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lunes, 9 de junio de 2025
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Sea el juego que sea, la aspiración siempre es ganar, lo tremendo es vivir perdiendo

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Diario EL PUEBLO digital
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El ser humano participa de juegos siempre buscando ganar. Claro, en todo juego se gana y se pierde.  Desde niños queremos ganar. Cuando jugamos a la bolita, queremos ganarle al otro niño. Si tenemos 10 bolitas, queremos volver a nuestra casa con 15 o 20 pero nunca con menos de 10 que eran las que teníamos cuando el juego se inició. Si jugamos a la tapadita, queremos ganar más y más figuritas y no perder las que teníamos. En estos juegos nombrados, hoy ganamos y mañana perdemos. Y así todos los juegos, sea el que sea. Uno juega para ganar. El acostumbrarse a perder es malo y nos quita autoestima. El perder en el 2011, el perder en el 2012, el perder en el 2013, el perder en el 2014, en el 2015 y ahora en el 2016, bueno, es indudable que amerita un estudio más profundo para determinar que está sucediendo. Es lo que le ha venido pasando al fútbol de Bella Unión.  Ni a nivel de clubes ni a nivel de selecciones, logramos avanzar a la segunda fase. Desde el 2011 que retornó la Liga Regional a los torneos de la OFI, las derrotas son el común denominador de nuestro balompié. Pero no solo nos pasa a nivel de mayores, sino que el tema es mucho más profundo.  Arranca con las selecciones de baby fútbol local categorías 10, 11, 12 y 13 años. No llegan a definir torneos nacionales y muchas veces quedan eliminadas en la primera fase. Y lo que es más preocupante, que pasan los años y no hay variantes. El perder está vigente siempre.  Igual situación con la Liga Regional y sus categorías sub. 15, sub. 18 y mayores. .El acostumbrarse a perder es sinónimo de inferioridad a la hora de competir. Desde el baby en Bella Unión se acostumbran técnicos y niños a perder y perder y luego siguen la racha de derrotas y más derrotas cuando son convocados para la sub. 15, para la sub. 18 y para la selección mayor. Los años pasan, pero las derrotas no pierden vigencia para nuestro alicaído fútbol cañero.

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