José Luis Bertolotto – Posada del Siglo XIX
José Luis Bertolotto, Gerente de la Posada del Siglo XIX, relató a EL PUEBLO la difícil situación por la que viene atravesando el sector turístico más importante a nivel departamental, como lo es el termal, el cual, viene siendo golpeado desde hace un año, siendo el segundo año consecutivo en que la temporada más importante como es la Semana de Turismo o Santa, no pudo rendir como de costumbre, a causa de la pandemia y de la decisión gubernamental de cerrar los centros termales para dicha fecha, dejando truncas las expectativas.

UN AÑO MUY DIFÍCIL
Ha sido un año muy duro, la verdad, el cual nos tomó de sorpresa en el comenzó, y la verdad es que no ha sido sencillo para nosotros en lo particular, desde que reabrimos por el mes de julio del año pasado; no nos podemos quejar, si hacemos un análisis de la situación que se vive en el país, en la región y, en el mundo, hablo en nuestro caso en particular. Porque las personas vinieron, logramos una ocupación buena, para lo que es la situación, obviamente, estamos buscando como cualquier empresa, únicamente sobrevivir, rentabilidad no se tiene, pero, con el hecho de poder estar con clientela como para mantener el pulso de la empresa, para nosotros ya era el objetivo principal.
Y nos pasó prácticamente lo mismo que en el Turismo pasado. Ahora sí hablo del rubro, de lo que es el sector, la verdad que es un golpe demasiado duro, donde vemos, cuando charlamos con los colegas que, cuánto nos va a llevar levantar el destino, porque mucha gente va a quedar en el camino, se dependía muchísimo de lo que pasara en esta Semana de Turismo, para poder darle, por lo menos, una pequeña base a las empresas, para que puedan afrontar un futuro incierto, un futuro negro, porque, realmente, no hay la forma de vaticinar lo que va a pasar en el futuro, como tampoco hay nadie que pudiera saber que iba a pasar esto en Turismo, aunque se podría prever que podría suceder a principios de enero cuando se pensaba que las estadísticas se iban para arriba y, posiblemente, en el verano se viviría lo que vivimos ahora; pero no, que nos pasara justamente en la semana en la que nosotros trabajamos todos y bien, cuando se trabaja parejo, desde el pequeñísimo comerciante hasta las empresas más grandes. Temporada en la que trabajamos todos bien. Eso, nos da los ingresos para afrontar un otoño y un invierno que va a ser muy difícil. Si bien la gente está con ganas de salir, la vemos bastante complicada. Y bueno, la verdad que, sin entrar en polémica respecto a las medidas adoptadas por las autoridades, si estuvieron correctas o incorrectas, sí sé que, por parte del Centro Comercial se está haciendo una consulta a nivel de la Cámara de Turismo, por la parte letrada, a ver si, la profundidad de la medida tiene su legalidad completa, pero, más allá de ese tipo de cosas, si hay un culpable o no, lo cual no lo sé, y no sé si es el momento de buscar uno, lo que sí creemos es que es momento en pensar en cómo salir, y no hay un horizonte muy bueno, y pensamos que, esto va a dejar una marca muy profunda, por la cual nos va a llevar muchísimos años poder salir adelante.
MUCHOS VAN A QUEDAR POR EL CAMINO
En cuanto al tema ganas no creo que nadie vaya a quedarse por el camino, porque, no pasa por ellas, sino que, pasa por las posibilidades. Una empresa que se endeuda para poder salir adelante y se cae en este tema, levantar una deuda es complicado; en el Uruguay, uno se funde una sola vez, es muy difícil levantar cabeza de vuelta. Sé que, desde que tuvimos la primera faceta de la pandemia, ya, la cantidad de personas que trabajan en el sistema turístico no es la misma, ya hubo una reducción de funcionarios, ni que hablar, como reducción de empresas, muchas tuvieron que tomar medidas como estrategia defensiva, no tomando toda la plantilla de vuelta, y esa gente fue a despido, porque se terminó el seguro. Hubo gente con despido, lamentablemente y, ahora, calculamos que van a cerrar empresas que no van a tomar puestos de trabajo, y ese es el problema grave. O sea, las ganas nunca van a faltar y creemos que, Daymán, siempre ha podido salir adelante. Pero, es como un tropezar y un volver a salir adelante. Es una constante, y eso es difícil como rubro. Y la verdad que, en el momento en que necesitábamos un poco de claridad, las ausencias se notan. Entonces, esperemos que las medidas que se tomaron a nivel nacional y local, realmente tengan su efecto. Porque, este sacrificio que hicimos en las termas, es muy grande.
TERMAS COMO CULPABLE
La única molestia que tenemos, y aprovechamos a decirla públicamente, es que, en todos los momentos, siempre, la culpable, fue termas. En la primera fase de la pandemia también, el primer objetivo fue el cierre del termalismo. Recordemos, además, la desafortunada frase del Ministro de Salud, el Dr. Salinas quien dijo que termas era un «caldo de cultivo» para la propagación de la pandemia.
En ese momento nos catalogaron como un destino de riesgo para la salud, aunque es lo contrario; y creemos que, en estos nueve meses hemos sido el mejor destino y el cual ha llevado adelante la lucha contra la pandemia más responsablemente, a no ser por el reciente caso en Termas del Arapey, el sector termal no tuvo casos. La responsabilidad adoptada desde las empresas y los funcionarios tanto públicos como privados, fue la de recibir a mucha gente con mucha responsabilidad por lo cual no hubo casos.
El agua termal no tiene problema. Pero ahora, de vuelta, si había que apagar algo, que se apaguen primero las termas. Vivimos hace más de veinte años en pandemia, frente a otros puntos turísticos del país, y han pasado varios gobiernos, el termal siempre ha sido el más golpeado.