IMÁGENES CLÁSICAS DEL SÉPTIMO ARTE
Su vida fue entre la danza y el cine. Haciéndose «clásica» por compartir famosas escenas musicales con nombres de oro de la industria hollywoodense: Fred Astaire y Gene Kelly.
En las añejas latas del celuloide, quedaron cuadro a cuadro registrados para la posteridad, esos movimientos al unísono de las estrellas de los estudios, donde ella no solamente acompañaba, sino que también se destacaba como primera figura. Las fotos de esos momentos representan parte de la historia del cine norteamericano. Fue en «Cantando bajo la lluvia», -«Singin’ in the Rain»- 1952, y «Melodías de Broadway», -«The band wagon»- 1953, donde eclipsó a los espectadores de las salas del mundo. Siendo una niña, sus padres captaron de que la pequeña estaba muy dotada para el ballet, por lo que recibió clases y llegó a formar parte del Ballet Ruso de Sergei Diaghilev, con los seudónimos de María Istomina y Felia Sidorova.
Muy pronto, se inició en la pantalla grande, donde dejó su talento como actriz y principalmente como bailarina. Se llamó Cyd Charisse.
SE CASÓ CON SU PROFESOR DE BAILE
Cyd nació en Amarillo, Texas, el 8 de marzo de 1922, bajo el nombre de Tula Ellice Finklea. Es hija de Lela y de Ernest Enos Finklea, joyero de profesión. Mientras Thomas Jarrell Finklea, su hermano menor la llamaba «Cyd» -y ahí viene lo de su denominación artística- ella estudió y se graduó donde pudo, mientras combatía la poliomielitis, llegando a tomar lecciones de baile en una escuela profesional de California. Allí, se enamora perdidamente de su profesor de baile, Nico Charisse y se va de gira por Europa. En 1939, cuando no había cumplido aún los 18 años, se casan en París, y tienen un hijo, Nick en 1942. Es donde decide adoptar el apellido de su esposo en su nombre profesional. Ante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, ya de regrero a Los Ángeles, David Lichine le ofrece un papel en el baile Gregory Ratoff’s. Esto le llamó la atención al coreógrafo Robert Alton -que también había descubierto a Gene Kelly- y pronto se incorporó a la plantilla de la acaudalada Metro-Goldwyn-Mayer, donde se convierte en la bailarina residente de MGM ballet. En un papel tempranero, hace de soporte de Judy Garland en la cinta «The harvey girls» en 1946.
SECUENCIAS MUY ACLAMADAS
Como es sabido, Charisse se destacó en sus dúos con Astaire y Kelly. Su obra incluye dos de las secuencias más aclamadas de los históricos musicales «Cantando bajo la lluvia» y «Melodías de Broadway», pero en cuanto a la voz, Cyd era normalmente doblada en las canciones de sus películas, generalmente por la cantante India Adams. Su debut en Hollywood fue en «Something to shout about» -«Algo por lo que gritar»- de 1943, tras lo cual pasó un tiempo haciendo pequeños papeles secundarios en otras cintas: «Mision to Moscow», 1943, «The Harvey Girls», 1946, «Ziegfeld Follies», también de 1946, y «En una isla contigo», 1948.
Luego de su firma en MGM su carrera dio un giro importante comenzando a figurar con desempeños más descollantes, hecho que se dio en los años cincuenta, en largo-metrajes de diversos géneros, aunque principalmente musicales. En esa época participó en «Brigadoon», «Siempre hace buen tiempo» y «La bella de Moscú». Pasado el momento dorado de los musicales, las apariciones de Cyd Charisse en pantalla disminuyeron. En los años sesenta rodó varios films, entre los que destacan «Dos semanas en otra ciudad» y «Something’s got to give», donde compartía créditos con Marilyn Monroe y Dean Martin. Ésta quedó inconclusa por el deceso de la Monroe. En 1967 se retiró del cine, salvo por fugaces apariciones en otras producciones: «Los conquistadores de Atlantis», de ciencia ficción.
Más recientemente apareció en clips: «I want to be your property» de Blue Mercedes y «Alright» de Janet Jackson; en este último daba unos pasos de baile. En 1990 grabó un vídeo de fitness para personas de avanzada edad -ella tenía 69 años en ese momento- titulado «Easy energy shape up» -«Puesta a punto de baja intensidad»- Además, deslumbró en documentales que retratan la época dorada de los estudios de Hollywood, algo que ella supo conocer y ser una verdaderá luminaria.
LAS PIERNAS MÁS VALIOSAS
En 1948 volvió a casarse, ahora con el actor y cantante Tony Martin, con el que mantuvo sesenta años de matrimonio, hasta su fallecimiento -un récord en parejas de Hollywood- Tuvo un hijo con él, Tony Martin Jr. Su sobrina es la actriz Nana Visitor, y Liv Lindeland, «Playmate» de la revista Playboy en 1971, es su nuera.
Escribió una autobiografía conjunta con su marido, «The two of us» -«Nosotros dos»- y en 2001 entró a formar parte del Libro Guinness de los Récords en la categoría de «Las Piernas más valiosas», dado que en 1952 firmó un seguro por valor de 5 millones de dólares para protegerlas, superando así el récord de su antecesora, Betty Grable. Se fue rumbo al cielo, el 16 de junio de 2008, en California, luego de sufir un ataque cardíaco.
Tenía 86 años. Fue una grande de las matineé y los continuados.
Más allá de la nostalgia.