Hallado este domingo
La familia de Guillermo Gual, de 68 años le buscaba desde que el pasado viernes por la noche el ‘Costa Concordia’ encalló frente a la isla toscana de Giglio. Este domingo por la tarde, la búsqueda ha tenido un triste final: los servicios de rescate han recuperado los cadáveres del mallorquín y del italiano Giovanni Masia, de 85 años, en la zona sumergida del barco, según Il Corriere della Sera. Todavía no hay confirmación oficial de Exteriores.
Los dos hombres fueron hallados en la zona sumergida del barco. Estaban cerca de un punto de reunión para la evacuación donde quedaron atrapados (inicialmente se informó de que los dos ancianos estaban atrapados en un camarote) y tenían los chalecos salvavidas puestos, según Il Corriere. Para sacar los cadáveres -que han sido trasladados a un hospital de Grosseto, donde fueron identificados-, los rescatadores tuvieron que romper un cristal y cortar las correas de los salvavidas.
Gual viajaba a bordo del crucero junto a un grupo de ocho familiares y amigos. Tras el naufragio, algunos lograron alcanzar una lancha salvavidas y otros, al no lograr embarcarse, optaron por lanzarse al mar. En este último grupo era en el que estaba el fallecido. Su familia no sabía si llegó a tirarse al mar o subir a otra embarcación y le buscaba desde la noche del viernes.
Según explicó un sobrino este domingo antes de conocer el fallecimiento de su tío, Gual era discapacitado psíquico y portaba consigo una placa en la que estaba escrito su nombre y los teléfonos de dos familiares. El sobrino criticó que se tardara tanto en reaccionar después de chocar y que no se procediera a la evacuación de los pasajeros de manera más coordinada y rápida.
15 personas desaparecidas
Los buzos encargados de buscar a los desaparecidos que podrían permanecer aún atrapados en el crucero prosiguieron este domingo por la tarde las tareas de rescate con creciente pesimismo tras el hallazgo de los dos fallecidos. El número de muertos en el accidente asciende ahora a cinco. Las tres primeras víctimas confirmadas fueron dos turistas franceses y un tripulante peruano.
Aun continúan desaparecidas 15 personas, según los datos ofrecidos por el presidente de la región de Toscana (centro italiano), a la que pertenece la isla, Enrico Rossi, quien dijo antes de conocerse el hallazgo de los dos cadáveres que se buscaba a 17 personas (11 pasajeros y seis miembros de la tripulación).
Los servicios de rescate -entre ellos buzos de la Guardia Costera, de la marina militar y bomberos- continuaban este domingo sus labores en el ‘Costa Concordia’ en busca de posibles supervivientes dentro del mastodóntico crucero, de 300 metros de eslora.
Toda una serie de obstáculos bloqueaban el paso de los equipos: puertas cerradas, escaleras destrozadas y muebles amontonados. Anoche, el equipo de rescate iba controlando, camarote por camarote, todos aquellos del barco que no estaban bajo el agua, informa Irene Hdez. Velasco. Dado que cuando la luz se fue en la nave, poco después del accidente, las cerraduras de los camarotes quedaron bloqueadas, es posible que varias personas se quedaran atrapadas dentro de sus cabinas. Los bomberos y demás fuerzas de seguridad empezaron en el puente seis. Y en la planta ocho, en el camarote 303, encontraron a los recién casados coreanos.
Hallados tres supervivientes
Por el momento, han controlado una cuarta parte del la nave, de acuerdo con el responsable de los bomberos, Cosimo Pulito, que ha considerado «difícil que haya bolsas de aire» que hayan permitido la supervivencia de los ocupantes de la parte sumergida del barco.
«Hemos comenzados allí donde hay más posibilidades de encontrar a gente viva. No hemos ido todavía a la sala de máquinas. Continuaremos la búsqueda hasta que hayamos recorrido todo el barco».
Durante la jornada, han rescatado con vida a tres personas: una pareja surcorenana, de 29 años, en viaje de luna de miel que se había quedado atrapada en su camarote y al jefe comisario de a bordo, Marrico Giampetroni, que tuvo que ser rescatado en helicóptero.
El capitán sigue en prisión por riesgo de fuga
El crucero estaba a sólo 150 metros de la costa cuando chocó con una roca
· El capitán sigue en prisión por riesgo de fuga y destrucción de pruebas.
· Investigan si se acercó a la costa para hacer un ‘inchino’: saludar a la isla.
Continúa la investigación sobre qué sucedió la noche del viernes. El ‘Costa Concordia’ -el crucero que encalló frente a la costa de la isla de Giglio– estaba a sólo 150 metros de la orilla, según apuntó este domingo el fiscal de Grosetto, Francesco Verusio, tras los primeros análisis de la caja negra.
Schettino, el sábado con un policía. | AFP
«La ruta seguida por el navío no era buena», ha dicho el fiscal, que ha acusado al capitán del barco, Francesco Schettino, de homicidio involuntario, naufragio y de abandonar el barco. Este domingo se ha decretado que el comandante continúe en prisión ante el riesgo de fuga y destrucción de pruebas, según Ansa.
Según las primeras informaciones arrojadas por la caja negra del barco, el crucero estaba «sólo a 150 metros de la orilla, una distancia increíblemente cercana», según el fiscal.
Según algunos, el capitán estaba realizando una especie de paseo denominado el «inchino» (la reverencia), con todas las luces encendidas y con gran refuerzo de sirenas, para saludar a los 800 habitantes de Giglio. La Justicia intenta confirmar si se trataba de un «inchino».
El capitán, un napolitano de 52 años, explicó antes de ser detenido que había «golpeado una roca» que no figuraba en la carta náutica. «Mientras navegábamos a velocidad de crucero, chocamos con una roca. Según la carta náutica, tenía que haber habido suficiente agua debajo de nosotros», se defendió en televisión.
¿Por qué se avisó tan tarde?
El fiscal también investiga la gestión del accidente por parte de la tripulación. «La alerta se lanzó por el navío en torno a las 22:42, mientras que el impacto tuvo lugar una hora antes».
Y cuando la evacuación estaba todavía en curso, el comandante «estaba ya, un poco después de medianoche, en la orilla de Giglio». Los últimos pasajeros fueron evacuados a sobre seis de la madrugada, según los bomberos. En el momento del naufragio, el viernes por noche hacia las 21:30, el crucero transportaba a unas 4.229 personas, entre ellas más de 3.200 turistas de 60 nacionalidades diferentes y un millar de miembros de la tripulación de diversos orígenes.
Rescatan a tres personas y los desaparecidos se reducen a 17
Son coreanos, cada uno tiene 29 años, estaban de viaje de novios, era su primer crucero de recreo y habían subido al Costa Concordia –el barco con 4.229 personas a bordo que el viernes por la noche naufragó ante la isla toscana de Giglio- el mismo viernes en el puerto de Civitavecchia, en Roma. Este domingo, tras permanecer 35 horas encerrados en el camarote del crucero encallado, han sido rescatados.
Una tercera persona también ha sido rescatada con vida desde dentro del navío. El tercer superviviente es Marrico Giampetroni, jefe comisario de a bordo, y, al parecer, se encuentra en buen estado, aunque tiene una pierna fracturada. Su rescate ha presentado más complicaciones porque los bomberos han tenido que atravesar zonas anegadas para acceder a él, según informa Efe. Giampetroni fue trasladado directamente en helicóptero a un hospital de Grosseto.
Otros dos pasajeros del crucero, que se creían desaparecidos, han sido localizados en Roma, y se suman a los tres encontrados en el barco en las últimas horas. El prefecto de Grossetto, Giuseppe Linardi, ha informado que dos japoneses que iban en el barco se han presentado en una comisaría de Roma.
Tras ésta y otras localizaciones de pasajeros, el número de desaparecidos del crucero de lujo se ha reducido de 36 a 17. «En la última reunión me han comunicado que sólo falta por encontrar a 11 pasajeros y a seis miembros de la tripulación», ha declarado el presidente de la región, Enrico Rossi.
‘No conseguíamos que nos oyérais’
Esta noche, en un rescate que ha durado hora y media, los dos coreanos han logrado ser sacados del barco, en el que permanecían atrapados desde hacía unas 35 horas. El naufragio del Costa Concordia se produjo al aproximarse el barco en exceso a la isla de Giglio, chocar con unos escollos y posteriormente encallar en un arenal.