La lluvia sorprendió a más de uno ayer por la tarde, cuando tras haber tenido una mañana de sol aunque húmeda y calurosa, los nubarrones cubrieron el cielo y de a poco, se veía cómo la gente que estaba a la intemperie apuraba el paso para no ser alcanzado por lo que en principio se vio como una tormenta, pero terminó en una lluvia incesante.
Muchas de las actividades que estaban previstas en la calle para revivir el fin de semana previo a la Navidad tuvieron que dejarse de lado y vivirse de otra manera, sin embargo el espíritu navideño no se olvida y muchos están al pie del cañón esperando que las cosas sucedan, debido a que no debe haber razones para opacar los festejos.
Los que siguen esperando y tienen esperanzas de que este fin de semana y lunes y martes se incremente el movimiento, son los comerciantes del centro de la ciudad que hasta ahora han visto movimientos tímidos de parte de los consumidores, que especulan y no se animan a gastar mucho, porque prefieren cuidar.
Hubo, no hace mucho, momentos en esta época del año, donde no había lugar para caminar porque la gente salía tranquila a gastar hasta lo que no tenía, sabiendo que las oportunidades estaban servidas arriba de la mesa para poder recuperar lo que se gastara en estas fechas, empero, los tiempos han cambiado.