Arriba y abajo en la «A». Las motivaciones no faltan y están ahí. A prueba misma de una realidad que seduce. Por eso la gente que va y por eso las recaudaciones que no faltan.
Por algo el fútbol salteño es parte de un fenómeno auténtico.
¿Cómo se lo explica? ¡Un auténtico fenómeno!
Porque a falta de dos fechas para la conclusión del Campeonato Apertura, más allá de algunas consecuencias inapelables, otras restan por definirse. Por ejemplo, Ferro Carril y Gladiador tienen la casilla asegurada entre quienes son parte de la cima. Saladero, con medio cuerpo en los play off y Universitario es un candidato potencial. Hay que hablar de cuatro equipos.
Pero restan tres para abrocharse en la segunda fase (play off) y los postulantes existen: Nacional, Salto Uruguay, River Plate, Ceibal, El Tanque.

Los 9 puntos de Sud América y la incómoda posición en la zona del descenso. Equipos que necesitan asegurarse los seis puntos para ser parte del mañana queriendo (el campeonato) y no del mañana sufriendo (el descenso).
DE VUELOS Y DE MALES
Por eso, el hecho es uno: no pueden pestañear. Los dos partidos del Dickinson lo reflejan.
La chance superior de Universitario sobre Sud América. El gol del que disfruta el bicampeón salteño y su estabilidad, mientras la IASA fue vacilando de última para ir resignando puntos.
De segunda hora, los males incorporados en Salto Nuevo (6 puntos en la tabla), que ahora entró en zona roja. Por lo tanto, un empate no es una solución de fondo.
Sabe que debe desplegar el repertorio y asumir la búsqueda, frente al Nacional de los 12 puntos, que además así como no quiere la cosa, NO está liberado del descenso. Es parte de ese estado de incertidumbre.
Es otro que no puede pestañear. Y el Nacional de Ramón Romero, bien que lo sabe