprendiendo uno a uno). Sus padres habían comenzado a desarrollar este método en el año 1957.

El método va detrás del desarrollo potencial de cada estudiante y su autonomía. Se trata de darle herramientas al estudiante para que se relacionen con el mundo. Se basa en la premisa de que todos los estudiantes son distintos, por eso es necesario personalizar la educación. Personalizar implica atender a cada niño, uno a uno (learning one to one).
En lo personal, no creo en extrapolar modelos sin adaptarlos ya que cada país tiene su idiosincrasia. Pero hay elementos que sí podemos tomar y lo que anterior condice con lo que buscamos en Uruguay, una Educación Inclusiva de Calidad. Donde reconocernos diferentes pero con un objetivo común que es que todos puedan aprender. Este método sostiene que al personalizar, se pueden tener en cuenta a todos los estudiantes, como personas con S. de Down, hiperactividad, déficit atencional, etc. «Si un estudiante no se adapta decimos, ese estudiante tiene problemas. Ese estudiante no tiene problemas, el problema lo tenemos nosotros de ser pertinentes con ese estudiante», afirma J. Fontán.
La diversidad en el aula implica para el Método FRE, personalizar los procesos pedagógicos, ya que no todos los alumnos aprenden de igual manera. Entienden que eso es necesario para poder desarrollar el potencial de cada alumno.
Este método pone énfasis en dar a los estudiantes herramientas para relacionarse con el mundo. Para ello es necesario que educadores y el entorno trabajen juntos. «El estudiante tiene que hacer cosas que tengan sentido para él», sostiene J. Fontán. Porque de lo contrario no va a tener valor, no va a estar dispuesto a poner la energía necesaria y puede dar como resultado la deserción.
Hay otros planteos que forman parte del método que se alejan de nuestra realidad, al menos por ahora. El método no utiliza el aula tradicional de aprendizaje como lo hace el método tradicional, son talleres donde los docentes ofician de tutores. Cada estudiante elige en que tiempo quiere realizar sus estudios, planifica junto a su familia el tiempo de vacaciones e inclusive en el nivel más alto cada uno escoge sus profesores. El método FRE entiende que de esta manera se prioriza la autonomía del estudiante. Conciben dicha autonomía en la toma de decisiones. Los estudiantes deben poder tomar sus propias decisiones, asumir consecuencias y aprender del error. Esta elección del plan y metas la realizan el estudiante y su familia con el centro. La misma se digitaliza mediante plataforma del Centro educativo donde estudiantes y padres o tutores, pueden hacer seguimiento al alumno.
Este sistema innovador, no comparte los «premios» y «castigos», que se dan a través de las notas. Ponen énfasis en el proceso, en que el estudiante encuentre sentido y de esa forma encuentre una motivación. Hace hincapié en que sean los estudiantes quienes se evalúen. Conciben la excelencia en el proceso y no en el resultado. Durante la evaluación del proceso que va haciendo el estudiante, gana en autonomía y capacidad de gestionar.
Este método cumple con los currículums nacionales pero no de forma tradicional, sino innovadora, a través de métodos personalizados. Sostienen que de esta forma se pueden manejar los tiempos y ritmos de trabajo de los estudiantes. Tiene como objetivo cambiar la obediencia por autonomía. Defiende la postura de que si un estudiante aprende a gestionar su vida, obtiene mayor calidad de vida. Lo que se busca es pasar de una socialización dirigida a la productividad a la construcción de comunidad.
Para llevar a cabo una innovación educativa es esencial el apoyo institucional y directivo. Debe ser una transformación a todo nivel, desde el aula hasta el diseño de los programas educativos a nivel nacional. Se necesita poder romper con ciertos esquemas y voluntad política.
Arq. Irene Barla. Diplomada en Innovación y Creatividad en Educación. Dipl. en Defensa Internacional de DDHH. Dipl. en Diseño de Políticas Públicas.