back to top
martes, 22 de abril de 2025
24.1 C
Salto

Dialogar para tratar
de convencer, no para imponer

- espacio publicitario -
Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/1bnd

Para nosotros al menos, dialogar es escuchar, estar abiertos a ser convencidos en caso en que los argumentos de la otra persona sean capaces de disuadirme, de demostrarme que realmente sus ideas son más válidas que las mías.
Dialogar no significa imponer, sino confrontar, polemizar y cuanto más contundentes sean nuestros argumentos, podrán ser irrefutables, innegable o así lo creemos al menos.
Dialogar no significa imponer, convencidos que tenemos la única y absoluta verdad. Cuando se parte de esta premisa el “diálogo” está condenado al fracaso, porque este fanatismo, este ciego radicalismo, impide cualquier acercamiento.
En este sentido debemos decir que nos reconforta observar la discusión de idea, sobre todo cuando se trata de personas bien formadas, preparadas y debidamente informadas, sin agravios, sin destrato, sin agresiones personales, sólo contraposición de ideas, nunca de personas.
Es más, en pocas oportunidades hemos visto que estas personas levantan la voz. Es más, hemos visto que indudablemente levantar la voz es índice de un argumento pobre que se procura “disfrazar” con esta argucia.
Dialogar significa estar dispuesto a escuchar y a cambiar de posición si nos convencen. Será por eso que no comparto los radicalismos ciegos, pero si los cambios sobre bases sólidas, no de imposiciones que sólo despiertan rechazo.
Días atrás un legislador oficialista vocero del gobierno de coalición en estos temas, fue recibido con total respeto y caballerosidad por la gremial de empleados públicos.
Esto no significa que haya de antemano un cambio de posición, sino una disposición inicial que para nosotros es determinante. Demuestra que precisamente se está tratando de defender lo que consideramos legítimo. Esto nos retrotrajo a aquellos años tumultuosos, en que los diálogos en el parlamento eran apasionados y “duros”, pero siempre se discutieron ideas y jamás personas, cosa que Uruguay debe cuidar y conservar porque es propio de nuestra idiosincrasia.
Las nuevas generaciones deben saber que hubo años en que realmente se dialogaba en el parlamento, que los legisladores tenían un nivel educativo excepcional, se destacaban por el estudio de los temas y su conocimiento y formación personal, cosas que lamentablemente hemos ido perdiendo.
Hoy lo usual es que se llegue a ocupar una banca por militancia o como “pago” por su adhesión a un sector partidario determinado, ya no por capacidad para el cargo.
A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/1bnd
- espacio publicitario -
ALBISU Intendente - Lista 7001 - COALICIÓN SALTO