Lic. Andrés Balbela, Centro de Prematuros El Alba.
El Licenciado en Enfermería Andrés Balbela es referente del Centro de Prematuros El Alba, el que pertenece a la RAP Salto, liderada por el Dr. Juan José Leal. En el centro “El Alba” se atienden alrededor de mil niños de Salto y de los departamentos vecinos, siendo su alcance de carácter regional.
En el centro se asiste a los niños prematuros – que significan una población de riesgo. “Al nacer antes de tiempo se dan ciertos factores predisponentes a que se den ciertas patologías.
Lo que hay que tratar de corregirl para que el niño pueda tener un crecimiento y desarrollo normal como cualquier otro niño nacido a término” – subrayó.
El jerarca en todo momento enfatizó en la importancia de prevenir los partos prematuros y el camino indica que ello se logra con los correctos controles de las embarazadas, evitar los embarazos adolescentes, la ingestión de cigarrillo, alcohol y drogas; de esta forma los riesgos se ven minimizados.
En cuanto a las medidas que se toman – luego de una detección temprana de la prematurez – se controla el crecimiento del niño y su desarrollo. Todo el proceso en los prematuros es más lento, ya que el tiempo que deberían crecer dentro del útero lo hacen fuera de él.
Por ello el centro cuenta con un equipo de psicoterapeutas, psicomotricistas, psicólogos y neuropediatras que valoran a los pequeños pacientes, detectando algún desvío en el desarrollo; a su vez se estimula y se realiza una labor con los padres y entorno familiar.
Es fundamental atender y estimular a los niños prematuros para lograr resultados positivos.
La realidad hoy en Salto con respecto a este tema es variable y los problemas sociales influyen sustancialmente; el desconocimiento y la información juegan un papel preponderante en este sentido.
Por el momento las cifras de nacimientos prematuros se mantienen; por ello se insiste tanto en informar y todos los 9 de septiembre – en el marco del Día Nacional de la Prevención de la Prematurez se programan actividades y jornadas al aire libre para concientizar a la población sobre la problemática. Cada niño es un mundo aparte, desde lo biológico a lo social.
En el centro “El Alba” se hace un seguimiento de los niños prematuros hasta que éstos cumplen catorce años.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
El Licenciado Balbela sostiene que la prevención sigue siendo la mejor arma, evitando que produzcan partos prematuros. ¿De qué forma? Ni bien la mujer sospecha que está embarazada debe realizarse los controles; es necesario evitar los embarazos adolescentes, evitar el cigarrillo, el alcohol y el consumo de drogas.
Otro punto que corre en desfavor son los controles tardíos del embarazo. “Se pierde un tiempo importante para abordar a la paciente y realizar el seguimiento”.
Sucede en la realidad que muchas madres van a tener sus bebés con tan solo uno o dos controles previos; si esta paciente hubiera sido estudiada a tiempo, las posibilidades de prever o evitar un nacimiento prematuro serían mayores.
Cuanto más prematuro es un bebé, menos preparado está su organismo para enfrentarse al mundo exterior. Los niños prematuros necesitan cuidados especiales.
Los niños prematuros pierden más fácilmente el calor corporal, lo que podría provocarles una hipotermia, poniendo su vida en peligro.
Necesitan más energía y cuidados para conservar el calor y desarrollarse.
Los bebés prematuros pueden tener dificultades a la hora de alimentarse debido a que la coordinación de su reflejo de succión y deglución no está del todo desarrollada. Podrían necesitar ayuda adicional para alimentarse.
Muchos niños prematuros empiezan a respirar de forma autónoma desde el momento en que nacen, pero otros necesitan reanimación.
Si los pulmones no han terminado de desarrollarse y les falta surfactante (sustancia que permite que los alveolos pulmonares permanezcan abiertos y expandidos) los niños prematuros podrán tener dificultades para respirar. A veces los que empiezan a respirar de forma autónoma no tienen fuerza suficiente para seguir haciéndolo. Se agotan y pueden dejar de respirar (apnea).
Las infecciones graves son más frecuentes en los bebés prematuros. Su sistema inmunitario no está totalmente desarrollado y corren un mayor riesgo de morir si contraen una infección.
Los bebés prematuros pueden sufrir hemorragias cerebrales durante el parto y en los días inmediatamente posteriores a este. Aproximadamente uno de cada cinco bebés que pesan menos de dos kilos al nacer sufre ese problema.
Además pueden sufrir lesiones cerebrales debido a la falta de oxígeno. Las hemorragias o la falta de oxígeno en el cerebro pueden provocar parálisis cerebral, retraso en el desarrollo y problemas de aprendizaje. Los bebés prematuros corren el riesgo de desarrollar discapacidades que les acompañarán toda la vida. El grado en que esto puede afectarles en su vida depende en gran medida del grado de prematuridad, la calidad de la atención y los cuidados recibidos en el parto y el periodo inmediatamente posterior a este, de allí la gran importancia de la prevención.
