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jueves, 24 de abril de 2025
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Una pandemia complicada

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Diario EL PUEBLO digital
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Textualmente nos decía una persona hace un par de días: “Ya estoy cansado de esto de la pandemia, que no se termina más. Hasta el lenguaje que nos enseñaron me tiene cansado: coronavirus, covid, cepa, hisopado, protocolo, barbijo, aglomeración…Ya aburre todo eso”.

Y sí, cansa, la verdad es esa. Porque sucede que todos teníamos la esperanza que aquello raro que llegó el 13 de marzo de 2020, fuera una cosa de unos meses nomás, o en todo caso de aquel 2020, pero fue después un año más, y cuando parecía que podíamos empezar un 2022 bien, normal, mejor al menos, ¡marchamos otra vez! Esto sigue, y sigue feo, y todo parece trancarse, todo se complica…Entonces sí, llega un momento que cansa, como decía esta persona.

Ahora bien, a mí también me cansa algo que esbozábamos el pasado sábado en una breve nota de opinión en página 3 de EL PUEBLO. Me cansa eso que noto desde que empezó la pandemia, en algunos momentos más que en otros, y es esa sensación de incoherencia que producen en la población muchas medidas que se toman desde el Gobierno (Nacional o Departamental) o que se pretende que la gente tome.

Decíamos el sábado: Ejemplos sobran. Por mencionar solo algunos: a un acto de fin de curso en una escuela, podía asistir un solo adulto por niño (no importó que se entregara un pase a Secundaria, o que se recibiera un Pabellón y hubiera familias que querían una foto) y al mismo tiempo había restaurantes, pubs y hasta discotecas llenas de gente. Otro: se suspende una fiesta como la de Playa del Lago porque se previó que iría mucha gente (se temió aglomeración); pero no parece haberse previsto lo mismo al organizar una peatonal comercial en el centro de la ciudad. Bueno… en diciembre se prohibió la realización de eventos, y había unos 80 casos; pero al empezar enero se habilita nuevamente todo, con 10 veces más de contagiados. (En el tema apertura de fronteras ni siquiera entraremos ahora). Cuidado, no estamos diciendo que no haya motivos (justificados o no, que pueden compartirse o no) para cada decisión. No somos especialistas en Salud y respetamos a quienes sí lo son y manejan estas cuestiones que venimos comentando. Pero es bueno que la población conozca esos motivos, que se los expongan con más claridad. De lo contrario, esa misma sensación de incoherencia se traduce en descreimiento. Y entonces se da lugar a todo eso de: ¿pandemia o plan-demia (que se oculta vaya a saber con qué interés)?, ¿importa más la salud o el negocio? (Escuela no, baile sí), ¿autoridades sanitarias manejadas por el poder económico? Y así, un sinfín de especulaciones que seguramente, solo con hablar claro, podrían evitarse”.

Y agrego hoy algo más que me molesta, me cansa, me aburre, y creo que a muchos: el empecinamiento de algunos en politizar todo, de político-partidizar absolutamente todo. Hay gente que cree que el Presidente Lacalle Pou o el ministro Daniel Salinas son Dioses (frases como esta se escucha: “Qué suerte que están ellos, si no ya estaríamos todos muertos”); y gente que, contrariamente, dice que por culpa de Lacalle Pou y este Gobierno Nacional estamos así de mal, que parece que no salimos más de esta situación. Pues, ni una cosa ni la otra. Hay aciertos y hay errores, y hay que saber ver todo, basta de ceguera (voluntaria).

Pero lamentablemente es así. Hay gente entre nosotros que está demasiado empecinada en buscarle la vuelta a todos los temas para terminar alabando o criticando un gobierno, sea el que encabeza Lacalle o el que encabeza Lima, el que encabeza Bolsonaro o el de Alberto Fernández…todo según la afinidad de quien critica o aplaude. Y eso no es bueno. Pero tan susceptibles están algunos, que a veces da la sensación que no se puede decir nada…“Uno no se puede poner una remera celeste o rosada porque ya va a saltar uno a decir que es por el referéndum de marzo”, decía hace unos días un comunicador de radio.

Contaré una anécdota: la semana pasada escribí en Facebook, a modo de información, que el boleto de ómnibus en Salto había subido a 20 pesos, al tiempo que preguntaba (buscando opiniones que sabía serían diversas) si era un precio acorde al servicio brindado o no. Fueron varios los “amigos” que opinaron. El amigo «A» reaccionó casi furibundo, porque interpretó que la información dada era una crítica que no podía permitirse (¡faltaría más!), y que había intencionalidad política del informante (yo), y que además a la información se le debería agregar tal y cual cosa, y como si fuera poco, me indicaba sobre qué tema debería hablar en una próxima publicación de Facebook (sugería hablar del MIDES y las ollas populares… ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra?). En eso aparece el amigo “B”, también enojado, porque cómo iba a decir que el boleto subió a 20 pesos y no decir que también ha subido OSE, UTE, ANTEL, los combustibles… ¡Caramba! ¿Vio lo que le decía, estimado lector? ¿Vio que ya no se puede casi hablar?

En fin, vea usted que hasta con los Reyes Magos de la semana pasada han politizado la cosa…Que si hubiera sido otro el gobierno seguro los niños uruguayos hubieran recibido mejores regalos. O al revés, que si no estuviera este gobierno, este año los Reyes ni siquiera hubieran llegado al Uruguay, etc., etc. No, señores, así no puede avanzar un país. A propósito, mire qué linda reflexión nos daba el 6 de enero la psicóloga Cecilia Casola: “El día de hoy ¿será que no le dicen a los niños «y vos cómo te portaste, te dejaron  algo los reyes»?, más allá de la magia, y de las ilusiones, todos sabemos que en este mundo tan desigual, el regalo no depende de cómo se portaron. No generen confusión, desazón,  y tristezas innecesarias. No es mucho pedir!”

Y es así, no depende de cómo se portó el niño, depende de cuál sea la situación en que esté la familia de ese niño en ese momento, de qué posición tenga en este mundo tan desigual, que era igual de desigual (valga el juego de palabras) cuando en el Uruguay gobernaba el Frente Amplio que ahora que gobierna una coalición de cinco partidos…En los dos casos, hubo casas a las que no llegaron los Reyes Magos.

Uniendo un poco las dos cosas, la pandemia y la política, digamos que en serio estamos cansados, de las dos cosas. Al menos yo, es mi opinión, claro.

Basta de seguir dividiendo: lo que hace Lima o Chiriff está bien, lo que hace el Gobierno Nacional está mal; o al revés (en el tema pandemia y en todos, en definitiva). Mire que eso solo lleva a enfrentamientos absurdos entre quienes tendríamos que convivir en armonía. Y esos enfrentamientos también, también son una pandemia complicada.

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ALBISU Intendente - Lista 7001 - COALICIÓN SALTO