El estruendo se hizo sentir. Un poco por la hora en la que se registró el hecho y otro poco por la violencia del impacto, pero el caso estremeció y conmocionó a la zona del centro de la ciudad que en plena madrugada de ayer sábado, fue testigo de uno de los accidentes más feroces de los últimos días. El hecho terminó con una persona fallecida, dos heridos graves y otras dos personas heridas que también están internadas con distintas lesiones que ameritan de cuidado.
El choque fue tremendo y se produjo sobre las tres de la madrugada de ayer sábado, entre una motocicleta con dos ocupantes y un móvil de la Policía que llevaba a cuatro efectivos y que en ese momento trasladaba hacia el Hospital, a una mujer que estaba siendo afectada por un preinfarto.
El saldo fue trágico. El conductor de la moto de 26 años de edad, falleció como consecuencia de las heridas recibidas a raíz del impacto, al tiempo que su acompañante, terminó gravemente lesionado y se encuentra internado.
Mientras tanto, los policías que iban en la camioneta resultaron heridos. Uno de ellos se encuentra internado en CTI con politraumatismos graves en su cabeza, otras dos funcionarias, una de ellas la que manejaba el patrullero resultaron heridas con diversas lesiones y también se encuentran internadas en un sanatorio particular, empero un cuarto efectivo que viajaba junto a ellos, resultó ileso.
En tanto, tras el accidente, la mujer que era trasladada por los funcionarios policiales fue derivada a otro móvil policial que acudió de inmediato y llegó al Hospital donde la atendieron. Tras esto, fue derivada a su casa. El móvil policial, el único con el que contaba la Seccional Primera, ya no sirve más. La motocicleta en la que se desplazaban los accidentados es irreparable y el saldo de este lamentable suceso también.
El hecho se suma a la cantidad de accidentes de tránsito que se siguen registrando en nuestro medio todos los días. La imprudencia, impericia y negligencia de los conductores es el principal factor que permite este tipo de casos. También el consumo de alcohol juega su papel preponderante, ya que no permite al conductor manejarse con claridad porque hace perder los sentidos.
Al llegar al lugar, nadie daba crédito de lo ocurrido. Habría dos testigos que estaban en el lugar, que daban su versión de los hechos a la Policía, mientras el ruido de las distintas ambulancias que llegaban al lugar y que partían atendiendo a los heridos, daba cuenta de lo trágico del asunto.
Asimismo, EL PUEBLO se hizo presente en el lugar para testimoniar el infortunado episodio y visualizar los momentos de tensión y angustia que se vivieron en ese momento. La Policía se encuentra golpeada con cuatro funcionarios impedidos de trabajar, un móvil menos y la participación en un caso, donde un joven de 26 años perdió la vida y otro de 20 está internado con graves heridas.
Hasta el momento se van registrando 178 accidentes de tránsito en nuestra ciudad y la cifra de personas fallecidas por esta causa asciende a cuatro en lo que va del año.
El conductor de la moto falleció cuando era trasladado
Móvil venía a sirena abierta y la moto impactó contra la cara delantera derecha provocando un violento impacto
La Policía había recibido un llamado sobre las 2 y media de la madrugada del sábado, por parte de los familiares de una mujer que se estaba viendo afectada por un preinfarto. Previo a esto, se habían comunicado con el Hospital desde donde les manifestaron que no contaban con ambulancias disponibles y por eso acudieron al servicio de emergencias del 911.
La llamada fue destinada a los funcionarios de la Seccional Quinta de Policía por tratarse de una vecina del barrio Dos Naciones, pero como éstos se encontraban en un operativo y no tenían más personal ni móviles disponibles para trasladarse, solicitaron a los de la Seccional Primera que los ayudaran atendiendo ese llamado.
Cuatro efectivos de la Seccional Primera acudieron hasta la vivienda del barrio Dos Naciones donde se encontraba la mujer que aquejaba una afección cardíaca, y comenzaron el traslado hasta el Hospital a sirena abierta.
Eran cerca de las 3 de la madrugada del sábado y la sirena se hacía sentir por las silenciosas calles de la ciudad. Pero circulando por la calle Osimani y Llerena, al llegar a la esquina con Brasil, los funcionarios cruzaron declarando haber tenido además de la urgencia la “habilitación del semáforo” para hacerlo. Por esa razón siguieron y allí ocurrió el desastre.
NO VIO LA MOTO
La camioneta estaba siendo manejada por la agente Lady Bugliani de 26 años de edad, y era acompañada por el agente Wilson Gómez de 47. En el asiento de atrás venía la mujer, que en ese momento presentaba un delicado estado de salud, y los otros dos funcionarios, Viviana Pérez de 38 y Víctor Nicolás Alvez da Cruz de 24, venían en la caja de la camioneta.
Al llegar a la esquina con calle Brasil, la motocicleta conducida por Mauricio Moreira de 26 años de edad, una Yasuki de 110 cc. Quien era acompañado en ese momento por Bruno Balsells de 20 años, impactaron en la parte delantera derecha de la camioneta y provocaron un violento choque. Al punto que el móvil policial se desvió de su trayectoria subiendo a la vereda e impactando contra la pared de una finca ubicada en el lugar, quedando con la careta hacia la calle y en condiciones de total destrozo.
De inmediato comenzó el intento de recuperación por parte de los policías para volver en sí y tomar las riendas de la situación. Se comunicaron por radio pidiendo apoyo policial, y a los pocos minutos recibieron la colaboración de dos móviles y tres motocicletas. Uno de los móviles trasladó a la paciente afectada por un preinfarto hasta el Hospital, mientras que el otro prestó apoyo hasta que llegó la ambulancia.
El conductor de la moto, Mauricio Moreira, impactó de lleno contra la camioneta policial, la que se fue contra una finca del lugar causando severos destrozos. Además, arrastró la motocicleta unos 30 metros, causándole heridas mortales al conductor, por las cuales falleció minutos después, cuando era trasladado hasta Centro Médico.
Mientras que su acompañante, Bruno Balsells de 20 años de edad, permaneció en el lugar por espacio de algunos minutos hasta que una ambulancia lo trasladó a un centro asistencial. Balsells presentaba politraumatismos, con fractura expuesta de pierna y si bien aún se encuentra internado, hasta ayer no presentaba riesgo de perder la vida.
Mientras que la funcionaria policial que manejaba la camioneta, Lady Bugliani, que dijo “no haber visto la moto” por la “velocidad” con la que presuntamente ésta se trasladaba, resultó con traumatismos de rodilla y piernas, sufriendo un dolor intenso en el lugar del accidente, por el cual fue trasladada e internada en el Sanatorio Uruguay.
Empero, la peor parte entre los policías se la llevó Nicolás Alvez, un agente de 24 años de edad, que cayó de la caja de la camioneta y se encuentra internado en el CTI del Sanatorio Panamericano con politraumatismos graves en su cabeza, mientras sus familiares están a la espera de su recuperación.
Por otro lado, la funcionaria Viviana Pérez, de 38 años de edad, sufrió golpes en la cabeza que le provocaron heridas, al tiempo que el agente Wilson Gómez resultó ileso.
La Seccional Primera se quedó sin móvil a raíz del accidente
Falta de ambulancias en el Hospital genera que la Policía deba realizar numerosos traslados a centros asistenciales
«El problema que tenemos porque el Hospital no tiene ambulancias disponibles, es bien importante, porque se derivan muchos traslados de personas convalecientes a nuestro servicio, y nosotros los tenemos que atender. Pero si bien no dejan de ser servicios importantes, el hecho de tener que cumplir el rol de ambulancia, hace que tengamos que dejar de hacer nuestro trabajo para hacer el trabajo de ambulancias y corremos otro tipo de riesgos, como el que ocurrió ahora”, comentaba a EL PUEBLO, un jerarca policial, amentándose por la situación que estaban viviendo minutos después de haber ocurrido el accidente fatal de la madrugada anterior.
Asimismo, la referida autoridad señalaba que “la policía tiene que ayudar en este tipo de casos, cuando una persona se descompensa y si estamos cerca, bueno ahí sí tenemos que ayudar a trasladar porque no podemos permitir que un ciudadano corra peligro por ninguna situación. Pero la cantidad de llamadas que recibimos en nuestras dependencias para oficiar de ambulancias no tiene nombre”, decía.
El Hospital de Salto cuenta con alrededor de 80 mil usuarios en todo el departamento, y por el momento no cuenta con un servicio de ambulancias adecuado que atienda casos de llamadas para hacer traslados de personas que así lo necesiten. Por lo tanto, cuando alguien se descompensa y necesita ser trasladado al Hospital, acude a la policía, la que debe asistir de inmediato con el móvil que tenga disponible.
“Ahora sí nos quedamos sin móvil”, comentaba a otro oficial en el lugar del accidente, el jefe de la Seccional Primera de Policía, el comisario Jorge Alvarez, mientras observaba con detalles los daños que presentaba la única camioneta con la que contaba la Seccional a su cargo, para hacer patrullajes, al tiempo que trasladaba los detalles de todo lo ocurrido vía telefónica a sus superiores.
“No aprendemos más, nos matamos haciendo campañas de tránsito en liceos y escuelas, en los barrios y en todos lados, pero no hay con qué darle. Estaba ahora en la Costanera Norte con la gente (inspectores de tránsito) que están trabajando allá y ves a la gurisada que anda y anda, y no se cuida. Después pasan cosas como éstas, es una pena”, decía Víctor Pacín, jerarca del Departamento de Tránsito de la Intendencia de Salto, quien llegó a los pocos minutos de ocurrido el accidente a trabajar en el lugar con las autoridades que se hacían presentes.
Minutos después llegó la amarga noticia. Había fallecido el conductor de la moto y la pesadumbre aumentaba en el lugar. “¿Cómo está el otro?”, preguntaban los funcionarios que trabajaban allí. “Internado y al parecer estable”, les decían sin mucho acierto, porque había ingresado hacía poco rato al centro asistencial.
La Policía tenía tres heridos, y a medida que las comunicaciones entre las autoridades se intensificaban, las preocupaciones aumentaban. “Es un desastre, no aprendemos más, pero hay que seguir insistiendo porque sino adónde vamos a parar”, decían las autoridades policiales y comunales que estaban ahí, impávidas, viendo poco a poco el amanecer de otra noche agitada.