Jugar a veces de visitante, implica someter el vuelo de ofensiva. O ir estableciendo correctivos para sostener un resultado, sobre todo en instancias como estas, donde se trata de partidos de ida y vuelta.
Pero lo concreto es que Salto jugando de visitante ante Soriano Interior por el turno de semifinales del Campeonato del Interior de selecciones Sub 18, no solo que empató 0 a 0, sino que dejó en claro la validez de la propuesta.
Este equipo que orienta Gabriel Paique, no admite el miedo. No lo reconoce. En la medida que puede, fue y buscó. Se atrevió. Sino fuese por el golero Germán Gómez, pudo alcanzar una imposición. No le faltó mucho.
El golero local fue pieza gravitante, influyente. Sacó lo que llegó y lo que llegó no fue poco. Consecuencia misma de un Salto que hasta pudo vencer. De todas maneras, la utilidad del equilibrio… parte misma de la razón.
DEL NIVEL
AL DESNIVEL
En los primeros 15’ el partido se tiñó de equilibrio. Salto incluso, fue empardando en la recuperación de pelotas. No fue menos en esa tesitura y capitalizó las bandas para querer arriba, desde Diego Medina y Gustavo González. Lo de Gustavo fue prematuro en materia de salida por lesión, pero con Ruben Flores en la cancha, la dinastía de la búsqueda permaneció.
Pero claro…. como buen local, Soriano Interior fue hegemonizando gradualmente la pelota. Hasta se nutrió de alguna convicción, toda vez que la pelota fue surcando la zurda de Bertolotti, mientras Larzábal le llamó la atención al lateral salteño Martín Fraga. Salto no fue renuente en la pretensión del contragolpe. Una manera de animarse. De no convocar a los duendes del miedo. Del miedo que a veces, suele ahondar crisis…
En los 35’ el cabezazo de Diego Medina se desvió y por los 43’ Jonathan Do Santos obligó a una notable intervención de Germán Gómez. Un piropo a la esperanza goleadora, en medio de ese dominio que pretendió el local.
LA MISIÓN
SEMBRADA
Ninguna duda en cuanto a la sabiduría de Gabriel Paique a la hora de manejar las situaciones de un trámite. El DT salteño fue variando nombres y planteando modificación en la figura táctica de acuerdo al paso de los minutos. Hubo momentos en que Salto decididamente Salto fue más expresivo en los metros finales. Por los 5’ de la recta final, Suárez metió un cabezazo que pudo ser gol. En los 15’ Germán Gómez se lució como felino otra vez y en los 30’, Do Santos para obligar otra vez al exquisito Germán. Ese mismo del manual a mano, cuando el gol pareció venírsele encima.
Después las expulsiones. Dos en cada uno. A los 42’ para la anécdota, la poco creíble chance que dilapidó Sosa en el local, ya con el partido bostezando y Salto convenciéndose del negocio clavado.
El 0 a 0 final. El 0 a 0 que no se discutió. El 0 a 0 de la verdad inapelable: esta selección salteña no sabe del miedo. Lo condenó. Lo expulsó.
El sábado, la revancha en el Dickinson. Salto va sembrando. Es la misión vigente. Flor de misión…!!!.
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