En setiembre último.
Santiago de Chile, 28 ene (EFE).- El dirigente mapuche Héctor Llaitul, líder de la organización radical Coordinadora Arauco Malleco (CAM), afirmó que la supuesta manipulación de pruebas en el operativo policial en el que fue detenido en septiembre pasado es un «delito grave».
«Para nosotros el montaje policial ya está establecido. Nosotros siempre lo sostuvimos pero no teníamos cómo probarlo. Ahora esa prueba existe por parte de diversas pericias y nos da totalmente la razón», dijo Llaitul en una entrevista con el diario La Tercera.
La Fiscalía denunció el jueves pasado una supuesta manipulación de las pruebas por parte de Carabineros en los preparativos de la llamada «Operación Huracán», lanzada el pasado septiembre contra dirigentes mapuches radicales, entre ellos Llaitul, en el sur del país.
Según la Fiscalía, algunas de las pruebas que Carabineros obtuvo para inculpar a los mapuches, como conversaciones de Whatsapp en las que se coordinaban para cometer los atentados incendiarios, habrían sido «plantadas» en los celulares de los comuneros.
Llaitul recordó que desde un comienzo sostuvo que no había evidencias científicas ni testigos que los situaran en los sitios de los ataques incendiarios, pero Carabineros «adulteró pruebas» para justificar el operativo en el que ocho mapuches fueron detenidos.
El líder de la CAM aseguró que no tiene intención de demandar al Estado por su detención y encarcelamiento, sino que añadirá los antecedentes a la querella que presentó en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (INDH) por otro caso en el que también denunció un montaje policial.
La Fiscalía indaga a una decena de personas por la supuesta manipulación de pruebas. Cinco son funcionarios del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, cuatro oficiales del área de inteligencia de la institución y un civil.
El caso ha desatado una profunda crisis en Carabineros, una policía que ya estaba muy cuestionada por un millonario fraude al interior de la institución, y en los últimos días se han producido reproches cruzados entre altos mandos policiales y jueces y fiscales.
EFE
