Por la Lic. en Nutrición Eloísa Sánchez Esteva (*)
¿Escuchaste hablar de la avena y sus beneficios? ¿Alguna vez la consumiste?

Hoy te cuento de que se trata este alimento que es tan utilizado, en que preparaciones
podemos implementarla y sus beneficios para que la empieces a consumir!
Es un cereal que se caracteriza por presentar numerosos beneficios para nuestra salud.
La avena es rica en hidratos de carbono complejos (almidón) siendo uno de los
cereales que menor aporte contiene. Presenta un gran contenido de fibra, la misma
nos aporta mayor saciedad, mejora nuestro tránsito intestinal, alimenta nuestras
bacterias benéficas del intestino y nos ayuda a que no se genere un pico de glicemia
luego de que la consumimos. A su vez, nos aporta una gran cantidad de proteínas,
siendo uno de los cereales que mayor aporte tiene. En cuanto a su contenido de
lípidos, nos aporta una gran cantidad de aquellos que son de buena calidad
encontrando entre ellos: monoinsaturados y polinsaturados.
Cuando nos enfocamos en vitaminas y minerales, podemos ver que nos aporta una
gran cantidad de:
Calcio: Mantiene nuestros huesos sanos y ayuda a tener un buen sistema
inmunológico.
Hierro: Forma parte de la hemoglobina y es un componente importante de
enzimas y proteínas.
Magnesio: Forma parte de nuestros huesos y de enzimas que son
fundamentales para el organismo.
Vitamina B 1 (tiamina): Encargada de convertir los hidratos de carbono en
energía, a su vez forma parte de cerebro, sistema nervioso y corazón.
Vitamina B 3 (Niacina): Forma parte de nuestra piel, nervios y sistema digestivo.
Vitamina E: Es un poderoso antioxidante y nos ayuda a prevenir enfermedades
cardiovasculares.
Si bien la lista de nutrientes que aporta es mucho mayor, estos son los nutrientes que
predominan en su composición. Es un alimento súper beneficioso con una calidad
nutricional excelente.
Muchas veces se dice que la misma tiende a aumentar de peso. Ningún alimento
natural aumenta de peso porque sí, lo importante es medir la cantidad. Y lo que tiene
de bueno es que la misma presenta una elevada cantidad de fibra (a excepción de
otras harinas, sobre todo las refinadas), eso lleva a que me genere mayor saciedad y
por lo tanto la porción que consumo es menor, siendo menor su aporte calórico.
La misma se puede utilizar en varias preparaciones como sustituto de otras harinas:
budines, galletitas, panes o muffins. En yogures como sustituto de cereales
convencionales y en empanados como rebozador.
¡Nos encontramos el próximo domingo con más tips nutricionales!
(*) Eloísa Sánchez Esteva es Licenciada en Nutrición, Antropometrista ISAK, con
formación adicional en Nutrición Deportiva y Nutrigenética. También es la
responsable del Diseño de los Menús de “Equilibrio Saludable”.
Por consultas: 098 737 577.
Instagram:
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