– Otrora emblema de la pintoresca zona de Arenitas Blancas.
– El valor de su venta fue donado a varias instituciones sociales del departamento.
El Club del Peñón se fundó a fines de la década del 60 a iniciativa de los vecinos del lugar que decidieron adquirir la privilegiada estructura edilicia – ante el temor de que el lugar se deteriorara.
El Club Universitario – que en ese momento era el propietario – lo tenía a la venta.
Los vecinos que habían comenzado a construir modernos chalet en la costa del río “efectuaron entonces un sistema de acciones primeramente entre ellos y luego involucrando a gente de la sociedad, que no necesariamente era gente afincada en el lugar, interviniendo alrededor de cien personas” – indicó el Dr. Néstor Albisu al ser consultado por EL PUEBLO sobre el origen de esta institución.
El Dr. Albisu, vivió durante muchos años en el lugar. En aquella época el valor fue de veinte mil pesos y se fueron entregando en cuotas de dos mil, adquiriéndose finalmente el local, recuerda al comentar la forma en que se compró El Peñón.
De allí en adelante se sucedieron varias comisiones que administraban el bien social.
UNA EPOCA MEMORABLE
El Club del Peñón con el esfuerzo de la vecindad, se convirtió en un lugar de esparcimiento social, mediante fiestas temáticas e importantes reuniones y acontecimientos. En determinado momento se convirtió en el lugar más distinguido de las reuniones bailables y destacados conjuntos y cantantes engalanaron las reuniones que allí se cumplían.
Ello funcionó durante dos o tres años hasta que se dio la concesión de la cantina del club que había mejorado considerablemente.
Se construyeron dos plantas y comedores, manteniéndose durante quince años con diferentes concesionarios, recordó Albisu.
Fue un punto de encuentro de fiestas tradicionales, fin de año, navidades y otras celebraciones memorables de gran parte de la sociedad, dado la pintoresca zona y el punto precisamente en que está enclavado “El Peñón”.
LA DECADENCIA
Posteriormente comenzaron a fallar los concesionarios y hubo que reponerse no más de cuatro o cinco veces la totalidad de la cristalería, debido que se trata de una edificación rodeada de vidrios y las instalaciones de UTE y ANTEL que fueron blanco de robos y deterioro frecuentemente.
Los daños fueron cada vez mayores y el interés de la gente por mantener en funcionamiento el local se fue perdiendo.
LA VENTA DEL LOCAL Y
DONACIÓN A INSTITUCIONES BENEFICAS DE SALTO
Al cabo de varias asambleas se decidió poner el club a la venta. Finalmente después de mucho tiempo se consiguió un comprador.
El club en ese momento no tenía entrada de ningún tipo y comenzaron a correr las contribuciones inmobiliarias de las que durante años se estuvo exento, pero luego se levantó esta excepción.
El predio fue adquirido por un grupo cordobés que se ocupa justamente de barrios privados y el pago del inmueble se proyectó a cuatro años. Ese dinero que es recibido cada año, es volcado – por decisión de la comisión – a instituciones benéficas como la Peluffo Gigguens y la Alvarez Caldeyro -Barcia, Aldeas Infantiles SOS, Grupo “Vivir Mejor”, Casa Amiga, Asociación Down y la Fundación de la Universidad, entre otras.
A lo largo de la historia del Club del Peñón pasaron diversas comisiones y una de las personalidades que estuvo desde los inicios vinculada a la obra y partícipe de todos los esfuerzos que se hicieron por conservar la obra fue el extinto Contador Ruben Pedetti, explicó el entrevistado. Por el momento no se conoce con propiedad cuál será el destino del predio, aunque actualmente ya está en manos de sus nuevos propietarios.