La ley de prevención de accidentes laborales y la que estableció la jornada laboral de 8 horas, constituyen los primeros hitos en materia legislativa
Nuestro país se ha jactado siempre de haber sido pionero en toda América en cuanto a regulación y control de las condiciones del trabajo. Y en realidad le asiste la razón, porque ya en el año 1907, ante la necesidad de un organismo ministerial que tratara los temas al trabajo y a la seguridad social, se crea (mediante la Ley 3.147, del 12/3/1907), el Ministerio de Industria, Trabajo e Instrucción Pública, luego de una división de lo que era el Ministerio de Fomento. A su vez, se establece como dependencia de esta cartera la Oficina Nacional del Trabajo, con cometidos de control e inspección del cumplimiento de la normativa en la actividad desarrollada en el comercio e industria en todo el Uruguay. Es habitual además que se mencione a José Batlle y Ordóñrez y sus distintas presidencias, como un fuerte impulsor de avances en materia de leyes laborales. Y eso también es cierto.
Posteriormente a ese importante año 1907, el Presidente de la República José Batlle y Ordoñez introduce modificaciones en las competencias ministeriales y en marzo de 1912, el Ministerio de Industria, Trabajo e Instrucción Pública cambia su denominación por la de Ministerio de Industria, Trabajo y Comunicaciones.
La Ley 5.032, de prevención de accidentes laborales, vigente desde 1914, así como la Ley 5.350, que estableció en 1915 la jornada laboral de ocho horas, constituyen los primeros hitos en materia legislativa, que tienden a garantizar los derechos y protección de los trabajadores en nuestro país.
Más tarde, hace exactamente 90 años, en setiembre de 1933, durante la dictadura de Gabriel Terra, se establece que el Instituto Nacional del Trabajo y Servicios Anexados pase a sustituir a la Oficina Nacional del Trabajo, manteniendo las funciones inspectivas y la finalidad de vigilar el cumplimiento de las leyes laborales. Luego, ese Instituto se sustituyó por la actual Inspección General del Trabajo.
Dos años después, se realiza otra modificación ministerial, donde la cartera pasa a llamarse Ministerio de Industria y Trabajo (mediante el Decreto Ley 9.463, del 19 de marzo de 1935, dictado por Gabriel Terra), hasta que finalmente, en la Constitución Nacional de marzo de 1967, se jerarquizan las relaciones de trabajo y su protección, y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social queda
como responsable de regular y dirigir la política dentro de sus competencias.
Otro eslabón importante en esta cadena o devenir histórico, tiene como centro a los Consejos de Salarios. Estos fueron creados el 12 de noviembre de 1943 (Ley N.° 10.449) y suspendidos desde 1973 a 1985 por el gobierno cívico-militar. Con el retorno democrático de 1985, se restituyeron y actuaron hasta el año 1992, época en que los salarios quedaron libres y convencionales. A partir de entonces ya no hubo injerencia del Poder Ejecutivo, sino que los acuerdos fueron suscriptos por los empleados y obreros de las diferentes ramas de la actividad privada, en consenso con sus respectivas empresas.
A mediados del año 2005, a través de dos Decretos N° 138/2005 y N° 139/2005, el gobierno convoca nuevamente los mencionados consejos. En esta oportunidad, se establecieron tres áreas de negociación: a la del sector privado se sumaron la del sector público y el rural, lo que fue sin dudas otra innovación para este país.
“No es un tema de legislación sino de negociación colectiva”
Pablo Mieres, Ministro de Trabajo y Seguridad Social
EL PUEBLO recurrió nuevamente a la gentileza que siempre nos ha brindado Pablo Mieres, Ministro de Trabajo y Seguridad Social, para conocer su visión sobre la propuesta de reducción de la jornada laboral.

- ¿Cuál es su visión sobre el planteo de redu-cir la jornada laboral?
- En el mundo del trabajo entre los desafíos que están planteados a nivel mundial, el tiempo de trabajo es un tema que ha ingresado en la agen-da en sus dos vertientes. Por un lado, la distri-bución del trabajo en el tiempo. Es decir, salir de un esquema muy rígido de 8 horas diarias to-dos los días hábiles a un esquema más flexible, eso lo discutimos en particular y lo adoptamos como un cambio para la modalidad del teletra-bajo en donde la ley vigente establece que el cómputo del horario será de base semanal y no diaria, con lo cual permite que haya mayor flexi-bilidad en la distribución que el trabajador haga de su tiempo en acuerdo con el empleador. La otra línea es el planteo de reducir la jornada de trabajo. Ese planteo cobró actualidad o visibili-dad porque fue una demanda planteada por el PIT CNT el 1° de mayo pasado, y además, luego el FA presentó un proyecto de ley que promue-ve la reducción de la jornada laboral.
- Lo que quiero decir claramente es que este de-bate solo es viable si paralelamente estamos discutiendo el tema de la productividad. Pero para empezar, el proyecto de ley que presentó el FA es realmente poco adecuado, lo digo con toda franqueza porque lo que hace es plantear
- una reducción de horas total para todos los tra-bajadores de todos los sectores de actividad de todas las empresas del país a razón de dos ho-ras por año. O sea que una persona que trabaja 48 horas, al año siguiente va a trabajar 46 horas semanales, al año siguiente 44, al siguiente año 42 y finalmente 40, y todo eso siempre sin bajar el salario en proporción a las horas trabajadas. Eso en un país donde el 90 y pico por ciento son micro y pequeñas empresas, y algunas media-nas, es no tomar en consideración que eso im-plica un incremento del costo laboral de mane-ra agregada de un 4% por año donde al final va a estar en el orden del 16% en incremento del costo laboral, sin contrapartida. Bueno, eso es inviable, eso es llevar a muchos emprendimien-tos a una situación que puede incluso volverlos inviables.
- Entonces, lo que dijimos es que esta es una discusión que está atada, primero, a una nego-ciación colectiva, no se puede hacer tabla rasa sobre todo a los sectores de actividad, donde algunos son muy rentables, otros que tienen dificultades, otros que la van llevando más o menos, ni hablar la situación que viven en el litoral, por lo que aplicar una medida generali-zada sin tomar en consideración el tamaño de las empresas, el lugar de localización, el sector
- de actividad, la situación por la que pasa cada sector de actividad es realmente una manera muy pobre, simplista y equivocada de abor-dar el tema. Lo que entonces decimos es que desde el punto de vista metodológico, enten-demos que no es un tema de legislación sino un tema de negociación colectiva. Y de hecho, los casos que tenemos en Uruguay de reduc-ción de jornal laboral son en base a acuerdos de negociación colectiva. Así fue en la bebida, en la construcción, en el sector de la salud en algunos aspectos, y algún otro más.
- En segundo lugar, es un tema que está vincula-do con la productividad. Si yo reduzco el tiem-po de trabajo de los trabajadores, debemos discutir qué compromiso de productividad se asumen para que en definitiva, esa empresa que toma la decisión de reducir el tiempo de trabajo a sus trabajadores no tenga costos tales que al final terminan impactando en la propia empresa, pero también en los propios trabajadores. El empleador va a tomar decisio-nes para tratar de evitar el costo que eso tiene. Entonces, al final puede haber hasta pérdida de puestos de trabajo.
- Para pasar en limpio, ¿usted no está de acuerdo con que esto tenga rango legal sino que se trate de convenios colectivos obteni-dos de la negociación?
- Exacto, esa es una buena síntesis. La realidad del mundo laboral es muy variada, heterogé-nea y diversa, por lo tanto, hay que aterrizar
- esa idea, que repito, es una idea que estaba a nivel internacional instalada sobre la posibilidad de reducir las horas de trabajo. A priori uno no tiene una opinión contraria a este tipo de cosas, siempre y cuando tengamos el cuidado de ha-cerlo de manera tal que los emprendimientos y los puestos de trabajo no corran riesgo, porque a veces por tomar una medida pueda sonar a de-magógico. Es obvio que si presento un proyecto de ley para reducir las jornadas de trabajo y la gente está contenta porque piensa que trabajará menos tiempo, ojo con las trampas a esta cosa, porque al final esto puede determinar en una si-tuación de crisis en una empresa que no la tenía cuando la gente trabajaba en otro horario, y al final se sacrifican los puestos de trabajo. Ese es el planteo.
- Por supuesto que de parte del Ministerio, la in-tención es que podamos discutir la temática de la productividad entre los actores sociales con las cámaras empresariales y con el PIT CNT, con el objetivo de ayudar a un debate de este tipo de manera apropiada y no de esta forma que nos parece que es inconducente.
La reducción de la jornada laboral se viene dando haya o no haya ley
Carlos Clavijo Presidente UNTMRA
La UNTMRA viene impulsando desde el año 2011 la reducción horaria de la jornada laboral, sin pérdida salarial. En los Consejos de Salarios del 2010 ya había ramas de actividad que estaban negociando y se logró en el auxilio mecánico reducir de 48 a 44 horas semanales sin pérdida de salario, lo que desde el 2014 se redujo aún más. Esto es un claro ejemplo que nuestro planteo se puede poner en práctica dijo a EL PUEBLO Clavijo. Este nuevo sistema ayuda a generar más trabajo, a la calidad de vida del trabajador/a y en el tema de cuidados.

«Por lo antes dicho, el planteo de la jornada laboral sin pérdida de salario es algo que se puede hacer, lo hicimos con intervalo de varios años cosa que se viera si daba resultado o no, ese fue el acuerdo en los Consejos de Salario.»
Clavijo pasó a detallar las cuestiones que desde su dirigencia resultan importantísimas en el planteo de la reducción del horario de trabajo.
«Por un lado apuntamos a la necesidad de tener más descanso pero también por el tema de cuidados hoy en día tan difundidos. Por ejemplo los cuidados parentales que ayudarían a estar más tiempo con la familia, también dedicarlo a cuestiones sociales o lo que el trabajador y la trabajadora dispongan»
Hay otra connotación que Clavijo destaca que es el tema de la salud.
«Estaremos menos expuestos aquellos y aquellas que realizamos trabajo forzoso como por ejemplo sucede en nuestro sector, así que apunta también al tema salud, donde la calidad de vida repercute tanto para el trabajador y trabajadora como para el empresario porque cuanto más descanso se tiene hay menos desgaste físico y se puede realizar la tarea de mejor manera y eso da un incentivo.»
Connotación laboral.
Para quienes piden la reducción horaria de la jornada laboral, hay también una connotación laboral. «La reducción puede llevar a que generemos más puestos de trabajo, cuando actualmente en Uruguay se reclama la falta de empleo»
Aclaró que estamos lejísimo de aquellas 8 horas diarias y 48 semanales de 1915 en el gobierno de Pepe Batlle. «La realidad viene cambiando a nivel nacional y a nivel internacional. En Europa hay muy pocos países con 48 horas semanales de trabajo y en América Latina también, porque ayuda a la sociedad en general.»
Destacó los tres principales beneficios de aplicar la reducción del horario laboral. «Ayuda a generar más puestos de trabajo, ayuda a la mejor calidad de vida del trabajador/a, y en el tema de los cuidados parentales, por lo tanto si estás más tiempo en tu casa va a generar el cuidado compartido que se plantea a nivel general y como cuestión de género»
Tomar más horas de trabajo
El hecho de reducir las horas de trabajo podría implicar que algunos trabajadores tomaran más horas en otro empleo tal como sucedió con el caso de enfermería. «Esto se va a dar» afirmó el dirigente gremial.
«Esto sucedió en la salud cuando se pasó a las 6 horas y que lamentablemente varios compañeros/as decidieron tomar otras 6 horas para seguir trabajando. Nosotros creemos que eso es un error pero en definitiva es porque el mercado lamentablemente al no haber buenos salarios obliga a buscar otro ingreso. Estos compañeros que trabajan en la enfermería por ejemplo cuando terminan su etapa laboral no se encuentran bien pero esa es una decisión personal. Pero nosotros como trabajadores tenemos que luchar por implementar condiciones de vida buenas para la gente, después es decisión personal»
Acotó que en todos los lugares donde el salario es bueno no hay doble empleo.
«Nosotros pensamos que hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, y el empresario también tiene que ver esa otra parte del trabajador. Cuanto más reducción horaria y más presencia en la familia, menos riesgo para los hijos.»
Dando un ejemplo señaló que en España con una carga laboral de 6 horas los padres o responsables de la familia, trabajan en horarios diferentes para poder estar siempre presente uno de los dos.
«Ese contacto familiar se ha ido extinguiendo por estar tantas horas fuera de la casa, el mundo va muy rápido, queremos generar más ingresos para que los hijos puedan ir a estudiar y eso tiene un costo»
Se debe tomar en cuenta aquellos trabajadores /as que viven en ciudades grandes o recorren varios kilómetros para llegar a su trabajo porque están más de 10 horas fuera de casa.
Que dicen los empresarios
Los empresarios sostienen que no tienen problema en reducir las horas laborales siempre y cuando se aumente la productividad.
«Acá yo me pregunto la productividad de 1915 comparada con la de ahora no mejoró? No mejoró la ganancia de la empresa? bueno entonces nosotros no debemos productividad para hacer la reducción de la jornada laboral, sino que el empresariado nos debe de cuando se resolvió ir a las 8 horas diarias, nos debe toda esa productividad que hemos ido generando»
Hay sectores que no tienen problema, hay otros sectores más duros en cuanto a apoyar la propuesta. «Y no ayuda el Ministerio de Trabajo cuando dice que no estamos en condiciones de la reducción de la jornada, debería ponerse del lado del más débil que es el trabajador.»
«Este proceso se viene dando haya o no ley, haya o no haya proclamas»
Dr. Sebastián Artegoytia: “Entiendo que es un debate que debe ir madurando entre los distintos actores del mundo laboral, empleadores, trabajadores y el Estado”
El Dr. Sebastián Artegoytia Barneche, Abogado, como docente integró además la cátedra de Derecho Laboral durante 8 años en la UdelaR (Cenur Litoral Norte). Con él conversó EL PUEBLO al momento de elaborar este informe.

-¿Le sorprende que se pida una reducción de horas de trabajo?
Para abordar esta respuesta creo conveniente comenzar realizando un marco teórico de nuestra legislación acerca del tema en discusión. Esta prevé una doble limitación de la jornada de trabajo, diaria y semanal. En términos generales en la industria se prevé una jornada de 8 horas diarias y 48 horas semanales (seis días de trabajo y uno de descanso a la semana), a través de la centenaria ley 5.350 aprobada en 1915, en el comercio se prevé una jornada diaria de 8 horas y 44 horas semanales (seis días de trabajo y un día y medio de descanso), luego existen algunos subsectores con regímenes particulares, cabe mencionar que el sector servicios no tiene una regulación general de la jornada de trabajo.
La discusión a la que asistimos en estos días se centra en la reducción de las horas de jornada semanal manteniendo el límite de la jornada diaria en 8 horas, reduciendo la cantidad de días de trabajo a la semana, sin que ello implique reducción del salario. Otro supuesto podría ser reducir la jornada semanal reduciendo las horas de la jornada diaria y manteniendo los días de trabajo a la semana.
El tema está en el centro del debate nacional luego de aprobada una ley de reducción de la jornada en Chile en abril de este año. La central sindical lo reivindicó en el acto realizado en ocasión del 1º de mayo de este año y posteriormente en el mes de junio el Frente Amplio ingresó un proyecto de ley de reducción de jornada laboral que tiene a estudio la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Senadores. Es una discusión que se ha venido dando en varios países, en algunos se han aprobado leyes que contemplan la reducción de la jornada; incluso existen programas piloto en diversos países como por ejemplo Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, actualmente uno de ellos se está ejecutando en Brasil, e implican que empresas interesadas se postulen y pongan en práctica la reducción de la jornada durante un período para luego evaluar resultados. Entiendo que es un debate que debe ir madurando entre los distintos actores del mundo laboral, empleadores, trabajadores y el Estado y en la que es necesario acuerdos para su implementación, entre otras cosas por las particularidades que existen en los distintos sectores de actividad. En nuestro país se han ido dando procesos de discusión, planificación y reducción de la jornada laboral específicos para algunos sectores de actividad, que se han negociado en el ámbito de los Consejos de Salarios, como por ejemplo en la construcción, en el sector metalúrgico, en la bebida, etc. Debemos tener presente que el proyecto de ley que actualmente se encuentra a estudio en el Parlamento establece una reducción al límite de la jornada semanal a 40 horas para todos los trabajadores del país independiente del sector de actividad en que se desempeñe, conservando el límite de la jornada diaria en 8 horas (semanas de cinco días de trabajo y dos de descanso) y prevé implementarla en forma gradual en un plazo de 4 años sin que esto implique disminución de salario vigente.
–¿Está al tanto de los argumentos que manejan quienes piden esto?
Los procesos de avance tecnológico (inteligencia artificial, procesos de robotización en lugares de trabajo) su implicancia en la disminución de trabajo humano, y el objetivo de lograr una mayor distribución del trabajo es uno de los argumentos que se esgrimen. Quienes lo solicitan manifiestan que la reducción de jornada laboral generaría nuevos puestos de trabajo. También motivan este pedido la obtención por parte de los trabajadores de mayor tiempo libre, y así alcanzar un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Estos son los principales argumentos que se manifiestan en apoyo de la reducción de la jornada. Por su parte otros actores han expresado reparos. El Ministro de Trabajo compareció ante la comisión de asuntos laborales del Senado y realizó diversas críticas al proyecto de ley, entiende que esta discusión debe darse en los Consejo de Salarios correspondientes considerando la productividad del trabajo, manifiesta que de lo contrario reducir la jornada y conservar salarios de manera genérica podría afectar la rentabilidad de empresas, generando que estas tengan que reducir sus costos, perjudicando a fin de cuenta a los trabajadores, ya que las empresas terminarán reduciendo su plantilla o incluso cerrando. En su concepción esta reforma legislativa así como está planteada va a implicar un aumento en el costo laboral de las empresas. Otro de los actores de las relaciones laborales, las cámaras empresariales se han opuesto a reducir la jornada laboral en forma genérica, entienden que se debería manejar de manera particular de acuerdo a la realidad de cada sector y por lo tanto consideran que el ámbito indicado para discutirlo son los Consejos de Salarios, donde como ya mencionamos se han dado negociaciones de este tipo. En estos días incluso desde las cámaras han propuesto, por entenderlo más conveniente, legislar acerca de la flexibilidad del horario de trabajo, esto implicaría que el límite horario de la jornada semanal se mantenga, flexibilizando el límite horario de la jornada diaria, permitiendo al trabajador compensar horas, de esta forma el trabajador pueda excederse de las 8 horas en determinados días (sin generar horas extras si no excede el límite de jornada semanal) compensando con otra u otras jornadas de menos de 8 horas, y así conciliar mejor la vida laboral con la personal.
-¿Qué pro y qué contras ve si se aprobara esto?
Los beneficios principales que se manejan son beneficios en la salud y bienestar de los trabajadores al gozar de mayor tiempo libre, generación de oportunidades de empleo para quienes no la tienen. Las críticas que se han realizado, sobre todo al hecho de legislar sin discriminar sectores de actividad han sido los impactos que esto tendría sobre el empleo, el aumento del costo laboral por hora trabajada, lo que traería como probable consecuencia la reducción de la demanda de trabajo y el aumento del desempleo.
Empresarios salteños también opinaron
También, sobre el tema de este informe pensó EL PUEBLO que era oportuno recabar la opinión de empresarios salteños de diferentes rubros. Acordamos con ellos mantener el anonimato. Encontramos estas respuestas:
-Empresario rubro Supermercado:
“Lo veo inviable por el tema de que una reducción de la jornada, manteniendo el salario, implica un aumento significativo en los costos para la empresa, y más en el contexto que estamos viviendo hoy, que vemos lo poco competitivos que somos como empresas en Uruguay frente a Argentina o a Brasil. Más allá de la crisis; Brasil por ejemplo no está en crisis y siempre es mucho más barato producir, comprar bienes o servicios allá. La verdad que somos un país caro en Uruguay, y esta medida nos haría menos competitivos con la región y agravaría ese asunto de la competitividad como digo. La veo complicada por ese lado, porque en definitiva al ser un aumento de los costos, la empresa va a tener que pasar ese aumento de los costos a los precios, vamos a terminar siendo más caros y por ende a las personas les va a terminar rindiendo menos el salario. Es una primera y humilde opinión, y en el sector mío específicamente. No sé, de repente en una industria por ejemplo, que es productividad, si se compensa y se hace la misma cantidad de trabajo en 6 horas que en 8, bueno, no habría problema. Pero en mi sector, que es atención al público, y que tenés que tener sí o sí 8 horas a la persona, si la tenés 6 tenés que cubrir, no es que vamos a cerrar esas horas sino que vamos a estar abiertos pero con horas extras o más personas, así que va a significar un aumento en los costos”.
-Empresario rubro Almacén:
“Habría que reducir la jornada laboral siempre y cuando se mejore la productividad. Hay trabajos en los cuales no se mejora la productividad con menos horario. Es un tema que tiene que incluir la rentabilidad de las empresas. Por ejemplo, si un operario demora 5 minutos en realizar una tarea, pero si la misma tarea la realiza en 3 minutos y mejora la rentabilidad, en ese caso no afecta la rentabilidad de la empresa. Ahora, un guardia de seguridad no mejora la rentabilidad por estar menos tiempo y ganar lo mismo. Es un tema más complejo, habría que hablar de costos y no es un tema que tengan en mente los políticos. Al imperar la escuela Austriaca de economía, no se puede hablar de estos temas. Pero eso sería para hablarlo en otro momento…”.
-Empresario rubro Gastronomía:
“No les da, a las empresas no les da para mantener el mismo sueldo trabajando menos horas. Porque lo que ellos (empleados) generan para la empresa en 8 horas, les da justo. Si se les baja el horario, ¿cómo se hacen las cosas? Se precisaría contratar más gente, más empleados, y es imposible. La gente almuerza de las 12 del mediodía a las 2 o 3 de la tarde, un poco antes o un poco después, o sea tres o cuatro horas, pero se necesita un par de horas más para preparar las milanesas, la comida en general, para hacer un montón de preparaciones…Y si se baja, y en vez de cuatro horas trabajan tres, tanto a mediodía como de noche, es imposible. fijate que de noche estamos hablando que empiezan a las 9, de 9 a 12, ¿y cómo preparan las cosas? Para este rubro puntual de la gastronomía es un disparate, está mal. En otros rubros no sé. Pero en este rubro te puedo asegurar que es como te digo, no tengo ninguna duda, es fácil, uno más uno es dos, no hay misterios, no hay cosas escondidas…Si vas a trabajar tres horas a mediodía no podés preparar la pizza, las milanesas, para que cuando la gente vaya esté pronto para comer. Nosotros tenemos dos cocineros, que trabajan cuatro horas de mañana y cuatro de noche, y el tiempo les da justo, no les sobra nada. Tampoco lo que ellos generan en esas cuatro horas da para cubrir mucha cosa, hay que cubrir el sueldo, el aguinaldo, el salario vacacional, en los libres de ellos hay que poner otros…Eso en la gastronomía no tengo ninguna dudas que es un mamarracho”.
-Empresario rubro Ferretería:
“Pienso que tendríamos que sentarnos tranquilos a sacar números, no lo hice por ahora. En principio te diría que no lo veo viable, porque eso supondría que tenés que cubrir esas horas con otras personas por ejemplo, y esa persona supone para la empresa un montón de gastos. Pero, hay que ver, porque de repente está la posibilidad de reorganizar los horarios de todos. Eso depende también de la cantidad de empleados que tengas. En mi caso, que son varios, capaz que puedo pensar en mover piezas, como un puzzle, en cuanto a horarios, rotación de horarios y todo eso, pero como te digo tendría que sentarme tranquilo a pensar cómo mover ese ajedrez…No digo que sea imposible, pero si me apuran, digo que me parece bastante complicado”.
Guillermo Luzardo, empresario, miembro de CCIS:
“A veces tenemos una mirada individualista a la hora de tomar una decisión de compra, pero a la hora de reclamar soluciones, las reclamamos”

Guillermo Luzardo es un conocido empresario de nuestro medio (en el rubro de supermercados), pero además integrante de la Comisión Directiva del Centro Comercial e Industrial de Salto. Precisamente ha sido uno de los empresarios que más visibilidad ha tenido últimamente al momento de tratar este tema en diferentes instancias de conferencias, entrevistas y demás.
Sostiene Luzardo que hay una gran preocupación por la situación actual, pero “no solo en lo que refiere al comercio, si bien comercio y servicios es el sector que más mano de obra aporta en el Uruguay”, sino que también “juega un rol importante la Educación por ejemplo. De nada sirve tener una Ciudad Universitaria como hoy lo es Salto y que después, cuando los estudiantes se reciban, no haya empresas atractivas que puedan generar puestos de trabajo atractivos, y esa gente que se recibe tenga que irse al sur en busca de oportunidades laborales porque acá en nuestro departamento no las puede encontrar”.
BUSCAR BENEFICIOS PARA EL CONSUMIDOR FINAL
“El comercio derrama mucho sobre la economía local y es fundamental protegerlo y fomentarlo -prosiguió-; y la línea de trabajo que venimos haciendo desde el Centro Comercial refiere a encontrar beneficios para el consumidor final. Si bien la brecha cambiaria es muy grande, nosotros estamos buscando beneficios a través de tarjetas de crédito…Hoy por hoy logramos el 40% de descuento en Imesi, el 30% de descuento en supermercados y farmacias. También lo que buscamos son medidas adicionales, porque esas en realidad, en solitario, no son suficientes para seguir siendo competitivos y en la búsqueda de la competitividad, estuvimos la semana pasada en el Parlamento”.
Consultado respecto a cuál fue el planteo que llevaron, explicó: “estuvimos planteando a los legisladores que se lleven adelante los proyectos de ley que se tratan de políticas de frontera, que son soluciones estructurales a esta situación tan compleja y que se active, así como se activa lo del Imesi cuando la diferencia cambiaria es tan grande, que se activen también mecanismos para que el comercio de nuestra ciudad pueda ser competitivo en precios y pueda seguir funcionando, y generando mano de obra genuina y entre todos poder encontrar una solución”. Asimismo, dijo el empresario que lo importante es que “de todos los sectores que repercute, encontremos puntos en común para ir a plantearlos como soluciones, no ver tanto las diferencias sino los puntos que tenemos en común y luchar por eso”.
QUE COMPRAR ACÁ SEA UNA DECISIÓN DEL CONSUMIDOR, NO UNA IMPOSICIÓN
“Como gremial estamos haciendo junto con ANDE (Agencia Nacional para el Desarrollo) una campaña de concientización para el consumidor final. ¿Por qué la estamos haciendo?, porque en realidad, como ciudadanos, cuando tomamos la decisión de realizar la compra del otro lado, nos solamente pierde el comerciante que deja de tener esa venta y que esa pérdida de venta le genera una pérdida para poder mantener el presupuesto, y que a la larga termina repercutiendo también en el empleo, sino también que es dinero que el Estado no recauda a través de impuestos, y es dinero que el Estado no tiene para Educación, para Salud, para Seguridad…Entonces a veces tenemos una mirada individualista a la hora de tomar una decisión de compra, pero a la hora de reclamar soluciones en sociedad, las reclamamos. Por eso estamos haciendo esta campaña de concientización con ANDE. No buscamos imponer que el consumidor haga sus compras acá, sino que buscamos ofrecerle beneficios para que el consumidor tome una decisión de compra acá porque le rinde más, porque tiene beneficios y en definitiva sea, como digo, una decisión del consumidor y no una imposición nuestra”.
LOS TICKETS DE ALIMENTACIÓN… Y OTRAS REFLEXIONES FINALES
Finalmente EL PUEBLO consultó a Guillermo Luzardo sobre cómo afectó puntualmente esta crisis en sus comercios y qué piensa sobre la posibilidad de entregar tickets de alimentación (como parte de un salario), propuesta que en algún momento se ha planteado. Esto respondía: “Se ha resentido mucho la venta en lo que es la parte de limpieza, tocador, perfumería, eso ha bajado significativamente, diría que más de un 30%. Algo que nos ha ayudado es por ejemplo el descuento de la (tarjeta) Brou Recompensa, pero en realidad lo que nosotros manifestamos cuando fuimos al Parlamento es que es una medida que, al implementarse con tarjeta de crédito no llega a todo el público, porque no todas las personas tienen acceso a una tarjeta de crédito. Entonces lo que pedimos es que se haga a través de una tarjeta de débito, de pago de sueldos, o a través de tickets de alimentación, es decir que parte del sueldo se pague con ticket de alimentación y que tenga beneficios ese ticket. Pero lo que es importante aclarar, porque de repente no se interpretó bien, es que lo que buscamos es no imponer nada a nadie, sino que el consumidor final tenga beneficios. Entonces por ejemplo, lo de cobrar una parte del salario con tickets de alimentación, eso es opcional para el trabajador, es decir, el trabajador puede elegir si un 20% del salario lo cobra con ticket o si lo sigue cobrando en efectivo. Lo que buscamos es que el Gobierno haga algún descuento del IVA o algo así comprando con ticket de alimentación, para que el trabajador, al ver ese beneficio, elija cobrar con ticket de alimentación y nosotros nos aseguramos que esa parte del salario queda en la economía local y circula”.