El uruguayo Mario Vitette Sellanés, uno de los ladrones que participó en 2006 del denominado «robo del siglo» al Banco Río de Acassusso en Argentina, fue condenado por la Justicia de la vecina orilla a cuatro años y medio de prisión por otro robo cometido en 2008.
La nueva pena a través de un juicio abreviado fue por el robo de joyas y US$ 200.000 en 2008 en Barrio Norte, Argentina, mientras estaba procesado por el caso del banco y cumplía un régimen carcelario nocturno, informó Clarín.
Conocido como «el uruguayo» o «marito» o el cerebro del «robo del siglo» en la vecina orilla, Vitette dijo a Telam desde la cárcel de General Alvear, donde cumple su pena, que ya tiene cinco causas penales y que con el último fallo la condena se unifica a 25 años.
Según Clarín, a partir de este último fallo, la Justicia de Ejecución Penal de Buenos Aires deberá decidir junto a la Dirección de Migraciones si el delincuente es expulsado del país como pidieron sus abogados meses atrás o no. Según explicó al diario argentino el defensor de Vitette, Diego Storto, su cliente ya pasó 13 años en prisión y la ley de Migraciones prevé que un extranjero debe ser expulsado del país tras cumplir la mitad de la pena.
Vitette admitió su culpabilidad en el robo a un departamento en Barrio Norte en 2008, caso por el cual también fueron condenados otro hombre y una mujer, con la que el uruguayo cruzó llamadas telefónicas el día anterior y el posterior al robo.
El «Robo del Siglo» ocurrió el 13 de enero de 2006, cuando cinco ladrones coparon el Banco Río de Acassuso, tomaron 23 rehenes y mientras negociaban con la Policía, saquearon 143 cajas de seguridad y obtuvieron un botín de US$ 19 millones en joyas y dinero, de lo que sólo se recuperó U$S 1,5 millones. La banda escapó por un túnel que los comunicaba con un desagüe pluvial.
Fuente: El País Digital
De acuerdo a la información manejada en el país vecino, Vitette quedaría en libertad en nuestro país, dado que la ley que establece su expulsión de la Argentina no establece que debe seguir cumpliendo la pena en el extranjero.
UN ASALTO HISTÓRICO : PIDEN JUICIO ORAL
PARA CINCO ACUSADOS
Golpe al banco Río
de Acassuso:
los secretos
del «robo del siglo»
Empezaron a planificarlo un año y medio antes. Uno de los ladrones se fotografió con el disfraz que usaría. Otro llevaba una peluca rubia y se hacía llamar «Susana». Del botín sólo se recuperó la quinta parte.
No te hagas problema que no le voy a hacer nada a nadie. Hace dos semanas que estoy en la calle después de quince años guardado. Vos manejá el comité de crisis afuera, que yo me encargo de adentro».
Era el mediodía del viernes 13 de enero pasado (2006). El teniente Gustavo Medina, de la comisaría IV de San Isidro, acababa de establecer el primer contacto con el grupo de ladrones que había copado la sucursal Acassuso del banco Río. Eran cinco: uno llevaba delantal de médico; otro traje gris: otro una peluca rubia y se hacía llamar «Susana» y los otros dos tenían capuchas.
El golpe fue uno de los más sorprendentes de los últimos años básicamente porque la banda escapó con el contenido de 145 cajas de seguridad (unos 8 millones de dólares) por un túnel que los conectó con el desagüe pluvial dejando atrás a más de un centenar de policías desairados.
Hasta ese momento cinco hombres habían sido acusados formalmente de haberlo planeado y ejecutado y para ellos ayer los fiscales a cargo de la investigación pidieron formalmente la elevación a juicio oral. Tres estaban ya en la cárcel, dos tienen prisión morigerada y en el caso hay, al menos,cuatro sospechosos más, entre ellos uno de los cerebros.
Aquel mediodía del 13 de enero, hace mas de siete años, el teniente Medina escuchó con atención las instrucciones del líder de los ladrones (según la acusación, Mario Vitette Sellanes) a través de un handy que la banda le había sacado a un policía en el banco: «No quiero que nadie dispare y no quiero hablar con nadie más que con vos. Sacame la gente que tenés en el techo porque te quemo un rehén acá nomás. Te mato un rehén en vivo y en directo».
Entre clientes y empleados en la sucursal había 23 personas retenidas. En poco tiempo la manzana fue rodeada por policías y periodistas. No había ninguna razón para pensar que lo que se tenía enfrente era algo más que un intento de robo frustrado.
Horas más tarde los investigadores entendieron que la seguridad del líder de la banda al negociar no sólo respondía a su personalidad sino a un sólido plan elaborado desde fines de 2004. Según consta en el requerimiento fiscal, el 18 de noviembre de ese año dos de los ladrones (Sebastián García Bolster y Fernando Araujo) fueron a la sucursal y sacaron fotos. Los descubrieron y se labró un acta. No terminaron presos porque lograron borrar la memoria de la cámara digital.
El plan siguió adelante y se pulió durante casi un año y medio, según el testimonio de la esposa de un acusado, Alberto «Beto» de la Torre. Ella -declaró por despecho y bajo reserva de identidad- contó que, en el reparto, cada miembro de la banda recibió un millón y medio de dólares.
El detalle maestro del plan fue el escape por el túnel a través de las redes de desagüe que, según los fiscales, fueron descubiertas por Bolster y Araujo. Ellos se habrían conectado con De la Torre quien habría sumado a Vitette (ex compañero en la cárcel de Devoto) y José Zalloechavarría.
Cinco horas después de comenzado el asalto, y mientras los grupos de elite policial planeaban el copamiento de la sucursal, la banda se fue por el sótano del banco que habían conectado con un túnel pluvial y salieron por una alcantarilla ubicada a 14 cuadras. Allí los esperaba, una combi donde se repartieron el botín, del que sólo se recuperó el 18%.
Los asaltantes montaron en dos gomones, navegaron el túnel y desaparecieron dejando a la policía humillada y confundida. Hasta plantaron explosivos falsos que demoraron aún más el descubrimiento de su espectacular fuga. Como frutilla de la torta dejaron una nota: «En barrio de ricachones, sin arma ni rencores. Es sólo plata, no amores».
Todo había estado ensayado al punto de que, según pruebas reunidas en los 32 cuerpos de expediente (y 60.000 fojas de transcripción de escuchas) Vitette Sellanes incluso se fotografió y filmó con su disfraz de anteojos, traje gris y bigotes antes del golpe, para ver como le quedaba.
Las cámaras del banco lo filmaron a él y a los otros integrantes de la banda pero los videos aún están siendo analizados por el FBI en Estados Unidos, donde se mandaron para tratar de aclarar las imágenes e identificar a dos de los ladrones que entraron al banco y todavía no fueron imputados formalmente.
En el expediente del caso hay todo tipo de pruebas contra los detenidos, entre ellas 65 planos aportados por una empresa de rastreo satelital que muestra cómo uno de los líderes del golpe se pasó los meses anteriores al asalto uniendo puntos clave con su camioneta: del banco a la casa de un cómplice y de esa casa a la alcantarilla por donde escaparon. Kilómetros y kilómetros de pruebas en su contra.
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El uruguayo Mario Vitette Sellanés, uno de los ladrones que participó en 2006 del denominado «robo del siglo» al Banco Río de Acassusso en Argentina, fue condenado por la Justicia de la vecina orilla a cuatro años y medio de prisión por otro robo cometido en 2008.
La nueva pena a través de un juicio abreviado fue por el robo de joyas y US$ 200.000 en 2008 en Barrio Norte, Argentina, mientras estaba procesado por el caso del banco y cumplía un régimen carcelario nocturno, informó Clarín.
Conocido como «el uruguayo» o «marito» o el cerebro del «robo del siglo» en la vecina orilla, Vitette dijo a Telam desde la cárcel de General Alvear, donde cumple su pena, que ya tiene cinco causas penales y que con el último fallo la condena se unifica a 25 años.
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Según Clarín, a partir de este último fallo, la Justicia de Ejecución Penal de Buenos Aires deberá decidir junto a la Dirección de Migraciones si el delincuente es expulsado del país como pidieron sus abogados meses atrás o no. Según explicó al diario argentino el defensor de Vitette, Diego Storto, su cliente ya pasó 13 años en prisión y la ley de Migraciones prevé que un extranjero debe ser expulsado del país tras cumplir la mitad de la pena.
Vitette admitió su culpabilidad en el robo a un departamento en Barrio Norte en 2008, caso por el cual también fueron condenados otro hombre y una mujer, con la que el uruguayo cruzó llamadas telefónicas el día anterior y el posterior al robo.
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El «Robo del Siglo» ocurrió el 13 de enero de 2006, cuando cinco ladrones coparon el Banco Río de Acassuso, tomaron 23 rehenes y mientras negociaban con la Policía, saquearon 143 cajas de seguridad y obtuvieron un botín de US$ 19 millones en joyas y dinero, de lo que sólo se recuperó U$S 1,5 millones. La banda escapó por un túnel que los comunicaba con un desagüe pluvial.
Fuente: El País Digital
De acuerdo a la información manejada en el país vecino, Vitette quedaría en libertad en nuestro país, dado que la ley que establece su expulsión de la Argentina no establece que debe seguir cumpliendo la pena en el extranjero.
UN ASALTO HISTÓRICO : PIDEN JUICIO ORAL
PARA CINCO ACUSADOS
Golpe al banco Río
de Acassuso:
los secretos
del «robo del siglo»
Empezaron a planificarlo un año y medio antes. Uno de los ladrones se fotografió con el disfraz que usaría. Otro llevaba una peluca rubia y se hacía llamar «Susana». Del botín sólo se recuperó la quinta parte.
No te hagas problema que no le voy a hacer nada a nadie. Hace dos semanas que estoy en la calle después de quince años guardado. Vos manejá el comité de crisis afuera, que yo me encargo de adentro».
Era el mediodía del viernes 13 de enero pasado (2006). El teniente Gustavo Medina, de la comisaría IV de San Isidro, acababa de establecer el primer contacto con el grupo de ladrones que había copado la sucursal Acassuso del banco Río. Eran cinco: uno llevaba delantal de médico; otro traje gris: otro una peluca rubia y se hacía llamar «Susana» y los otros dos tenían capuchas.
El golpe fue uno de los más sorprendentes de los últimos años básicamente porque la banda escapó con el contenido de 145 cajas de seguridad (unos 8 millones de dólares) por un túnel que los conectó con el desagüe pluvial dejando atrás a más de un centenar de policías desairados.
Hasta ese momento cinco hombres habían sido acusados formalmente de haberlo planeado y ejecutado y para ellos ayer los fiscales a cargo de la investigación pidieron formalmente la elevación a juicio oral. Tres estaban ya en la cárcel, dos tienen prisión morigerada y en el caso hay, al menos,cuatro sospechosos más, entre ellos uno de los cerebros.
Aquel mediodía del 13 de enero, hace mas de siete años, el teniente Medina escuchó con atención las instrucciones del líder de los ladrones (según la acusación, Mario Vitette Sellanes) a través de un handy que la banda le había sacado a un policía en el banco: «No quiero que nadie dispare y no quiero hablar con nadie más que con vos. Sacame la gente que tenés en el techo porque te quemo un rehén acá nomás. Te mato un rehén en vivo y en directo».
Entre clientes y empleados en la sucursal había 23 personas retenidas. En poco tiempo la manzana fue rodeada por policías y periodistas. No había ninguna razón para pensar que lo que se tenía enfrente era algo más que un intento de robo frustrado.
Horas más tarde los investigadores entendieron que la seguridad del líder de la banda al negociar no sólo respondía a su personalidad sino a un sólido plan elaborado desde fines de 2004. Según consta en el requerimiento fiscal, el 18 de noviembre de ese año dos de los ladrones (Sebastián García Bolster y Fernando Araujo) fueron a la sucursal y sacaron fotos. Los descubrieron y se labró un acta. No terminaron presos porque lograron borrar la memoria de la cámara digital.
El plan siguió adelante y se pulió durante casi un año y medio, según el testimonio de la esposa de un acusado, Alberto «Beto» de la Torre. Ella -declaró por despecho y bajo reserva de identidad- contó que, en el reparto, cada miembro de la banda recibió un millón y medio de dólares.
El detalle maestro del plan fue el escape por el túnel a través de las redes de desagüe que, según los fiscales, fueron descubiertas por Bolster y Araujo. Ellos se habrían conectado con De la Torre quien habría sumado a Vitette (ex compañero en la cárcel de Devoto) y José Zalloechavarría.
Cinco horas después de comenzado el asalto, y mientras los grupos de elite policial planeaban el copamiento de la sucursal, la banda se fue por el sótano del banco que habían conectado con un túnel pluvial y salieron por una alcantarilla ubicada a 14 cuadras. Allí los esperaba, una combi donde se repartieron el botín, del que sólo se recuperó el 18%.
Los asaltantes montaron en dos gomones, navegaron el túnel y desaparecieron dejando a la policía humillada y confundida. Hasta plantaron explosivos falsos que demoraron aún más el descubrimiento de su espectacular fuga. Como frutilla de la torta dejaron una nota: «En barrio de ricachones, sin arma ni rencores. Es sólo plata, no amores».
Todo había estado ensayado al punto de que, según pruebas reunidas en los 32 cuerpos de expediente (y 60.000 fojas de transcripción de escuchas) Vitette Sellanes incluso se fotografió y filmó con su disfraz de anteojos, traje gris y bigotes antes del golpe, para ver como le quedaba.
Las cámaras del banco lo filmaron a él y a los otros integrantes de la banda pero los videos aún están siendo analizados por el FBI en Estados Unidos, donde se mandaron para tratar de aclarar las imágenes e identificar a dos de los ladrones que entraron al banco y todavía no fueron imputados formalmente.
En el expediente del caso hay todo tipo de pruebas contra los detenidos, entre ellas 65 planos aportados por una empresa de rastreo satelital que muestra cómo uno de los líderes del golpe se pasó los meses anteriores al asalto uniendo puntos clave con su camioneta: del banco a la casa de un cómplice y de esa casa a la alcantarilla por donde escaparon. Kilómetros y kilómetros de pruebas en su contra.
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