Seguramente los consumidores de artesanías conforman un público especial, porque no se trata tanto del valor económico en sí, sino esencialmente del deseo de valorar lo nuestro y ser solidario con la gente que procura hallar una forma de complementar ingresos.
El espíritu navideño y las fiestas tradicionales incentivan estos valores en la comunidad y promueven ferias especiales, que en alguna ocasión convoca a muchos interesados en las artesanías.
Numerosas personas de todas las edades han hallado en las artesanías una interesante venta con más o menos éxito económico, pero sobre todo con el descubrimiento de aspectos que ayudan a valorarse y a elevar la autoestima con los beneficios consiguientes para la comunidad. En tiempos como los presentes se puede tener una idea de la cantidad de personas que están involucradas en el tema de las artesanías, número que seguramente es muy superior al que se maneja en otras épocas del año.
Lo que sigue es un panorama de algunos de los numerosos rubros que abarca la destreza popular que incentivan la creatividad en la confección de artesanías.
AJUPENSAL: Incorporó artesanías en azúcar para niños y joyería artesanal
Fabiana Benítez es la coordinadora de todos los cursos que de dictan en la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Salto (AJUPENSAL). Por una módica cuota de ciento cincuenta pesos los socios y los familiares pueden acceder a los talleres que se vienen dictando desde hace años. “Siempre se está incorporando un curso nuevo; por ejemplo este año se dictó el curso de artesanías en azúcar para los niños. Dado al entusiasmo que demostró el público infantil se comenzó a dar cocina; se les enseñó a hacer desde un arrollado hasta un guiso, también dulces. El otro curso nuevo fue el de joyería artesanal” – indicó. A los cursos concurren tanto adultos mayores de más de ochenta años como niños; la gama de edades es muy heterogénea.
Todos los cursos que están históricamente instaurados son: tejido a mano, pintura en tela, pintura al óleo, dos cursos de crochet, panadería, cocina, corte y confección, tapiz y repujado en aluminio.
Los cursos empiezan en marzo y culminan siempre los primeros días de diciembre, con una exposición.
La exposición se hizo abierta al público, que pudo comprar las diferentes manualidades, ya que también se confeccionan adornos y artesanías con motivos navideños. “Pese a que el costo de los cuadros es elevado, muchas personas compraron” – afirmó la coordinadora. En el taller de joyería artesanal se confeccionan caravanas, pulseras, collares, cadenitas, rosarios y llaveros. Como el valor de estas artesanías es sumamente accesible, tuvo mucho éxito de venta. En el área gastronómica también se lanzaron muchos productos artesanales tanto dulces como salados. La docente Beatriz Sequeira dicta los cursos desde hace 25 años en la institución. Los pequeños cocineros elaboraron la comida en el momento y la venta era inmediata.
Las inscripciones comienzan en febrero y de esa forma se van formando los grupos y coordinándose los horarios. AJUPENSAL dispone de un nuevo espacio donde se desarrollan las clases de pintura al óleo. Se busca que los horarios de los cursos sean convenientes a los socios.
A Sonia la dictadura le legó un hobbie que sería su futuro trabajo
El arte de las manualidades es sustento de muchas mujeres jefas de hogar
Los inicios de Sonia en el arte de las manualidades nos retrotraen a momentos oscuros de nuestro país, pero las vueltas de la vida hicieron que se transformara en su principal fuente de ingreso económico y en un hobbie invaluable.
Sonia Blanco es una de las ex-presas políticas de la última dictadura cívico militar que durante el tiempo en que

permaneció en los cuarteles pudo sacar algo positivo para su vida, si es que de allí se saca algo positivo. Aprendió a realizar todo tipo de manualidades y artesanías.
Una vez en democracia, Sonia se separó de su esposo y debió criar a su hija sola, ya que sus hijos varones se quedaron con su esposo. La única forma en que ambas mujeres pudieron salir adelante fue recurriendo a lo aprendido por Sonia en los cuarteles, las manualidades y artesanías.
Desde su hogar, comenzó a realizar todo tipo de trabajos artesanales, su hija la ayudaba y ese fue su único sustento durante muchos años.
“Éramos las dos solas, yo trabajaba en otro lado y cuando volvía a casa ayudaba a mamá con las manualidades. Ese fue nuestro sustento”, recordó Rosana. Actualmente, Sonia tiene 71 años y junto a su hija aún continúan trabajando en su taller de manualidades en el barrio Ceibal. Las máquinas de cocer, hilos, telas, goma eva, guata, puntillas, festones, brillantina, etc, se transforman en su único mundo cada vez que crean. Todo lo pueden hacer, basta con imaginarlo y ponerse a crear. Desde muñecas de trapo, cotillón para fiestas, souvenirs, centros de mesa y muchas cosas más forman parte de la variada gama de elaboraciones propias de Sonia y Rosana. La originalidad las ha hecho incursionar hasta en la creación de camitas para perros y cochecitos para bebés, que son muy pedidos por empresas del medio. Ambas destacaron el placer con el que realizan cada manualidad, “nos encanta y es tan lindo lo que hacemos que la hora nos pasa y ni nos damos cuenta”, aseguraron. Sin embargo, reconocieron que la invasión de productos chinos en el mercado local es algo que “está matando el trabajo manual”, porque han llegado productos novedosos pero que no tienen comparación con algo hecho a mano y con un toque personal como las manualidades.
Doris Correa: Diario de una artesana
“El mundo del artesano es inmenso e infinito”
Doris Correa se dedica a la creación de artesanías desde hace muchos años, empero en un principio las hacía para mi casa, o para amigos, para regalar.
“Para vender, o por encargue comencé más o menos hace 12 años.
Trabajo porcelana fría, macramé con diferentes hilados, repujado en aluminio cestería en diario, tarjetería, reciclado de materiales tales como cajas, cd, botellas, hago muñecas en tela, títeres, adornos pequeños en tela, tortas decoradas y postres. Me gusta trabajar con las manos, pero también me gusta muchísimo enseñar, compartir con otros lo que sé hacer” – nos cuenta Doris.
Con la porcelana se trabaja modelando con las manos y con algunos instrumentos, pero mayormente, con las manos. Se pueden hacer desde piezas muy pequeñas, hasta grandes. Se pueden modelar personas, animalitos, flores, entre muchas cosas más.
El macramé es una técnica de tejido que se hace con las manos, anudando hilos, no se utilizan agujas de ningún tipo, solo los dedos.
¿Cuáles son las artesanías que tienen mayor auge hoy en día?
-“La cestería en diario, pues se puede usar diario, revistas, folletos, guías telefónicas y se hacen unos palitos, o varillas, con tiras de papel que se enrollan con una aguja fina de tejer, y luego, cuando se tienen muchas, podés empezar a armar piezas tales como canastos, lámparas, bandejas, lo que quieras, piezas pequeñas o enormes, hasta muebles se hacen con rollitos de papel.
LA BIJOUTERIE ARTESANAL, LA VITROFUSIÓN Y OTRAS TÉCNICAS
En cuanto a auge, como que se ponen a veces de moda algunas técnicas, el macramé se usa siempre, desde hace muchísimos años
el aluminio y la porcelana también. “Creo que está volviendo la muñequería en tela, que se había dejado un poco, la bijouterie artesanal también está muy de moda, así como la vitrofusión.
El tema de la vitrofusión es que hay que tener horno especial para eso, que levanta temperaturas muy altas. Se puede hacer falsa vitrofusión reciclando cds. viejos.
Por otro lado, como siempre les digo a mis alumnos, es infinita la variedad de artesanías, de técnicas y de materiales que se pueden utilizar” – especificó la artesana.
Desde su experiencia… ¿Cómo vive la enseñanza de la artesanía?
“El mundo del artista y del artesano es inmenso e infinito.
Hay mosaiquismo, se puede trabajar con papel y cartón, vidrio, plástico, madera, hierro, botellas, pets, las tapitas de las gaseosas y otras.
Me encanta transmitir lo poco que he aprendido de todo lo que se puede llegar a aprender, me encanta investigar en internet y conocer técnicas e ideas nuevas. Y lo que más me gusta es ver cuando una persona que te dice esto no es para mí, con paciencia de ambos lados, consigue hacer cosas con sus propias manos”.
ARTESANÍAS CON LOS JÓVENES DEL CECAP
En el semestre julio-noviembre de este año, los chicos de 3ero. y cuarto semestre de CECAP tenían que elaborar y trabajar en un proyecto productivo con el taller experimental de Construcción, el cual a su vez trabajó en forma conjunta con mi taller de Artesanías, y el área de Educación Laboral, Informática, Artística I y II, Conocimientos básicos, y Espacio grupal.
Se trabajó con los jóvenes, sobre lo que es un proyecto, la parte teórica de qué es y cómo elaborarlo. Por otro lado se discutieron ideas sobre el contenido de este proyecto en particular.
Nos gustó la idea del cuidado del ambiente, del reciclado. Se trajeron técnicos que hablaron sobre ecología, sobre construcción alternativas, entre otras cosas.
Al principio pensamos en un producto más grande y ambicioso, un espacio recreativo en alguna plaza, que tuviera bancos y juegos con elementos reciclados. Pero el semestre en CECAP es muy corto, por lo que al fin lo acotamos a un piso con los ladrillos de reciclaje y unos asientos de pallets.
Se hizo toda una fase en la que los chicos experimentaron buscando la mejor fórmula para que los ladrillos quedaran bien, fueran resistentes, no muy pesados.
Después de algunas pruebas se llegó a una fórmula que dio buen resultado y se comenzó la fase de producción de ladrillos. En los ladrillos se incluye una parte de plástico chipeado, e incluso algunos tienen botellas cortadas a tijera en pedacitos.
Con esos ladrillos se hizo el piso del espacio que instalamos en el Instituto. Los pallets, son las estructuras de madera que se usan para transportar cargas en los camiones son como unas plataformas de madera.
Con los pallets se hicieron un asiento en forma de z que tiene tres asientos desencontrados, con sus respectivos respaldos, y fueron pintados con cuadros de Torres García por los chicos.
“Por momentos no doy abasto con tantos pedidos”, dijo Evangelina Mainardi
El hobbie de tejer en crochet y 2 agujas pasó en pocos meses de ser un hobbie a un trabajo, con exposiciones en desfiles
Evangelina Mainardi, tiene 22 años, estudia profesorado de dibujo y trabaja en una gestoría, sin embargo, nada de eso la limita a poder realizar sus trabajos de crochet y tejido, que de ser un hobbie ha pasado a constituirse en un nuevo trabajo.
El placer de tejer y realizar prendas de crochet forma parte de una herencia familiar, ya que su abuela junto a una amiga de ella le transmitieron sus conocimientos en el arte del tejido a dos agujas y el crochet.

Desde los 6 ó 7 años Evangelina domina ambas manualidades, fue su hobbie desde niña y se dedicó con placer a aprender cada punto hasta dominarlo al máximo y con gran fluidez.
La decisión de realizar prendas para vender surgió a mediados de este año y “casi sin quererlo”, primero “comencé a subir cosas que yo me hacía para mi al facebook y mis amigas las compartían y empezaron a pedirme que les hiciera para ellas. Después gente que no conocía también empezó a pedirme”, comentó Evangelina.
El negocio prosperó tanto y tan rápido que en pocos meses se vio entregando pedidos a Colonia y Montevideo y la semana pasada pudo participar del desfile a beneficio de la Asociación de Niños con Cáncer, donde destacadas modelos lucieron sus prendas.
“Estoy muy feliz con todo lo que está pasando con lo que hago, porque lo hago porque me gusta, es mi hobbie y ver que a la gente le gusta también, me deja muy contenta”, indicó Evangelina.
Los pedidos que le llegan presentan indicaciones de color, medidas, y ella responde con fotos de cómo va quedando la prenda. Si el pedido es dentro de la ciudad la lleva a domicilio, de lo contrario la envía por correo o agencia a contra entrega del dinero por el pago de la prenda. Hasta el momento nunca tuvo problemas con ninguna clienta, nadie le manifestó su disconformidad pero aseguró que “si no lo quieren no me preocupa, porque se que lo vendo rapidísimo por otro lado”.
Evangelina reconoció que “las ventas vienen muy bien”, y por momentos no da abasto con tantos pedidos, llegando a tener entre 4 y 5 pedidos por semana.
Entre las prendas que elabora, lo que más vende son “conjuntos para ir a la playa, tops, buzos, musculosas, gorras de crochet”, entre otras variedades. “El invierno pasado llegué a vender entre 30 y 40 gorras para una escuela, porque mi madre trabaja ahí y le vendió a unas alumnas y al poco tiempo me llegaron un montón de pedidos más”, contó con entusiasmo.
“DEBERÍA SER MUCHO MÁS CARO DE LO QUE EN REALIDAD SE COBRA”
Respecto a los precios de venta, aseguró que al ser un trabajo artesanal, personal y contar con mucha dedicación manual para su elaboración “debería ser mucho más caro de lo que en realidad se cobra, pero como yo lo hago como un hobbie y porque me gusta lo cobro más barato”, indicó. El precio depende también de la calidad del hilo con que se trabaje, pero las prendas rondan entre los $ 300 y $ 600. “Yo uso el hilo peruano que no es fácil de conseguir y es caro, generalmente lo consigo en Montevideo o Concordia”
CANSANCIO EN LA VISTA, LA ESPALDA Y LAS MANOS
Entre los pormenores a la salud que ocasiona este tipo de trabajos, Evangelina señaló problemas en la vista, dolor de espalda ocasionados por mantener la misma postura durante mucho tiempo, y hasta calambres en las manos.
Esther María de Souza Carballo – Presidenta de UNi 3
“Cada vez hay más interesadas en aprender artesanías para una nueva opción laboral”
Esther María de Souza Carballo de Silva (Profesora de Manualidades) preside desde hace varios años la Uni 3 en Salto, universidad abierta donde las personas de la tercera edad pueden aprender distintas disciplinas mediante talleres. Si bien inicialmente este proyecto está orientado a adultos mayores, a los cursos cuatrimestrales se inscriben personas de toda edad, tanto mujeres como hombres. La docente señaló que muchas artesanas y artesanos que venden sus creaciones en Termas del Daymán, fueron sus alumnos y algunos realizaron los cursos en Uni 3.
Dentro del programa funciona un taller de manualidades generales donde se utilizan diversas técnicas tales como macramé, forrado de cajas, arreglos navideños y la inquietud que pueda plantear cualquier alumno. “Algunos cuatrimestres las personas se inclinan más al macramé y cuando llega la época de fin de año piden aprender algo más” – indicó la docente de Manualidades, De Souza.
Se hacen arreglos de todo tipo, centros de mesa y alusivos a las fiestas. Todos los años se hacen exposiciones en el marco de la finalización de los cursos. También dentro de la especialidad gastronómica se hacen productos artesanales que se han exhibido en la Expo Rural en el Hipódromo, también los talleres de carácter artístico. Cada vez más personas tienen interés en aprender a crear artesanías y manualidades porque lo toman como una interesante salida laboral. También se observa que cada barrio o localidad cuenta con un espacio donde se enseñan manualidades, cocina, tejido, o artesanías y se exhiben los trabajos. Más allá del conocimiento, de ejercitar la motricidad fina y como alternativa de salir del stress, muchos lo ven como un camino para forjar una pequeña empresa.
Silvina Ansay, una joven artesana bonaerense radicada en Salto
Silvina Ansay es una joven artesana bonaerense que suele instalarse en las inmediaciones del Mercado 18 de Julio y expone allí sus creaciones artesanales que son un verdadero canto a la estética.
“Creo que es muy importante recordar la verdadera importancia de las celebraciones en estas fechas como Navidad…por qué compramos, por qué regalamos. Hacer un regalo es un homenaje al otro, es expresar mediante un gesto o un regalo nuestro amor y gratitud. Y elegir a un pequeño productor es fortalecer la economía local, es permitirle a alguien seguir viviendo de lo que ama, es comprar algo único”.
-¿Desde cuándo se dedica a hacer artesanías?
– “Soy pintora y dibujante, pero principalmente amo el arte en todas sus formas. Comencé a hacer bijouterie pintada en el año 2009, como alternativa económica sustentable cuando estaba de viaje y no podía cargar con mis cuadros, pero siempre mantuve en movimiento mis manos.
Uno de los primeros regalos que recibí cuando era chica fue un par de pinzas y alambre de bronce. Mi abuela española bordaba, mi mamá y mis tías pintaban, y los juegos solían basarse en crear cosas a partir de elementos simples. Tallar madera, armar cuencos de arcilla extraída de la raíz de un árbol arrancado de cuajo por una tormenta, hacer perfume con las flores del jardín de los abuelos, abrir la caja de pinceles y tarros de pintura, que yo consideraba terrosos y ponerse a pintar las paredes de la casa. Siempre estábamos en algo.
-¿Qué tipo de creaciones son?
-“Realizo piezas de diseño propio, caravanas, aros y principalmente collares”.
-¿Qué tipo de técnicas utiliza?
-“Hago las piezas de masilla, las dejo secar, las pulo y agujereo, luego pinto con acrílico y esmaltes sintéticos mis diseños sobre ellas y luego barnizo cada pieza. Luego las ensamblo, y realizo las cadenas de metal o utilizando diferentes hilos. A veces pinto las piezas completamente, otras utilizo los colores del papel de las revistas o diario, que selecciono y aplico sobre las piezas.
-¿Cuál es la realidad de los artesanos en la actualidad?
-“Cuesta competir siendo un pequeño productor, contra los precios del mercado. Es difícil competir con el monstruo de la industria, siempre produciendo por millones y a un costo mucho menor, pero creo que la clave es no competir, es saberse distinto y único.
Es la singularidad del producto que ofrece el artesano lo que le da valor realmente. Cada pieza es diferente e imposible de reproducir, y es el amor y el significado que el artista deposita en su obra lo que compras, la historia que hay detrás de cada pieza, dónde fue hecha, el origen de los materiales.
Cada vez que uso una pieza hecha por un autor recuerdo su historia y ahí está la magia, la energía de su creador.
Eso es algo contra lo que ninguna empresa podría competir y por lo que siempre me voy a detener a mirar un paño, una feria o una muestra”.