La apuesta del presidente Mujica a dar transparencia al ingreso de funcionarios públicos al Estado, debe ser valorada como corresponde, como una apuesta a hacer realidad lo que se pregona.
Nadie mejor que Mujica para decirlo y sostenerlo y no mucha gente, de la que ha ocupado los más altos cargos en la pasada administración podría ofenderse o exponerse a que el presidente le demostrara con pelos y señales lo que ha afirmado públicamente que “el sistema de concursos actual es la mejor forma de “maquillar designaciones directas”, de “entrar por la ventana y muchas veces con sueldos superiores a los funcionarios que ya estaban antes”.
Seguramente que Mujica sabe de lo que habla y seguramente también debe tener ya un instrumento de ingreso a los lugares públicos con las mayores garantías de justicia social, sin caer en los viejos vicios del sistema (donde ingresaban los parientes, correligionarios y muy pocos más) que fue siempre y en alguna medida siguió siendo, hasta el gobierno anterior al menos, la forma de ingresar a los puestos públicos.
Que nadie se haga el ofendido a no ser quienes han obrado con las garantías que corresponde, que no dudamos que ha sido la mayoría de los casos, pero lamentablemente las excepciones son las que hacen el daño y llevan a que se pierda credibilidad en el sistema todo.
Estas excepciones, en primer lugar deberían de ser tratadas como corresponde, con el máximo rigor, porque precisamente comprometen las afirmaciones del ex presidente Vázquez, que trató de dar transparencia al sistema, aunque no siempre lo logró.
En Salto también hay muestras de estas situaciones. En caso de que no fuera así, todavía esperamos las aclaraciones correspondientes y no nos referimos a los puestos de confianza, precisamente. Tampoco nos centramos únicamente en la Intendencia Municipal, donde se ha afirmado públicamente que los ingresos fuera de concurso han sido muy numerosos.
Si no fuera así, debería de hacérselo saber a la población, porque “el que calla otorga” y se ha dicho (Malaquina) que de los 800 funcionarios que se estima ingresaron en el período, no más de un centenar y poco lo hicieron por concurso.
Si esta es la realidad, es lamentable. Si no lo es debe de decirse con toda franqueza y enfrentarse como corresponde.
Pero hay otras empresas públicas en el departamento. ¿Cuál es la situación en ellas?. ¿Qué pasó con los concursos?.
